Es la primera vez que hago esto (bueno, hace ya mucho tiempo hice algo parecido, más puntual), pero me ha parecido una buena idea, ahora que me dedico a publicar reseñas de lo que leo, a resumirlas en esta última (o penúltima) entrada del año.
Libros de no-ficción he leído bastante este año, y muchos muy buenos. Pero si tuviera que seleccionar cinco, me quedaría con:
- Lightman, Searching for stars in an island in Maine
- Banerjee y Duflo, Poor Economics (y no lo elijo por el Nobel :))
- Godfrey-Smith, Other Minds
- Rosling, Factfulness
- Thaler, Misbehaving (propiamente lo leí en 2018, pero como entonces no hice esta lista...añado otro más de 2018 que también me parece espectacular: Economic rules, de Rodrik).
Y aunque no reseño los libros de ficción que leo, no puedo dejar de recomendaros algunos estupendos que he leído últimamente:
- American Gods, de Neil Gaiman. También de Gaiman y Pratchett, Good Omens. Con el punto justo de fantasía y mucho humor los dos (más todavía el segundo, claro...).
- Exhalation, de Ted Chiang. Una colección de historias que hacen pensar sobre muchos de los grandes temas: la conciencia, la libre voluntad, el destino....Algunas fantásticas y otras simplemente buenas, pero todas valen la pena. A complementar también con su anterior Stories of your life and others, que contiene Story of your life, en el que está basada la peli Arrival, y que es buenísima también.
- El segundo volumen de The Book of Dust, de Philip Pullman. Este tipo es muy bueno contando historias.
- A supposedly fun thing I'll never do again, de David Foster Wallace. El ensayo que da nombre al título es tronchante. El resto se me hacen más pesados, la verdad
Y como no si mañana publicaré algo o no, por si acaso os deseo a todos una muy Feliz Navidad, y buena entrada de 2020.
lunes, 23 de diciembre de 2019
viernes, 20 de diciembre de 2019
Tras la COP25: Y ahora, ¿qué hacemos?
Aviso: en esta entrada no voy a entrar en detalles de lo logrado o no en la COP, Miguel por ejemplo ofrecía un buen resumen en el blog de Economics. Yo quiero ir un poco más allá del éxito o fracaso de la COP25, porque creo que hay vida, y mucha más de lo que pensamos, más allá de las COPs.
Y es que, un año más, las cumbres del clima nos muestran muy bien el conflicto entre las tres fuerzas que juegan en todo este proceso: las demandas de los científicos y de (parte) de la sociedad; las inercias e intereses distintos, a veces de una parte mayor de la sociedad, que hacen tan difícil avanzar; y el arte de tratar de formular declaraciones políticas que intenten reconciliar todo esto, que no es nada fácil.
Por un lado, las demandas de los científicos y de los activistas deberían llevarnos a tener más ambición en la reducción de las emisiones, y a compromisos más firmes por parte de los países. Pero los intereses de los distintos países o empresas, por supuesto no alineados entre sí, hacen que sea muy difícil responder a esta ambición. En parte, porque, aunque muchas veces nos empeñemos en no reconocerlo, el actuar contra el cambio climático tiene costes a corto plazo, mayores cuanto mayor sea la ambición. Sí, por supuesto: el no actuar también tiene costes, y mayores. Pero esto no es fácil de entender por una parte importante de la sociedad, seguramente porque tenga otras preocupaciones más urgentes y visibles encima de la mesa, y menos aún si la percepción es que estos costes los pagan los de siempre. Y claro, si es esta misma parte -- mayoritaria en ocasiones -- de la sociedad la que elige a los políticos en los sistemas democráticos, no es sorprendente que muchos de estos políticos no estén particularmente interesados en firmar acuerdos que supongan costes fácilmente percibidos por sus electores.
Este es, en mi opinión, el escollo fundamental al que se enfrenta el proceso internacional en materia climática: no la brecha entre políticos y la sociedad, que yo creo que no es tal, sino la brecha entre una parte, relativamente pequeña, de la sociedad que, apoyada en parte en los científicos (y otras veces en otras agendas ocultas o no), exige cambios urgentes; y otra que no ve aún la urgencia, sobre todo cuando se trata de rascarse el bolsillo o de perder confort o viajar menos. El hecho de que por ejemplo en las últimas elecciones españolas nadie hablara de cambio climático es muy representativo de esta situación, en mi opinión. Coincido pues con David Victor cuando dice que no se trata de mostrar liderazgo, sino de conseguir seguidores.
Se trata de conseguir que la mayor parte de la sociedad vea los beneficios de la actuación contra el cambio climático, de forma tangible y cercana, y que traslade esta prioridad a la elección de los políticos. A veces eso se podrá conseguir gracias a los co-beneficios en términos de salud o de reducción de la factura, pero esto, recordemos, ni es inmediato, ni es tampoco fácilmente perceptible por los ciudadanos. Hace falta bastante más esfuerzo de concienciación, y sobre todo, dar ejemplos concretos de cómo mejorar la vida de los ciudadanos, o de como avanzar sin estropeársela demasiado. A este respecto, me parece fundamental el análisis que está haciendo gente como Paco Heras, de la OECC, que en una fantástica charla que impartió ayer en Comillas nos mostró cómo la sociedad parece estar hipersensibilizada acerca de la importancia del cambio climático, y favorable a emprender medidas....siempre que no le cuesten mucho, y siempre que se las expliquen bien. Otra idea interesante es la que formula Mike Schur en este podcast con Ezra Klein: la gente no quiere apoyar políticas que reconozcan que lo hemos hecho mal personalmente hasta ahora.
En este sentido, el "wishful thinking" que vemos en algunos políticos no creo que ayude mucho, porque, aunque seguro que consigue apoyos porque quieren transmitir el mensaje de que todos lo hemos hecho bien y que la culpa es de otros, lo único que hará será aumentar la frustración cuando ese escenario de color de rosa tarde más de lo previsto en materializarse, o no se materialice por falta de medidas para que suceda.
Esto también se puede trasladar al contexto internacional: hay países, generalmente acomodados, que tratan de avanzar en la reducción de emisiones, y otros que, en parte con razón, dicen que para poder hacer eso necesitan apoyo económico, tanto para reducir sus emisiones como para adaptarse, porque ellos no han sido los culpables del problema. Por supuesto que hay alguno en el lado equivocado, como el gobierno estadounidense, o últimamente el brasileño...Pero, mientras no reconozcamos el problema fundamental, que es de distribución de recursos, y de actuaciones sin costes excesivos, y no pongamos los medios para solucionarlo (básicamente, apoyo y dinero) creo que el multilateralismo se quedará sólo para las declaraciones de flores y pájaros (el "creative PR" que decía Greta Thunberg), que valen para muy poco, como bien nos recuerda Nat Keohane, y naufragará en cuanto tenga que meterse con los detalles no tan bonitos, porque lograr el acuerdo de todos es muy complicado.
Ahora bien, creo que no hay que dejarse llevar por el pesimismo. Primero, porque el que el proceso multilateral no funcione tan suavemente como desearíamos no es algo que nos deba sorprender ni frustrar. Tampoco funcionan los pactos amplios en muchas de nuestras democracias en esta cuestiones. ¿Por qué esperarlo entonces de un proceso internacional aún más complejo, y más aún en estos tiempos de polarización y populismo creciente? Pero, en segundo lugar, y sobre todo, porque tenemos mucho más potencial del que nos creemos para seguir trabajando en la reducción de emisiones, muchas veces apoyados en la tecnología, y otras en el convencimiento.
Por tanto, mantengamos el optimismo. Pero, eso sí, dejémonos de declaraciones grandilocuentes, de lenguaje diplomático semivacío, de objetivos sin medidas a veces incómodas detrás. Gestionemos las expectativas. Y pongámonos a trabajar, como decía JFK. ¿En qué trabajamos?
Pues, a nivel público, en de una vez por todas pasar de los objetivos y de las palabras a la acción. Y acción significa aprobar leyes y decretos a veces incómodos, pero eficaces: medidas para reformar el sistema eléctrico de forma que los inversores en renovables se atrevan a invertir; medidas de restricción de tráfico en ciudades (acompañadas por supuesto de refuerzos de la calidad del transporte público); impuestos significativos para los vehículos más contaminantes (no sólo en términos de NOx o partículas, sino también de CO2), preferiblemente sobre la matriculación, para ayudar de verdad al cambio; incentivos para reducir el transporte de mercancías por carretera; apoyo e instrumentos financieros para la rehabilitación integral (no sólo energética) de los edificios; señales de descarbonización a la industria acompañadas de medidas para impulsar su competitividad; promoción de los sumideros; y por supuesto, apoyo para los perdedores de la transición, que los habrá. Sinceramente creo que, si se diseñan bien estas medidas, no hay muchos argumentos para oponerse a ellas desde ningún lado del espectro polítíco. Otra cosa es si se diseñan desde la demagogia y el clientelismo.
A nivel particular también podemos hacer cosas: podemos, sobre todo, tratar de abandonar la cultura consumista, y no responder a las estrategias empresariales que, incluso con excusas ambientales, nos animan a seguir comprando y comprando (como pasaba de hecho durante la COP); podemos adoptar dietas más sanas y menos perjudiciales para el planeta; podemos comprar energía renovable, pero exigiendo que sea adicional y no meramente un intercambio de cromos; los que vivimos en ciudades y por tanto lo tenemos más fácil, debemos dejar el vehículo privado y pasarnos al público (siempre que las medidas públicas ayuden a que esta opción funcione bien, claro), o a andar o a la bici; podemos climatizar de forma adecuada y no excesiva nuestras viviendas, cambiar la tecnología de iluminación, y cuando toque, comprar electrodomésticos eficientes; podemos reducir esos vuelos de ocio, y también los de trabajo...Y todo ello sin necesariamente perder bienestar.
Y, ¿si EEUU o Brasil o China no acompañan, debemos seguir haciendo esto en Europa? Pues yo creo que sí. Primero, por responsabilidad. Pero segundo, porque si lo hacemos bien, y demostramos que es posible reducir emisiones sin un coste excesivo (y sin simplemente desplazarlas a Asia, claro), y desplegamos las medidas comerciales adecuadas, podemos empujar a los demás que quieran importar a Europa a seguirnos independientemente del acuerdo o no en las futuras COPs. De nuevo, el caso de California como impulsor de las tecnologías limpias y eficientes en EEUU es una buena referencia.
En resumen, creo que, si todos hacemos nuestra parte, y esto incluye a nuestros representantes políticos, conseguiremos mucho más de lo que nos creemos, sin necesidad de seguir esperando al Godot de las COPs. ¿A qué esperamos?
ADD: En una entrada posterior, David Victor parece apoyar también este enfoque, aunque, curiosamente, recuperando una idea que ya se manejó hace más de 10 años y que se había abandonado, los acuerdos sectoriales.
Y es que, un año más, las cumbres del clima nos muestran muy bien el conflicto entre las tres fuerzas que juegan en todo este proceso: las demandas de los científicos y de (parte) de la sociedad; las inercias e intereses distintos, a veces de una parte mayor de la sociedad, que hacen tan difícil avanzar; y el arte de tratar de formular declaraciones políticas que intenten reconciliar todo esto, que no es nada fácil.
Por un lado, las demandas de los científicos y de los activistas deberían llevarnos a tener más ambición en la reducción de las emisiones, y a compromisos más firmes por parte de los países. Pero los intereses de los distintos países o empresas, por supuesto no alineados entre sí, hacen que sea muy difícil responder a esta ambición. En parte, porque, aunque muchas veces nos empeñemos en no reconocerlo, el actuar contra el cambio climático tiene costes a corto plazo, mayores cuanto mayor sea la ambición. Sí, por supuesto: el no actuar también tiene costes, y mayores. Pero esto no es fácil de entender por una parte importante de la sociedad, seguramente porque tenga otras preocupaciones más urgentes y visibles encima de la mesa, y menos aún si la percepción es que estos costes los pagan los de siempre. Y claro, si es esta misma parte -- mayoritaria en ocasiones -- de la sociedad la que elige a los políticos en los sistemas democráticos, no es sorprendente que muchos de estos políticos no estén particularmente interesados en firmar acuerdos que supongan costes fácilmente percibidos por sus electores.
Este es, en mi opinión, el escollo fundamental al que se enfrenta el proceso internacional en materia climática: no la brecha entre políticos y la sociedad, que yo creo que no es tal, sino la brecha entre una parte, relativamente pequeña, de la sociedad que, apoyada en parte en los científicos (y otras veces en otras agendas ocultas o no), exige cambios urgentes; y otra que no ve aún la urgencia, sobre todo cuando se trata de rascarse el bolsillo o de perder confort o viajar menos. El hecho de que por ejemplo en las últimas elecciones españolas nadie hablara de cambio climático es muy representativo de esta situación, en mi opinión. Coincido pues con David Victor cuando dice que no se trata de mostrar liderazgo, sino de conseguir seguidores.
Se trata de conseguir que la mayor parte de la sociedad vea los beneficios de la actuación contra el cambio climático, de forma tangible y cercana, y que traslade esta prioridad a la elección de los políticos. A veces eso se podrá conseguir gracias a los co-beneficios en términos de salud o de reducción de la factura, pero esto, recordemos, ni es inmediato, ni es tampoco fácilmente perceptible por los ciudadanos. Hace falta bastante más esfuerzo de concienciación, y sobre todo, dar ejemplos concretos de cómo mejorar la vida de los ciudadanos, o de como avanzar sin estropeársela demasiado. A este respecto, me parece fundamental el análisis que está haciendo gente como Paco Heras, de la OECC, que en una fantástica charla que impartió ayer en Comillas nos mostró cómo la sociedad parece estar hipersensibilizada acerca de la importancia del cambio climático, y favorable a emprender medidas....siempre que no le cuesten mucho, y siempre que se las expliquen bien. Otra idea interesante es la que formula Mike Schur en este podcast con Ezra Klein: la gente no quiere apoyar políticas que reconozcan que lo hemos hecho mal personalmente hasta ahora.
En este sentido, el "wishful thinking" que vemos en algunos políticos no creo que ayude mucho, porque, aunque seguro que consigue apoyos porque quieren transmitir el mensaje de que todos lo hemos hecho bien y que la culpa es de otros, lo único que hará será aumentar la frustración cuando ese escenario de color de rosa tarde más de lo previsto en materializarse, o no se materialice por falta de medidas para que suceda.
Esto también se puede trasladar al contexto internacional: hay países, generalmente acomodados, que tratan de avanzar en la reducción de emisiones, y otros que, en parte con razón, dicen que para poder hacer eso necesitan apoyo económico, tanto para reducir sus emisiones como para adaptarse, porque ellos no han sido los culpables del problema. Por supuesto que hay alguno en el lado equivocado, como el gobierno estadounidense, o últimamente el brasileño...Pero, mientras no reconozcamos el problema fundamental, que es de distribución de recursos, y de actuaciones sin costes excesivos, y no pongamos los medios para solucionarlo (básicamente, apoyo y dinero) creo que el multilateralismo se quedará sólo para las declaraciones de flores y pájaros (el "creative PR" que decía Greta Thunberg), que valen para muy poco, como bien nos recuerda Nat Keohane, y naufragará en cuanto tenga que meterse con los detalles no tan bonitos, porque lograr el acuerdo de todos es muy complicado.
Ahora bien, creo que no hay que dejarse llevar por el pesimismo. Primero, porque el que el proceso multilateral no funcione tan suavemente como desearíamos no es algo que nos deba sorprender ni frustrar. Tampoco funcionan los pactos amplios en muchas de nuestras democracias en esta cuestiones. ¿Por qué esperarlo entonces de un proceso internacional aún más complejo, y más aún en estos tiempos de polarización y populismo creciente? Pero, en segundo lugar, y sobre todo, porque tenemos mucho más potencial del que nos creemos para seguir trabajando en la reducción de emisiones, muchas veces apoyados en la tecnología, y otras en el convencimiento.
Por tanto, mantengamos el optimismo. Pero, eso sí, dejémonos de declaraciones grandilocuentes, de lenguaje diplomático semivacío, de objetivos sin medidas a veces incómodas detrás. Gestionemos las expectativas. Y pongámonos a trabajar, como decía JFK. ¿En qué trabajamos?
Pues, a nivel público, en de una vez por todas pasar de los objetivos y de las palabras a la acción. Y acción significa aprobar leyes y decretos a veces incómodos, pero eficaces: medidas para reformar el sistema eléctrico de forma que los inversores en renovables se atrevan a invertir; medidas de restricción de tráfico en ciudades (acompañadas por supuesto de refuerzos de la calidad del transporte público); impuestos significativos para los vehículos más contaminantes (no sólo en términos de NOx o partículas, sino también de CO2), preferiblemente sobre la matriculación, para ayudar de verdad al cambio; incentivos para reducir el transporte de mercancías por carretera; apoyo e instrumentos financieros para la rehabilitación integral (no sólo energética) de los edificios; señales de descarbonización a la industria acompañadas de medidas para impulsar su competitividad; promoción de los sumideros; y por supuesto, apoyo para los perdedores de la transición, que los habrá. Sinceramente creo que, si se diseñan bien estas medidas, no hay muchos argumentos para oponerse a ellas desde ningún lado del espectro polítíco. Otra cosa es si se diseñan desde la demagogia y el clientelismo.
A nivel particular también podemos hacer cosas: podemos, sobre todo, tratar de abandonar la cultura consumista, y no responder a las estrategias empresariales que, incluso con excusas ambientales, nos animan a seguir comprando y comprando (como pasaba de hecho durante la COP); podemos adoptar dietas más sanas y menos perjudiciales para el planeta; podemos comprar energía renovable, pero exigiendo que sea adicional y no meramente un intercambio de cromos; los que vivimos en ciudades y por tanto lo tenemos más fácil, debemos dejar el vehículo privado y pasarnos al público (siempre que las medidas públicas ayuden a que esta opción funcione bien, claro), o a andar o a la bici; podemos climatizar de forma adecuada y no excesiva nuestras viviendas, cambiar la tecnología de iluminación, y cuando toque, comprar electrodomésticos eficientes; podemos reducir esos vuelos de ocio, y también los de trabajo...Y todo ello sin necesariamente perder bienestar.
Y, ¿si EEUU o Brasil o China no acompañan, debemos seguir haciendo esto en Europa? Pues yo creo que sí. Primero, por responsabilidad. Pero segundo, porque si lo hacemos bien, y demostramos que es posible reducir emisiones sin un coste excesivo (y sin simplemente desplazarlas a Asia, claro), y desplegamos las medidas comerciales adecuadas, podemos empujar a los demás que quieran importar a Europa a seguirnos independientemente del acuerdo o no en las futuras COPs. De nuevo, el caso de California como impulsor de las tecnologías limpias y eficientes en EEUU es una buena referencia.
En resumen, creo que, si todos hacemos nuestra parte, y esto incluye a nuestros representantes políticos, conseguiremos mucho más de lo que nos creemos, sin necesidad de seguir esperando al Godot de las COPs. ¿A qué esperamos?
ADD: En una entrada posterior, David Victor parece apoyar también este enfoque, aunque, curiosamente, recuperando una idea que ya se manejó hace más de 10 años y que se había abandonado, los acuerdos sectoriales.
jueves, 19 de diciembre de 2019
¿Para quién escribir?
Una reflexión muy interesante de Milanovic sobre la libertad al escribir. ¿Escribimos para trasladar un mensaje, o para que nos lean/escuchen/vean?¿Basta que nos lean unos pocos, o cuantos más mejor? Yo creo que esto no es necesariamente una dicotomía, pero es cierto que a veces genera tensiones si, para que nos lean (que es al fin y al cabo el objetivo de muchos de los que escribimos), hay que cambiar lo que decimos. Y esta tensión va en aumento en los últimos años en los que se mercantiliza y polariza todo.
Como en muchas otras cosas, supongo que la virtud está en el termino medio. Si escribimos con total libertad, pero no nos lee nadie, esto es parecido a lo del árbol que cae en medio del bosque y no genera sonido (porque nadie lo escucha). El reto es pues trasladar el mensaje original, provocador, disruptivo, independiente, riguroso...de una forma que los que tienen que escucharlo lo escuchen, y cuantos más mejor. Al fin y al cabo, como decía Bauman, no hay diálogo si sólo nos comunicamos con los que piensan igual que nosotros...Y eso reconozco que es un arte que pocos dominan, yo el último :).
Como en muchas otras cosas, supongo que la virtud está en el termino medio. Si escribimos con total libertad, pero no nos lee nadie, esto es parecido a lo del árbol que cae en medio del bosque y no genera sonido (porque nadie lo escucha). El reto es pues trasladar el mensaje original, provocador, disruptivo, independiente, riguroso...de una forma que los que tienen que escucharlo lo escuchen, y cuantos más mejor. Al fin y al cabo, como decía Bauman, no hay diálogo si sólo nos comunicamos con los que piensan igual que nosotros...Y eso reconozco que es un arte que pocos dominan, yo el último :).
miércoles, 18 de diciembre de 2019
Acemoglu, sobre las razones del crecimiento económico
Una conversación sinceramente apasionante entre Tyler Cowen y Daron Acemoglu sobre el último libro de Acemoglu y Robinson, pero sobre muchas cosas más. Cowen aprieta y Acemoglu responde, por supuesto en la línea de los argumentos que ya conocemos del estupendo Why Nations Fail (y quizá en los del nuevo libro, que no he leído aún, pero que Gerard Llobet ya ha reseñado). Podéis escuchar el podcast o leer la transcripción, pero en todo caso vale la pena.
martes, 17 de diciembre de 2019
Progresos en la discusión sobre la desigualdad
La verdad es que la discusión actual sobre la desigualdad es apasionante, o al menos para mí. Porque, aunque creo que nadie (salvo algún neoliberal recalcitrante) discute que vivimos en un mundo con niveles de desigualdad intolerables, la cuestión es cómo reducirla, y dónde, y cuánto. Y para eso también hay que acertar en el diagnóstico de lo que la está causando. Y sobre todo, en mi opinión, no usarla (igual que el cambio climático) simplemente como una excusa para impulsar una determinada agenda política, sino como un problema a solucionar en sí mismo.
En las últimas semanas se han acumulado varias lecturas interesantes para seguir al día sobre la cuestión, así que las concentro todas en esta entrada (seguro que se me olvida alguna):
- El especial de The Economist, en el que cuestionan que la desigualdad sea tan alta como algunos dicen, y resumen bien el estado de las investigaciones recientes.
- Las propuestas (que suscribo totalmente) de Martin Wolf para arreglar el capitalismo: mayor competencia en los mercados, menor financiarización, menos grandes corporaciones y sus lobbies, menos desigualdad, y menos corrupción política.
- Tyler Cowen cuestiona la parte del aumento del monopolio en los mercados, básicamente porque dice que no ve evidencia en precios o cantidades de ese monopolio. Y lo refuerza con un paper reciente en el que se indica que las empresas se hacen más grandes porque son mejores (aunque eso para mí no resuelve el problema....al fin y al cabo es como un monopolio natural...más eficiente, pero que necesita ser regulado, aunque quizá de forma distinta)
- Greg Mankiw dice que, si hay que subir los impuestos a los ricos, hay formas mejores y peores de hacerlo. Su ejemplo inicial es muy bueno. Mankiw presentó esta idea en un debate que ya blogueé, con Summers de estrella.
En las últimas semanas se han acumulado varias lecturas interesantes para seguir al día sobre la cuestión, así que las concentro todas en esta entrada (seguro que se me olvida alguna):
- El especial de The Economist, en el que cuestionan que la desigualdad sea tan alta como algunos dicen, y resumen bien el estado de las investigaciones recientes.
- Las propuestas (que suscribo totalmente) de Martin Wolf para arreglar el capitalismo: mayor competencia en los mercados, menor financiarización, menos grandes corporaciones y sus lobbies, menos desigualdad, y menos corrupción política.
- Tyler Cowen cuestiona la parte del aumento del monopolio en los mercados, básicamente porque dice que no ve evidencia en precios o cantidades de ese monopolio. Y lo refuerza con un paper reciente en el que se indica que las empresas se hacen más grandes porque son mejores (aunque eso para mí no resuelve el problema....al fin y al cabo es como un monopolio natural...más eficiente, pero que necesita ser regulado, aunque quizá de forma distinta)
- Greg Mankiw dice que, si hay que subir los impuestos a los ricos, hay formas mejores y peores de hacerlo. Su ejemplo inicial es muy bueno. Mankiw presentó esta idea en un debate que ya blogueé, con Summers de estrella.
lunes, 16 de diciembre de 2019
Sobre la precisión de los modelos climáticos
Un paper (de pago, aquí el resumen en Real Climate) que ha hecho bastante ruido en la prensa estos días, y que creo que es interesante, pero que cae también en algunos de los errores de los negacionistas, como es el querer transmitir una falsa sensación de precisión, y también el querer validar resultados contra un horizonte aún breve.
En todo caso, creo que la aportación es interesante, aunque para los que estábamos en esto no muy significativa: por si alguien aún lo dudaba, los modelos climáticos no dicen tonterías, sobre todo una vez que se parte de un supuesto claro de concentración de CO2. Y es que, como hemos dicho muchas veces, la física climática no permite muchos errores ni muchas discusiones. Aunque, por supuesto, hay un rango de incertidumbre importante, problemático a la hora de decidir cuáles son los niveles de emisiones tolerables. Por eso, como siempre, lo mejor es seguir manejando los modelos como lo que son, algo que nos ayuda a entender la realidad, pero que sólo pueden ser un input más para tomar decisiones.
En todo caso, creo que la aportación es interesante, aunque para los que estábamos en esto no muy significativa: por si alguien aún lo dudaba, los modelos climáticos no dicen tonterías, sobre todo una vez que se parte de un supuesto claro de concentración de CO2. Y es que, como hemos dicho muchas veces, la física climática no permite muchos errores ni muchas discusiones. Aunque, por supuesto, hay un rango de incertidumbre importante, problemático a la hora de decidir cuáles son los niveles de emisiones tolerables. Por eso, como siempre, lo mejor es seguir manejando los modelos como lo que son, algo que nos ayuda a entender la realidad, pero que sólo pueden ser un input más para tomar decisiones.
viernes, 13 de diciembre de 2019
How solar energy became cheap, de Nemet
Hace unos meses ya blogueé la publicación del libro. Ahora ya lo he leído y comparto la reseña. El resumen: un libro muy ameno y recomendable, pero con pocas conclusiones firmes.
Nemet parece compartir la creencia de Ignacio Pérez Arriaga en el modelo docente de la cebolla: contar varias veces lo mismo a distinto nivel de detalle, tanto para cubrir las necesidades de distintos públicos, como para mejorar el aprendizaje. Así, los capítulos 1 y 2 resumen bien el libro completo. Y en cada uno de los capítulos posteriores hay un resumen de cada uno. De hecho, incluso puede reducirse a un párrafo:
Lo que pasa es que al leer todo este detalle de relaciones personales y elementos afortunados también te das cuenta de que esa historia aparentemente tan limpia sobre el modelo de desarrollo de la FV y su posible extensión a otras tecnologías no parece tan sencilla como parece desprenderse de la lectura del primer capítulo....Algo que el propio Nemet reconoce, aunque sólo al final (p.212):
En la parte final Nemet trata de responder a las tres preguntas clave: ¿cuáles fueron los drivers del éxito?¿qué atributos de la FV hicieron que respondiera bien a ellos?¿Y a qué otras tecnologías podemos aplicar este modelo (para mejorarlo, claro)?
Según él, la FV mejoró como resultado de una serie de características históricas:
Pero sí que es cierto que mucho depende del tipo de tecnologías. Nemet las clasifica (algo muy útil), para ver cuáles se pueden acoger a un modelo similar al de la FV. Y pone como ejemplo de las que sí la captura directa de carbono. Que es cierto que, si lograra una reducción de costes similar a la que logró la FV en los últimos 20 años, podría ser competitiva y por tanto muy interesante tanto para reducir la concentración de CO2 en la atmósfera, como para producir combustibles sintéticos muy interesantes para el transporte pesado o la industria...
El libro concluye con una lista de propuestas sensatas (independientemente de que el modelo de evolución de la FV sea robusto o no):
Nemet parece compartir la creencia de Ignacio Pérez Arriaga en el modelo docente de la cebolla: contar varias veces lo mismo a distinto nivel de detalle, tanto para cubrir las necesidades de distintos públicos, como para mejorar el aprendizaje. Así, los capítulos 1 y 2 resumen bien el libro completo. Y en cada uno de los capítulos posteriores hay un resumen de cada uno. De hecho, incluso puede reducirse a un párrafo:
This niche market strategy worked in part because the technology could function at any scale. Entrepreneurs were crucial throughout PVs history. Public institutions played critical roles -- especially funding R&D and subsidizing early markets. Five key countries made distinct contributions that emerged from each country's national innovation system. Each built on the work of previous leader countries with global flows of knowledge, in people, devices, and machines, catalyzing a truly global innovation system. However, all of this ocurred too slowly.Y es que, como se lee al final, Nemet no es necesariamente optimista, porque su argumento es que la FV ha tardado demasiado en desarrollarse, desde que en el 54 se desarrolló el primer módulo comercial, algo muy celebrado por el NY Times:
It may mark the beginning of a new era, leading eventually to the realization of one of mankind's most cherished dreams - the harnessing of the almost limitless energy of the sun for the uses of civilization.En todo caso, a los interesados en el tema les recomiendo ir más allá de los resúmenes. El libro está bien escrito, y se sigue muy bien, sobre todo los que describen en detalle la evolución de la FV, las anécdotas, las casualidades...hay muchas cosas que yo no conocía sobre la historia de la FV y su regulación (incluyendo la primera feed-in-tariff y el primer caso de net-metering, o un sistema de compra pública ya en el 75...).
Lo que pasa es que al leer todo este detalle de relaciones personales y elementos afortunados también te das cuenta de que esa historia aparentemente tan limpia sobre el modelo de desarrollo de la FV y su posible extensión a otras tecnologías no parece tan sencilla como parece desprenderse de la lectura del primer capítulo....Algo que el propio Nemet reconoce, aunque sólo al final (p.212):
It is certainly wrong to attribute solar's progress to the main drivers of cost reductions: understanding a scientific phenomenon, funding R&D, public procurement, serving niche markets, subsidizing demand, taking advantage of policy windows, and entrepreneurial scale up. The details of policy design played a role, as did Russia's head start in the space race, geo-politics in the Middle East, the 1994 tax law change in China, and the 1998 federal election in Germany. As it has for many technologies, serendipity also affected progress.Y esto lleva a que su capítulo 8, en el que empieza a plantear ideas para el futuro, resulte demasiado conjetural para mí gusto. Aunque su reflexión sobre los "soft costs" es sensata, no me parece tanto su esperanza en los nichos con alta disponibilidad a pagar para cambiar significativamente las cosas.
En la parte final Nemet trata de responder a las tres preguntas clave: ¿cuáles fueron los drivers del éxito?¿qué atributos de la FV hicieron que respondiera bien a ellos?¿Y a qué otras tecnologías podemos aplicar este modelo (para mejorarlo, claro)?
Según él, la FV mejoró como resultado de una serie de características históricas:
- Scientific contributions that provided a fundamental understanding of the PV effectY a partir de ello trata de construir 9 drivers de acuerdo con la teoría de la innovación:
- A breakthrough at a corporate laboratory in the US in 1954 that made a commercially viable PV device
- A major government R&D and public procurement effort in the 70s in US
- Japanese electronic conglomerates serving niche markets in the 80s and launching the first major rooftop subsidy program in 94
- Germany adopting a FIT in 2000 that quadrupled the market for PV and developing production equipment that automated and scaled PV manufacturing
- Entrepreneurs trained in Australia building factories in China and creating the world's largest market
- A cohort of adopters with high WTP and installers learning by doing (con este último, como digo, no estoy de acuerdo, ealmente los construyeron por el net metering).
- Scientific understanding of a phenomenonLo malo es que no sabemos cómo de relevantes son, y si hay causalidad (y si hay contraejemplos). Por tanto, más allá de la correlación, es difícil saber si fueron drivers o no (aunque algunos sí están muy claros). Yo los llamaría circunstancias. Mi interpretación alternativa (aunque basada en algunas de sus ideas) de los drivers es más sencilla pero también menos ambiciosa:
- Evolving R&D foci
- Iterative upscaling
- Learning by doing
- Knowledge spillovers
- Modular scale
- Policy-independent niche markets
- Robust policy support
- Delayed system integration challenges
- La característica esencial de la FV es su tamaño modularEn cuanto a las ventajas de la FV, Nemet propone que son (y aquí creo que tiene razón en todo):
- Que le permitió ser usado en nichos
- Que hace que los retos de integración en el sistema no sean evidentes hasta que hay un despliegue masivo, y que por tanto no son una preocupación al principio
- Y que quizá explique que siempre, en un lugar u otro, ha habido apoyo político y por tanto mercado
- Modular: Más fácil evolucionar en la producciónEn todo caso, la cuestión central es cómo exportar el modelo. Y aquí Nemet refleja el debate existente entre gente como Sovacool, que cree en que es posible un despliegue muy rápido, y gente como Smil o Fouquet, que nos recuerdan que las transiciones llevan tiempo. Está claro de quién me fío más :). La cosa es si es posible acelerar el desarrollo (algo que comparto) sin elegir ganadores, porque eligiendo ganadores puedes equivocarte y mucho, viendo todas las posibilidades. Por ejemplo, hace unos años nadie pensaba que la FV sería la ganadora. ¿Qué hubiera pasado si hubiéramos apostado todo a otra tecnología? Por eso, no veo mucho sentido a lo que intenta Nemet de tratar de proponer formas en las que se hubiera podido acelerar más la FV, más allá del sentido común. Si no tenemos contrafactual...
- Diseño dominante al que hacer evolucionar
- Automatizable
- Facilidad para entrar en el mercado
- Gran aceptación pública
Pero sí que es cierto que mucho depende del tipo de tecnologías. Nemet las clasifica (algo muy útil), para ver cuáles se pueden acoger a un modelo similar al de la FV. Y pone como ejemplo de las que sí la captura directa de carbono. Que es cierto que, si lograra una reducción de costes similar a la que logró la FV en los últimos 20 años, podría ser competitiva y por tanto muy interesante tanto para reducir la concentración de CO2 en la atmósfera, como para producir combustibles sintéticos muy interesantes para el transporte pesado o la industria...
El libro concluye con una lista de propuestas sensatas (independientemente de que el modelo de evolución de la FV sea robusto o no):
- I+D continuaEn resumen: un libro ameno, útil y sensato, en el que se reconocen las limitaciones del modelo, aunque sólo de forma explícita al final.
- Compra pública
- Fuerza de trabajo entrenada y móvil
- Conocimiento codificado y por tanto fácilmente comunicable
- Incentivos para la producción disruptiva, que se adapta a lo que realmente requiere el mercado
- Mercados robustos que combinen credibilidad y flexibilidad
- Facilitar los spillovers tecnológicos entre sectores
- Movilidad global
- Economía política
jueves, 12 de diciembre de 2019
Las consecuencias ambientales del comercio online
Aunque, como dicen en el artículo, el comercio online podía tener ventajas ambientales al principio, ahora claramente se ha disparatado. La razón fundamental, en mi opinión, es la falta de señales y de regulación en todo este sector. Por supuesto, los consumidores (entre los cuales me incluyo) preferimos tener las cosas hoy antes que mañana, y más aún si esto es gratis. Pero ese es el problema, el "poder del gratis".
Si realmente pagáramos todo el coste que supone aumentar la rapidez del envío, y además lo hiciéramos de una forma lo suficientemente visible (no como un tanto fijo anual del que nos olvidamos una vez pagado, o que en todo caso nos anima a comprar lo más posible, para "amortizarlo"), seguramente estaríamos dispuestos, como hacíamos hace unos años, a agrupar envíos, y a esperar unos días más. Y eso seguramente sería mucho mejor para el planeta, o para el tráfico. Pero para esto hace falta actuar de una vez sobre las emisiones del transporte, y quizá sobre nuestros modos de compra, si es que nuestra mayor concienciación sobre el consumismo no lo arregla (que no creo).
Gracias a Marta Villar por la pista.
Si realmente pagáramos todo el coste que supone aumentar la rapidez del envío, y además lo hiciéramos de una forma lo suficientemente visible (no como un tanto fijo anual del que nos olvidamos una vez pagado, o que en todo caso nos anima a comprar lo más posible, para "amortizarlo"), seguramente estaríamos dispuestos, como hacíamos hace unos años, a agrupar envíos, y a esperar unos días más. Y eso seguramente sería mucho mejor para el planeta, o para el tráfico. Pero para esto hace falta actuar de una vez sobre las emisiones del transporte, y quizá sobre nuestros modos de compra, si es que nuestra mayor concienciación sobre el consumismo no lo arregla (que no creo).
Gracias a Marta Villar por la pista.
miércoles, 11 de diciembre de 2019
martes, 10 de diciembre de 2019
Más sobre consecuencias inesperadas: las bolsas de plástico y su uso
Parece que las ventas de bolsas de plástico no disminuyen aunque se pague por ellas. Aunque quizá no sea tan inesperado del todo:
- si sólo se paga por unas, pero no por otras (las de varios usos), es previsible que simplemente se desplace el consumo de unas a otras, pero no necesariamente se reduzca el consumo de plástico;
- si además la elasticidad al precio no es tan grande, puede ser que esos 5 céntimos que pagamos no hagan mucho para reducir el consumo de las de un solo uso;
- y todo esto, sin tener en cuenta posibles sustituciones fuera del supermercado: Por ejemplo, en mi casa reciclábamos las bolsas de plástico del supermercado como bolsas de basura. Ahora usamos menos bolsas de supermercado, pero más de basura...y sinceramente, no sé cuáles llevan menos plástico...
- si sólo se paga por unas, pero no por otras (las de varios usos), es previsible que simplemente se desplace el consumo de unas a otras, pero no necesariamente se reduzca el consumo de plástico;
- si además la elasticidad al precio no es tan grande, puede ser que esos 5 céntimos que pagamos no hagan mucho para reducir el consumo de las de un solo uso;
- y todo esto, sin tener en cuenta posibles sustituciones fuera del supermercado: Por ejemplo, en mi casa reciclábamos las bolsas de plástico del supermercado como bolsas de basura. Ahora usamos menos bolsas de supermercado, pero más de basura...y sinceramente, no sé cuáles llevan menos plástico...
lunes, 9 de diciembre de 2019
Los datos del JRC-EU-TIMES, en abierto
Muy útil para todos los que trabajamos en escenarios energéticos. Gracias a Pablo Ruiz Castelló, ex-IIT, por la pista.
Y también la base de datos sobre potenciales renovables:
All the input data for the JRC-EU-TIMES model has gone online in a
Zenodo repository with an open licence (CC BY 4.0).
https://data.jrc.ec.europa.eu/dataset/8141a398-41a8-42fa-81a4-5b825a51761b
https://zenodo.org/record/3544900
JRC-EU-TIMES has been used already in many modelling exercises and
research projects. It covers all energy sectors, one-node-per-country
spatial resolution for the EU (NTCs for electricity grid), and a time
slice approach for temporal resolution.
"The JRC-EU-TIMES model helps understanding the role of energy
technologies and their innovation needs for meeting European policy
targets related to energy and climate change. The model covers the
energy system of the EU 28 and of neighbouring countries from the years
2010 to 2070. It produces projections (or scenarios) of the EU energy
system under different sets of specific assumptions and constraints.
Please also look at the other datasets with separate modules in case you
are not interested in the full model."
Y también la base de datos sobre potenciales renovables:
The ENSPRESO data base is open source:
https://data.jrc.ec.europa.eu/dataset/6d0774ec-4fe5-4ca3-8564-626f4927744e
Corresponding scientific paper:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2211467X19300720
viernes, 6 de diciembre de 2019
Richard Blanco: ingeniero, poeta, y muy divertido
Aunque es fiesta, o quizá precisamente por eso: un podcast divertido y a la vez muy profundo. Richard Blanco, ingeniero y poeta, y nacido en Madrid, entrevistado por Krista Tippett.
jueves, 5 de diciembre de 2019
Las universidades y la España vaciada
Decía el otro día que el capítulo del Informe España sobre universidades me había resultado decepcionante. Como comentó Fernando González Urbaneja el día de la presentación, parece una laudatio más que un análisis crítico. Sí, es cierto que, además de decir lo bien que lo han hecho, al final plantea algunos retos, pero sin formular alternativas que permitan responder a ellos.
Los retos sí los comparto: la universidad debe ser un motor central de la economía; y para ello debe adaptar sus enseñanzas, preservar la equidad (más y mejores becas), atraer estudiantes extranjeros, aumentar el número de estudiantes que hacen másteres, mejorar la selección y contratación, más movilidad internacional, más transferencia e innovación, mejora reputacional y visibilidad internacional, mejorar sistemas de gobierno universitario. El problema es que todo esto en lo que hace falta tanta mejora es difícilmente compatible con esa visión tan optimista de la situación actual.
Esto me parece particularmente sorprendente porque ya llevamos mucho tiempo dándole vueltas a esto. Precisamente fue la Fundación Encuentro la que organizó una conversación en la radio que me sirvió para escribir mis ideas sobre la necesaria reforma. Luego incluso el Gobierno encargó un libro blanco (que acabó donde acaban todos estos libros blancos, en un cajón...). El caso es que creo que hay bastantes elementos claros de qué habría que cambiar en la universidad española, comenzando por la gobernanza. No sé pues qué sentido tiene felicitarse de lo (poco) conseguido y no insistir en lo que hay que cambiar.
Y además, hay un elemento que no figura como relevante en todas estas ideas del 2012 y el 2013, quizá porque el problema entonces no parecía tan agudo: ¿pueden contribuir las (buenas) universidades a aligerar el problema de la España vaciada? Yo creo que claramente sí, y más en el contexto en el que estamos de necesidad de promover la innovación como respuesta al vaciamiento y a la transición justa. Por lo tanto, creo que a la lista de reformas de la universidad sería conveniente añadir la necesidad de descentralizar, de llevarnos algunos de los mejores campus, o de los nuevos que se quieran abrir, a las regiones vaciadas, como palanca de desarrollo.
Y es que las universidades pueden hacer mucho. Pero no hablo de los campus docentes como los que se han abierto en muchas provincias españolas: eso, que no está necesariamente mal (siempre que no distraigan recursos), no consigue sostener una economía local, sólo formar a los locales para que luego se vayan a buscar trabajo fuera, salvo que hagan formación intermedia, al estilo de lo que hacen los community colleges americanos. Para sostener la economía hace falta formar, pero luego aplicar el conocimiento al desarrollo empresarial. Y la evidencia del impacto de las buenas universidades parece estar ahí (sobre todo para ciudades medianas). Habiendo vivido el año pasado en Cambridge doy fe del impulso que la universidad ha supuesto para el desarrollo de un polo de innovación empresarial muy importante, y de cómo esto ha supuesto una atracción de población a lo que antes era, como decían los locales, una ciudad menos que provinciana (y siempre considerada un pueblito en comparación con Oxford). Lehigh es otro ejemplo de cómo una universidad puede sostener una región en decadencia.
Por supuesto, no todos los sitios valen. Pero hay muchos que sí. Decía Fernando hace ya muchos años en este blog que para atraer talento hacía falta un sitio agradable, con vivienda barata, y buenas comunicaciones internacionales. Madrid y Barcelona no cumplen con lo segundo. Pero Segovia, Valladolid, Logroño, Toledo, Guadalajara, Ciudad Real, Cuenca o León por ejemplo, sí que cumplen. Con trenes de alta velocidad, o muy cerca de aeropuertos internacionales, con vivienda muy asequible, con zonas verdes...
No entiendo pues cómo nos empeñamos en seguir abriendo universidades en Madrid o Barcelona o Valencia, en lugar de invertir en el futuro de la España vaciada y en el de las universidades de calidad.
NOTA: Aunque aquí me centro en el efecto tractor de las universidades, evidentemente hay otras instituciones que también pueden generar actividad económica y servir como tractores en estas zonas: hospitales punteros, entes públicos (por ejemplo, de los que yo conozco, CNMC, CORES, etc....¿por qué tienen que estar en Madrid?)
ADD: Justo unos días después ha aparecido esta entrada en Nada es Gratis sobre las cosas que no se cuentan de la España vaciada. Y creo que afortunadamente mi propuesta es bastante coherente con lo que dicen...y creo que también con lo que dicen en este artículo del NYTimes, algo distinto en su contexto, eso sí.
Los retos sí los comparto: la universidad debe ser un motor central de la economía; y para ello debe adaptar sus enseñanzas, preservar la equidad (más y mejores becas), atraer estudiantes extranjeros, aumentar el número de estudiantes que hacen másteres, mejorar la selección y contratación, más movilidad internacional, más transferencia e innovación, mejora reputacional y visibilidad internacional, mejorar sistemas de gobierno universitario. El problema es que todo esto en lo que hace falta tanta mejora es difícilmente compatible con esa visión tan optimista de la situación actual.
Esto me parece particularmente sorprendente porque ya llevamos mucho tiempo dándole vueltas a esto. Precisamente fue la Fundación Encuentro la que organizó una conversación en la radio que me sirvió para escribir mis ideas sobre la necesaria reforma. Luego incluso el Gobierno encargó un libro blanco (que acabó donde acaban todos estos libros blancos, en un cajón...). El caso es que creo que hay bastantes elementos claros de qué habría que cambiar en la universidad española, comenzando por la gobernanza. No sé pues qué sentido tiene felicitarse de lo (poco) conseguido y no insistir en lo que hay que cambiar.
Y además, hay un elemento que no figura como relevante en todas estas ideas del 2012 y el 2013, quizá porque el problema entonces no parecía tan agudo: ¿pueden contribuir las (buenas) universidades a aligerar el problema de la España vaciada? Yo creo que claramente sí, y más en el contexto en el que estamos de necesidad de promover la innovación como respuesta al vaciamiento y a la transición justa. Por lo tanto, creo que a la lista de reformas de la universidad sería conveniente añadir la necesidad de descentralizar, de llevarnos algunos de los mejores campus, o de los nuevos que se quieran abrir, a las regiones vaciadas, como palanca de desarrollo.
Y es que las universidades pueden hacer mucho. Pero no hablo de los campus docentes como los que se han abierto en muchas provincias españolas: eso, que no está necesariamente mal (siempre que no distraigan recursos), no consigue sostener una economía local, sólo formar a los locales para que luego se vayan a buscar trabajo fuera, salvo que hagan formación intermedia, al estilo de lo que hacen los community colleges americanos. Para sostener la economía hace falta formar, pero luego aplicar el conocimiento al desarrollo empresarial. Y la evidencia del impacto de las buenas universidades parece estar ahí (sobre todo para ciudades medianas). Habiendo vivido el año pasado en Cambridge doy fe del impulso que la universidad ha supuesto para el desarrollo de un polo de innovación empresarial muy importante, y de cómo esto ha supuesto una atracción de población a lo que antes era, como decían los locales, una ciudad menos que provinciana (y siempre considerada un pueblito en comparación con Oxford). Lehigh es otro ejemplo de cómo una universidad puede sostener una región en decadencia.
Por supuesto, no todos los sitios valen. Pero hay muchos que sí. Decía Fernando hace ya muchos años en este blog que para atraer talento hacía falta un sitio agradable, con vivienda barata, y buenas comunicaciones internacionales. Madrid y Barcelona no cumplen con lo segundo. Pero Segovia, Valladolid, Logroño, Toledo, Guadalajara, Ciudad Real, Cuenca o León por ejemplo, sí que cumplen. Con trenes de alta velocidad, o muy cerca de aeropuertos internacionales, con vivienda muy asequible, con zonas verdes...
No entiendo pues cómo nos empeñamos en seguir abriendo universidades en Madrid o Barcelona o Valencia, en lugar de invertir en el futuro de la España vaciada y en el de las universidades de calidad.
NOTA: Aunque aquí me centro en el efecto tractor de las universidades, evidentemente hay otras instituciones que también pueden generar actividad económica y servir como tractores en estas zonas: hospitales punteros, entes públicos (por ejemplo, de los que yo conozco, CNMC, CORES, etc....¿por qué tienen que estar en Madrid?)
ADD: Justo unos días después ha aparecido esta entrada en Nada es Gratis sobre las cosas que no se cuentan de la España vaciada. Y creo que afortunadamente mi propuesta es bastante coherente con lo que dicen...y creo que también con lo que dicen en este artículo del NYTimes, algo distinto en su contexto, eso sí.
miércoles, 4 de diciembre de 2019
martes, 3 de diciembre de 2019
Informe España 2019
Hace unos días la Cátedra JM Martín Patino de la Cultura del Encuentro presentó una edición más de su Informe España, como siempre de interés, aunque unos capítulos más que otros :).
Muy, muy interesante el capítulo de Actitudes frente a la globalización y el populismo en España. Y cómo la ideología y la actitud hacia los distintos componentes de la globalización (económica, política y cultural) explican el populismo de izquierda y derecha. Y cómo no está claro el espacio para un centro liberal de verdad, cuando se analizan estos tres componentes, porque las élites cosmopolitas no parecen existir...(relacionado, un podcast de Ezra Klein sobre las clases modernas viene al pelo).
El capítulo sobre dinámicas urbanas en un contexto de creciente desigualdad y globalización también es muy interesante y repleto de números. Ilustra muy bien las paradojas a las que se enfrentan las ciudades, como el conflicto entre atracción de talento (y de rentas) y sus consecuencias sobre los precios de las viviendas. Y clasifica a los municipios españoles en 6 clusteres en función de sus características, lo que también es interesante de cara al diagnóstico y a la posible solución. Lo único que no me gusta es que tiende a encontrar un único culpable, el capitalismo (al que asocia indisolublemente con la especulación) y en cambio no habla de las (malas) políticas urbanas que estimulan esta especulación...
El número también incluye capítulos de interés sobre la evolución de la mortalidad en España, y todas sus implicaciones; o sobre pobreza energética, en el que he tenido el honor de colaborar. El de digitalización es también recomendable, aunque quizá algo más difícil para mí de aterrizar en cuanto a sus implicaciones positivas o negativas.
El de universidades, en cambio, bastante decepcionante, como ya me ha pasado otras veces. Y es que parece difícil escribir críticas certeras desde dentro del sistema.... Más sobre ello en un post posterior.
Muy, muy interesante el capítulo de Actitudes frente a la globalización y el populismo en España. Y cómo la ideología y la actitud hacia los distintos componentes de la globalización (económica, política y cultural) explican el populismo de izquierda y derecha. Y cómo no está claro el espacio para un centro liberal de verdad, cuando se analizan estos tres componentes, porque las élites cosmopolitas no parecen existir...(relacionado, un podcast de Ezra Klein sobre las clases modernas viene al pelo).
El capítulo sobre dinámicas urbanas en un contexto de creciente desigualdad y globalización también es muy interesante y repleto de números. Ilustra muy bien las paradojas a las que se enfrentan las ciudades, como el conflicto entre atracción de talento (y de rentas) y sus consecuencias sobre los precios de las viviendas. Y clasifica a los municipios españoles en 6 clusteres en función de sus características, lo que también es interesante de cara al diagnóstico y a la posible solución. Lo único que no me gusta es que tiende a encontrar un único culpable, el capitalismo (al que asocia indisolublemente con la especulación) y en cambio no habla de las (malas) políticas urbanas que estimulan esta especulación...
El número también incluye capítulos de interés sobre la evolución de la mortalidad en España, y todas sus implicaciones; o sobre pobreza energética, en el que he tenido el honor de colaborar. El de digitalización es también recomendable, aunque quizá algo más difícil para mí de aterrizar en cuanto a sus implicaciones positivas o negativas.
El de universidades, en cambio, bastante decepcionante, como ya me ha pasado otras veces. Y es que parece difícil escribir críticas certeras desde dentro del sistema.... Más sobre ello en un post posterior.
lunes, 2 de diciembre de 2019
Las guerras del agua
The Economist nos muestra lo frecuente que es la relación entre agua y conflicto, a partir de una base de datos del Pacific Institute...y por tanto, lo que nos puede esperar en un contexto de menor disponibilidad hídrica por el cambio climático si no tomamos medidas adecuadas.
viernes, 29 de noviembre de 2019
Alberto Godenzi, in memoriam
Hace unos días me enteré por casualidad de la repentina muerte de Alberto Godenzi, uno de los tipos con más visión y criterio que he conocido en la universidad, además de una persona excepcional. Una referencia para todos los gestores universitarios.
Tuve la suerte de intercambiar muchas ideas con Alberto en el poco tiempo en el que interactué con él, aunque desgraciadamente su muerte ha impedido que ni siquiera lográramos comenzar a trabajar en algunos de los proyectos que habíamos planteado en nuestras conversaciones. Una pena, a añadir a la de su pérdida. Ojalá que Boston College logre al menos desarrollar las propuestas que Alberto llegó a formular antes de irse.
Descanse en paz.
Tuve la suerte de intercambiar muchas ideas con Alberto en el poco tiempo en el que interactué con él, aunque desgraciadamente su muerte ha impedido que ni siquiera lográramos comenzar a trabajar en algunos de los proyectos que habíamos planteado en nuestras conversaciones. Una pena, a añadir a la de su pérdida. Ojalá que Boston College logre al menos desarrollar las propuestas que Alberto llegó a formular antes de irse.
Descanse en paz.
Las consecuencias indeseadas de la desinversión en fósiles
Una opinión muy sensata, en mi opinión, sobre la desinversión en compañías basadas en fósiles, y sobre sus posibles consecuencias
jueves, 28 de noviembre de 2019
El credo de Neil Gaiman: el valor de las ideas, incluso las equivocadas
Una de estas casualidades, el otro día escuché hablar a José María Rodríguez Olaizola SJ de este credo, lo busqué, y me pareció buenísimo, y más en estos tiempos en que pocos respetan las ideas de los demás, y en lugar de discutirlas se usan como armas arrojadizas. Así que lo comparto por si ayuda a centrarse.
Casualidad porque justo me estoy leyendo American Gods, buenísimo. Ahí van un par de citas espectaculares:
Casualidad porque justo me estoy leyendo American Gods, buenísimo. Ahí van un par de citas espectaculares:
Women survive their men. Men - men like him - don't live long when their women are gone. You'll see - he'll just start wandering, all the familiar things are going to be gone with her. He gets tired and he fades and then he gives up and then he's gone. Maybe pneumania will take him or maybe it'll be cancer, or maybe his heart will stop. Old age, and all the fight gone out of you. Then you die.
There's never been a true war that wasn't fought between two sets of people who were certain they were in the right. The really dangerous people believe that they are doing whatever they are doing solely and only because it is without question the right thing to do. And that is what makes them dangerous.
miércoles, 27 de noviembre de 2019
Los tres pilares del liderazgo
Muy buena entrevista con Frances Frei de Chris Anderson. Me ha gustado particularmente la primera parte en la que cuenta cómo construir un buen liderazgo, y sobre todo, cómo motivar a los empleados.
Como respuesta a una propuesta de Anderson, Frei dice que por ejemplo, no basta con que el objetivo de la empresa, o de la ONG, sea arreglar el mundo, como plantean muchas. Si luego la dirección de la organización no muestra comportamientos coherentes, lógicos, que inspiren confianza, y alineados con este objetivo, lo único que conseguirán será frustrar a los trabajadores. Algo por supuesto extrapolable a las universidades, en las que, como en muchas otras organizaciones basadas en el conocimiento y buen desempeño de sus empleados, la motivación es fundamental. Algo en lo que insiste precisamente Michael Fullan.
Como respuesta a una propuesta de Anderson, Frei dice que por ejemplo, no basta con que el objetivo de la empresa, o de la ONG, sea arreglar el mundo, como plantean muchas. Si luego la dirección de la organización no muestra comportamientos coherentes, lógicos, que inspiren confianza, y alineados con este objetivo, lo único que conseguirán será frustrar a los trabajadores. Algo por supuesto extrapolable a las universidades, en las que, como en muchas otras organizaciones basadas en el conocimiento y buen desempeño de sus empleados, la motivación es fundamental. Algo en lo que insiste precisamente Michael Fullan.
martes, 26 de noviembre de 2019
Evidencias sobre la eficiencia energética en hogares
Un proyecto europeo con muy buena pinta, del que desgraciadamente he sabido hace muy poco. Y con conclusiones interesantes, algunas ya conocidas o propuestas por nosotros:
- que las ayudas a la eficiencia pueden ser regresivas, y que conviene dirigirlas a los hogares con rentas bajas (no porque ahorremos más energía, sino porque evitamos el free-rider);
- que los hogares confían más en los suministradores que en el gobierno (esto reconozco que me ha sorprendido, la verdad..., tendré que leer con cuidado esta parte);
- y que las medidas de apoyo financiero pueden ayudar a reducir el rechazo a otras medidas coercitivas más costosas.
- que las ayudas a la eficiencia pueden ser regresivas, y que conviene dirigirlas a los hogares con rentas bajas (no porque ahorremos más energía, sino porque evitamos el free-rider);
- que los hogares confían más en los suministradores que en el gobierno (esto reconozco que me ha sorprendido, la verdad..., tendré que leer con cuidado esta parte);
- y que las medidas de apoyo financiero pueden ayudar a reducir el rechazo a otras medidas coercitivas más costosas.
lunes, 25 de noviembre de 2019
Cómo incentivar el reciclaje
Y, aunque la solución a nuestros problemas debe estar en la reducción del consumo siempre antes que en el reciclaje, parece difícil pensar que este no vaya a tener un papel importante que jugar. Y, por lo tanto, que habrá que buscar formas de incentivarlo, sobre todo teniendo en cuenta que no sólo respondemos a incentivos económicos. Magali Delmas nos cuenta algunas cosas que han funcionado, aunque ninguna sea definitiva.
viernes, 22 de noviembre de 2019
Los beneficios de comprar menos
Tengo pendiente escribir algo sobre este greenwashing constante al que
nos someten muchas empresas, que nos venden que la forma de luchar
contra el cambio climático o las demás crisis
económico-ambientales-sociales es comprar sus productos verdes...algo
que evidentemente no es cierto más que en el margen relativo, pero no en
el absoluto, que es el que importa. Pero mientras consigo sacar un rato
para hacer esto, y además hacerlo sin que me salga demasiada bilis,
esto que acabo de leer es una buena introducción.
En esta entrevista nos cuentan algo que me parece muy importante, que comprar menos es más satisfactorio que comprar verde.
Lo malo es que cambiarlo no es tan sencillo, para empezar porque el propio hecho de seguir comprando es una contradicción en la que caemos muchos:
En esta entrevista nos cuentan algo que me parece muy importante, que comprar menos es más satisfactorio que comprar verde.
We thought originally that both of these greener behaviors—buying green and buying less—should have a positive impact on well-being, because they are proactive coping mechanisms. We did not see that emerge with green buying, but we did see that emerge with reduced consumption.Esto es algo muy importante, porque esa compra verde a la que nos animan desde distintos sitios como la estrategia triunfadora (sobre todo para las empresas, claro) puede ser muy mala, por muy verde que sea, en cuanto que supone seguir consumiendo recursos:
Green materialism is a loophole for continued consumption and not changing your lifestyle.Interesante también la reflexión que hacen sobre las implicaciones financieras, muy en la línea de lo que defiende Mr. Money Moustache (otro de mis ídolos) justo estos días...
Lo malo es que cambiarlo no es tan sencillo, para empezar porque el propio hecho de seguir comprando es una contradicción en la que caemos muchos:
Why do we follow this consumerist ideal—a holiday honoring shopping—when we all know it’s not the values that we are trying to convey and live? Why?Supongo que al menos es importante que seamos conscientes de nuestras contradicciones.
jueves, 21 de noviembre de 2019
Las cuentas de la fiabilidad del suministro eléctrico
Un problema característico de los EEUU, y más aún estos días en California: cómo lograr la fiabilidad del suministro eléctrico cuando la red no puede dártelo (algo que, afortunadamente, no es generalmente un problema en Europa y menos en España). Meredith Fowlie echa sus cuentas y concluye que la mejor opción desde el punto de vista económico es un generador de gasolina, algo que saben muchos usuarios rurales en España a los que no sirve la red...pero también, muy sensatamente, apunta a otras cuestiones muy importantes:
- Primero, que no todos los factores de la decisión son necesariamente económicos;
- Segundo, que todo esto está determinado por la estructura de tarifas y por tanto por las señales económicas, que deberían estar bien diseñadas si queremos que el óptimo social coincida con el óptimo individual;
- Tercero, que, abundando en lo anterior, cuidado con el posible conflicto entre la solución centralizada (la mejora de la red) y la descentralizada.
Como digo, un problema característicamente estadounidense...pero las reflexiones sí son extrapolables a nuestro contexto.
- Primero, que no todos los factores de la decisión son necesariamente económicos;
- Segundo, que todo esto está determinado por la estructura de tarifas y por tanto por las señales económicas, que deberían estar bien diseñadas si queremos que el óptimo social coincida con el óptimo individual;
- Tercero, que, abundando en lo anterior, cuidado con el posible conflicto entre la solución centralizada (la mejora de la red) y la descentralizada.
Como digo, un problema característicamente estadounidense...pero las reflexiones sí son extrapolables a nuestro contexto.
miércoles, 20 de noviembre de 2019
El MIT dice que hay que esperar más para tener coches eléctricos
Basan su previsión en una cuestión fundamental: creen que es imposible bajar de los 100 $/Wh en el coste de las baterías, porque eso supondría que los costes de la materia prima (litio, básicamente) tendrían que no crecer, algo que no es coherente con el gran crecimiento esperado de su demanda.
Claro, esto tiene algunos puntos débiles también:
- Primero, lo de los 100 aplica en países con bajo coste de los combustibles fósiles (por su baja fiscalidad). En sitios como Europa el coche eléctrico puede ser competitivo sin llegar a esos niveles;
- Segundo, supone que el coste de extraer el litio y el resto de materias primas no bajará, algo que tampoco es necesariamente cierto;
- Tercero, como mencionan en el artículo, aunque el coste no baje, si el rango y la duración de las baterías aumenta, aumenta la competitividad.
En todo caso, y como en cualquier predicción sobre el futuro, habrá que esperar para ver quién se lleva el gato al agua.
Claro, esto tiene algunos puntos débiles también:
- Primero, lo de los 100 aplica en países con bajo coste de los combustibles fósiles (por su baja fiscalidad). En sitios como Europa el coche eléctrico puede ser competitivo sin llegar a esos niveles;
- Segundo, supone que el coste de extraer el litio y el resto de materias primas no bajará, algo que tampoco es necesariamente cierto;
- Tercero, como mencionan en el artículo, aunque el coste no baje, si el rango y la duración de las baterías aumenta, aumenta la competitividad.
En todo caso, y como en cualquier predicción sobre el futuro, habrá que esperar para ver quién se lleva el gato al agua.
martes, 19 de noviembre de 2019
La importancia de contar buenas historias
Seth Godin destila lo esencial. Y es que, en general, los investigadores no tenemos conciencia de lo importante que es saber contar historias en nuestros papers, en nuestras presentaciones...y si nadie lee o escucha por falta de interés, ¿qué sentido tiene escribir o contar?
lunes, 18 de noviembre de 2019
Ventajas e inconvenientes del suministro público de electricidad
En estos días en que, como consecuencia del pacto de gobierno propuesto, ha vuelto a salir en la conversación la nacionalización del suministro eléctrico, Borenstein reflexiona sobre las consecuencias de una demanda similar en EEUU (sólo para transporte y distribución, no generación), a partir de los problemas con los incendios en California.
Su conclusión, con la que estoy de acuerdo: la clave es contar con un regulador suficientemente competente, para poder seguir aprovechando las ventajas de innovación y eficiencia del operador privado y a la vez asegurar el beneficio social. Si no nos fiamos del regulador, ¿por qué nos vamos a fiar del operador público?
Su conclusión, con la que estoy de acuerdo: la clave es contar con un regulador suficientemente competente, para poder seguir aprovechando las ventajas de innovación y eficiencia del operador privado y a la vez asegurar el beneficio social. Si no nos fiamos del regulador, ¿por qué nos vamos a fiar del operador público?
viernes, 15 de noviembre de 2019
Recomendaciones de Martin Wolf sobre política climática
Difícil estar en desacuerdo con él. Lo de "effective, legitimate and global" me recuerda al "loud, long and legal" que siempre mencionaba Ignacio Pérez Arriaga...
jueves, 14 de noviembre de 2019
Gates, sobre la descarbonización de los edificios
Nada particularmente novedoso para los lectores de este blog, pero con algunos enlaces interesantes a empresas innovadoras en las que invierte Gates, o a una calculadora de emisiones embebidas en la construcción.
Relacionado, avances en la fabricación de cemento...aunque ya avisan que será difícil de escalar, y también será difícil encontrar qué hacer con el CO2 capturado.
Relacionado, avances en la fabricación de cemento...aunque ya avisan que será difícil de escalar, y también será difícil encontrar qué hacer con el CO2 capturado.
miércoles, 13 de noviembre de 2019
martes, 12 de noviembre de 2019
Avances en tecnología de aviación
Interesante resumen de las líneas de investigación y desarrollo en tecnología aérea, aunque desgraciadamente la conclusión es que por ahora no hay soluciones realistas para la descarbonización.
lunes, 11 de noviembre de 2019
¿Qué prioridad política debe tener la lucha contra el cambio climático?
Esto es lo que discuten, de forma muy interesante, Kate Marvel y Ezra Klein. Aunque no llegan a ninguna conclusión, la conversación vale la pena.
viernes, 8 de noviembre de 2019
The paradox of choice, de Schwartz
Un libro que, aunque tenía ganas de leer desde que leí su artículo (o vi su charla), no pensaba que me fuera a gustar tanto. Pensaba que sería, como otros muchos, un par de artículos estirados para llenar 200 páginas. Pero no, el libro da para mucho, y de hecho tomé muchas más notas de las que esperaba :).
El libro no sólo habla de maximizadores y satisfactores, que era lo que yo conocía como aportación fundamental de Schwartz, sino también de arrepentimiento, coste de oportunidad con opciones múltiples…Los maximizadores y satisfactores son el hilo conductor, pero Schwartz cubre muchos más elementos de toma de decisiones de interés, y por lo tanto el libro es una buena referencia también para el que quiere aprender cómo mejorar su toma de decisiones. Como además está escrito en un lenguaje muy accesible (y la traducción al español es bastante buena, salvo la curiosa forma de traducir el título) creo que es un libro además recomendable para cualquiera.
El mensaje central de Schwartz es que la libertad de elección, esa que según la teoría económica neoclásica debería ser estupenda, no siempre nos hace más felices, ni más libres, porque, sobre todo para los maximizadores, se convierte en una jaula, por la carga cognitiva que supone, por nuestros errores en la toma de decisiones (sesgos), y por el peso del arrepentimiento, que acaban llevando a que nunca estemos satisfechos con nuestras decisiones. Como esta libertad de elección ha ido aumentando en los últimos años, y además se ha ampliado a otras esferas (incluyendo por ejemplo religión, orientación sexual, apariencia física, etc.) el resultado es un aumento de la insatisfacción.
En la base de este mensaje están tres cuestiones, a las que dedica los correspondientes capítulos. La primera es el coste psicológico de los “trade-offs” o coste de oportunidad. Es curioso que, siendo el coste de oportunidad un elemento fundamental para tomar decisiones correctas, cuando hay decisiones con criterios múltiples se convierte en una trampa, porque siempre hay algún aspecto en que la alternativa no elegida era mejor. Y por lo tanto el coste de oportunidad se multiplica. Quizá precisamente esto sea lo que esté detrás de otra paradoja muy conocida en teoría de la decisión, la independencia de alternativas irrelevantes…Y además, cuantas más alternativas tengamos, mayor será la experiencia del coste de oportunidad, y por tanto, menor la satisfacción que proporciona la alternativa elegida.
La segunda es el arrepentimiento, tanto anticipado como post-decisión. Este arrepentimiento, si además se combina con responsabilidad y culpa, es tremendamente destructivo y paralizante. Aquí la imaginación, tan buena para algunas cosas, también nos juega una mala pasada, al permitirnos generar un gran número de resultados contrafactuales, que además generalmente son “ascendentes”, es decir, tendemos a pensar más en un estado imaginario mejor que lo que realmente pasó.
La tercera es el número de errores que cometemos a la hora de tomar decisiones. Y Schwartz se centra en la diferencia entre la utilidad prevista y la experimentada o recordada. Como, por un lado, tendemos a recordar selectivamente las experiencias anteriores, por otro, minusvaloramos nuestra capacidad de adaptación (tanto ante lo bueno como ante lo malo), y por último, tendemos a tener expectativas demasiado altas (en parte debido a la comparación con otros, que también ha aumentado en los últimos tiempos), la consecuencia es que somos muy malos a la hora de estimar bien la utilidad prevista de nuestras decisiones. Y por tanto, nos equivocaremos más de lo deseado, y nos arrepentiremos más de lo previsto.
En resumen:
Schwartz también recomienda luchar contra este mantra tan común como es la defensa de la autonomía y el control individual. Dice, y creo que tiene razón, que el compromiso profundo y la pertenencia a grupos sociales e instituciones como la familia u otras asociaciones reduce la carga de la toma de decisiones, y la insatisfacción:
El libro no sólo habla de maximizadores y satisfactores, que era lo que yo conocía como aportación fundamental de Schwartz, sino también de arrepentimiento, coste de oportunidad con opciones múltiples…Los maximizadores y satisfactores son el hilo conductor, pero Schwartz cubre muchos más elementos de toma de decisiones de interés, y por lo tanto el libro es una buena referencia también para el que quiere aprender cómo mejorar su toma de decisiones. Como además está escrito en un lenguaje muy accesible (y la traducción al español es bastante buena, salvo la curiosa forma de traducir el título) creo que es un libro además recomendable para cualquiera.
El mensaje central de Schwartz es que la libertad de elección, esa que según la teoría económica neoclásica debería ser estupenda, no siempre nos hace más felices, ni más libres, porque, sobre todo para los maximizadores, se convierte en una jaula, por la carga cognitiva que supone, por nuestros errores en la toma de decisiones (sesgos), y por el peso del arrepentimiento, que acaban llevando a que nunca estemos satisfechos con nuestras decisiones. Como esta libertad de elección ha ido aumentando en los últimos años, y además se ha ampliado a otras esferas (incluyendo por ejemplo religión, orientación sexual, apariencia física, etc.) el resultado es un aumento de la insatisfacción.
En la base de este mensaje están tres cuestiones, a las que dedica los correspondientes capítulos. La primera es el coste psicológico de los “trade-offs” o coste de oportunidad. Es curioso que, siendo el coste de oportunidad un elemento fundamental para tomar decisiones correctas, cuando hay decisiones con criterios múltiples se convierte en una trampa, porque siempre hay algún aspecto en que la alternativa no elegida era mejor. Y por lo tanto el coste de oportunidad se multiplica. Quizá precisamente esto sea lo que esté detrás de otra paradoja muy conocida en teoría de la decisión, la independencia de alternativas irrelevantes…Y además, cuantas más alternativas tengamos, mayor será la experiencia del coste de oportunidad, y por tanto, menor la satisfacción que proporciona la alternativa elegida.
La segunda es el arrepentimiento, tanto anticipado como post-decisión. Este arrepentimiento, si además se combina con responsabilidad y culpa, es tremendamente destructivo y paralizante. Aquí la imaginación, tan buena para algunas cosas, también nos juega una mala pasada, al permitirnos generar un gran número de resultados contrafactuales, que además generalmente son “ascendentes”, es decir, tendemos a pensar más en un estado imaginario mejor que lo que realmente pasó.
La tercera es el número de errores que cometemos a la hora de tomar decisiones. Y Schwartz se centra en la diferencia entre la utilidad prevista y la experimentada o recordada. Como, por un lado, tendemos a recordar selectivamente las experiencias anteriores, por otro, minusvaloramos nuestra capacidad de adaptación (tanto ante lo bueno como ante lo malo), y por último, tendemos a tener expectativas demasiado altas (en parte debido a la comparación con otros, que también ha aumentado en los últimos tiempos), la consecuencia es que somos muy malos a la hora de estimar bien la utilidad prevista de nuestras decisiones. Y por tanto, nos equivocaremos más de lo deseado, y nos arrepentiremos más de lo previsto.
En resumen:
El éxito de la modernidad ha resultado ser agridulce, y a donde quiera que miremos vemos que el factor que más ha contribuido a ello es la abundancia de opciones. Tener demasiadas opciones produce una sensación psicológica de desasosiego, sobre todo cuando se mezcla con el arrepentimiento, la preocupación por el estatus, la adaptación, la comparación social, y quizá lo más importante, con la maximización o deseo de tener lo mejor de todo.Frente a esto, Schwartz defiende que es mejor aprender a ser “satisfactor”, a conformarse con elecciones suficientemente buenas, pero no necesariamente las mejores. De hecho, esta estrategia, como ya mostraba Simon, se convierte en precisamente la estrategia óptima, aunque en su base no lo sea, porque es la que reduce el coste en términos de tiempo y esfuerzo de la toma de decisiones, y es la que minimiza el arrepentimiento. Otra recomendación importante es tratar de reducir el número de decisiones que hay que tomar, prefijando algunas mediante normas o rutinas (similar al pre-commitment de Schelling), y apreciando las restricciones. Curiosamente aquí Schwartz traslada mensajes que sólo se hicieron famosos varios años después, con la publicación de Nudge. También propone reforzar nuestra actitud de agradecimiento, que contrarresta muy eficazmente el arrepentimiento. Y algo interesante: pensar en el coste de oportunidad del coste de oportunidad, es decir, saber que tenerlo siempre en cuenta (sobre todo cuando no es esencial aunque sea muy alto, como cuando todas las alternativas son muy parecidas) conlleva unos costes muy elevados de tiempo y esfuerzo. Y por supuesto: saber gestionar las expectativas.
Schwartz también recomienda luchar contra este mantra tan común como es la defensa de la autonomía y el control individual. Dice, y creo que tiene razón, que el compromiso profundo y la pertenencia a grupos sociales e instituciones como la familia u otras asociaciones reduce la carga de la toma de decisiones, y la insatisfacción:
Las expectativas inalcanzables y la tendencia a asumir una excesiva responsabilidad personal en el fracaso forman una combinación letal. El problema revestirá especial gravedad en el caso de los maximizadores.Lo mismo que ocurría con las oportunidades perdidas, con el arrepentimiento, la adaptación, o la comparación social, los maximizadores sufrirán más que los satisfactores como consecuencia de las altas expectativas y la culpabilidadNota: El libro tiene un pequeño problema, y es que utiliza demasiado experimentos psicológicos afectados por la crisis de la replicabilidad, o incluso sin llegar a ello, de la falta de validez universal. Sin embargo, creo que Schwartz maneja esto relativamente bien, porque los usa como ilustración y no como argumento, incluso quitándoles importancia en muchas ocasiones.
jueves, 7 de noviembre de 2019
¿Reduce emisiones cambiar a agricultura orgánica?
Un debate muy interesante cuando planteamos escenarios futuros para la energía y el clima es el de la dieta alimentaria, de los cultivos que tendremos, y de cómo cultivaremos. En algunos ámbitos se defiende que la única solución es una dieta vegana y orgánica. La parte vegana, por las evidentes reducciones de emisiones de GEI que se lograrían eliminando el consumo de carne, cuya producción es mucho más intensiva en estos gases; la parte orgánica, al evitar emisiones asociadas a la fertilización nitrogenada, muy relevante. Evidentemente, ambas opciones tienen también inconvenientes, bien conocidos. En este artículo analizan el coste en términos de superficie adicional que supone que todo el Reino Unido se pase consumir producto orgánico, y concluyen que, al ser menor la productividad de este tipo de cultivos (un 50% global), las emisiones de CO2 podrían aumentar si las nuevas tierras de cultivo vienen de espacios naturales.
Claro, sería interesante evaluar el impacto de otros supuestos: ¿y si no sólo consumimos orgánico, sino que además pasamos a una dieta más mediterránea, es decir, con mucho menor consumo de carne, y menos calorías?¿Cuál sería el impacto entonces?¿Y si las nuevas tierras de cultivo, en lugar de ser tierras "robadas" al bosque, vienen de tierras abandonadas en Europa? No digo evidentemente que esto sea una solución, ni que tengamos todos que ir a dietas orgánicas, pero creo que ayudaría a situar la discusión en un contexto más razonable.
Claro, sería interesante evaluar el impacto de otros supuestos: ¿y si no sólo consumimos orgánico, sino que además pasamos a una dieta más mediterránea, es decir, con mucho menor consumo de carne, y menos calorías?¿Cuál sería el impacto entonces?¿Y si las nuevas tierras de cultivo, en lugar de ser tierras "robadas" al bosque, vienen de tierras abandonadas en Europa? No digo evidentemente que esto sea una solución, ni que tengamos todos que ir a dietas orgánicas, pero creo que ayudaría a situar la discusión en un contexto más razonable.
miércoles, 6 de noviembre de 2019
Cuando la economía circular se hace lineal
O, sobre las consecuencias indeseadas de la economía circular mal entendida, para el caso del acero pero fácilmente extrapolable a otros. Y me refiero a cuando se interpreta exclusivamente como una forma de generar más negocio, sin realmente querer reducir el consumo.
Not all steel needs to go back to its origin for circularity to take place and be useful, but the less attention we give to how steel circulates, the less environmental benefits we accrue from the secondary metals market.El artículo es muy interesante entero.
martes, 5 de noviembre de 2019
Debate sobre el impuesto a la riqueza (o al patrimonio)
Un debate muy interesante entre Emmanuel Saez, Larry Summers, y Greg Mankiw sobre la conveniencia, viabilidad de un impuesto a la riqueza. Relevante también para España y su impuesto sobre el patrimonio. Como a Alex Tabarrok, a mí el que más me convence es Summers...incluso aunque no creo que sea concluyente. Eso sí, el ejemplo de Mankiw es muy curioso.
lunes, 4 de noviembre de 2019
Soluciones para la eficiencia en rentas bajas
Según Cathy Wolfram, parece que el acceso al crédito es una barrera muy importante en el caso de los habitantes de Kibera. Parece razonable pensar que esto mismo pueda estar pasando también para otras rentas bajas incluso en países en desarrollo...no tanto por falta de acceso a crédito necesariamente, como por aversión extrema al riesgo.
jueves, 31 de octubre de 2019
Shafak, en defensa de la sociedad civil y la tolerancia
En estos tiempos que corren viene bien escuchar a gente como Shafak y Anderson, defendiendo el papel de la tolerancia, la sociedad civil, y la ciudadanía global. De este podcast viene la cita que hace poco puse en Twitter:
Faith is way too important to leave to the religious; and patriotism is way too important to leave to the nationalists; just like the tech world is way too important to leave to tech monopolies; and politics is way too important to leave to politicians.
El futuro dentro de 50 años
Una encuesta muy interesante de Quartz, con respuestas más interesantes todavía. Eso sí, lleva un rato leerlo todo...
martes, 29 de octubre de 2019
El Rocky Mountain Institute apuesta por los camiones de hidrógeno
Reconociendo, eso sí, sus limitaciones, pero subrayando sus ventajas con respecto a las baterías. El reto fundamental creo que está en la distribución del hidrógeno...sin olvidar la preocupación por la seguridad de transportar este combustible.
lunes, 28 de octubre de 2019
viernes, 25 de octubre de 2019
Implicaciones distributivas de las políticas de apoyo a la fotovoltaica
Interesante artículo de Energy Policy, en el que se confirma para California una intuición bastante generalizada: que hay que tener cuidado con los impactos distributivos de las subvenciones (en este caso, las asociadas a la fotovoltaica y al autoconsumo), porque puede ser que sean las rentas más altas las que las estén aprovechando.
The rapid growth of distributed solar adoption in California provides an opportunity to lower electricity bills for the adopters and realize additional community benefits, including grid resilience and lower grid emissions. It is unclear, however, whether this transition is occurring equitably across the state's various demographic and socioeconomic groups and whether historically disadvantaged environmental justice (EJ) communities have been able to exploit the bill savings and other associated benefits of rooftop solar. Here we analyze the cumulative and annualized (spatial and temporal) rates of PV adoption across California and compare those with data from the state's cumulative impact EJ methodology (CalEnviroScreen). We find persistently lower levels of PV adoption in disadvantaged communities, suggesting clear distributive and equity impacts of existing PV support policies, and indicating that the benefits bypass some of the state's most vulnerable populations. The analysis reveals strong correlation of solar adoption with not only socioeconomic variables, but also with health, environmental and demographic indicators, contributing to our growing understanding of the role these factors play in household clean-energy adoption trends. The results provide a baseline from which to develop more effective policies, strategically design incentives, and track the efficacy of existing solar programs that target disadvantaged communities.
jueves, 24 de octubre de 2019
Coches eléctricos vs fósiles: emisiones a lo largo del ciclo de vida
Una buena comparación de las emisiones a lo largo del ciclo de vida de vehículos convencionales y elétricos, hecha además para dos países interesantes como referencia: Australia y Nueva Zelanda.
miércoles, 23 de octubre de 2019
Admiración por la naturaleza
Eso es lo que creo que ha conseguido Sir David Attenborough a lo largo de su carrera: que todos admiremos la naturaleza y estemos dispuestos a defenderla por los motivos correctos. Por eso yo, al contrario que según parece George Monbiot, sí creo que ha seguido la trayectoria correcta, tal y como explican bien en esta estupenda reseña en The Guardian. De hecho, estoy seguro de que su enfoque templado ha contribuido a que sea la autoridad en la que más confían los británicos (y también mis hijas, grandes fans suyas...) acerca de cuestiones energético-ambientales, mucho más que otras organizaciones ecologistas....
Y esto me recuerda que acaban de publicarse los ganadores del Wildlife Photographer of the Year, y como otros años, es algo que también contribuye a fomentar esa admiración por la naturaleza y que vale la pena disfrutar.
Y esto me recuerda que acaban de publicarse los ganadores del Wildlife Photographer of the Year, y como otros años, es algo que también contribuye a fomentar esa admiración por la naturaleza y que vale la pena disfrutar.
martes, 22 de octubre de 2019
Dos buenos podcasts sobre la conciencia y la felicidad
Dos estupendas entrevistas en TED Interview. No sólo por el interés de lo que dicen los entrevistados, sino también por la aportación de Chris Anderson.
- Dan Gilbert actualiza su mensaje sobre la felicidad y la adaptación. Algunas cosas ya las sabíamos de su Stumbling on Happiness, otras las matiza. Y sobre todo, hace una reflexión muy interesante sobre el cambio climático.
- Anil Seth, sobre el misterio de la conciencia. De nuevo, no cuenta nada nuevo, pero lo cuenta muy bien, y como me gusta a mí, plantea muchas más preguntas que respuestas.
Y me encanta el final del segundo, en el que Chris anuncia la siguiente entrevista con Elif Shafak. Atención a la cita, insuperable.
- Dan Gilbert actualiza su mensaje sobre la felicidad y la adaptación. Algunas cosas ya las sabíamos de su Stumbling on Happiness, otras las matiza. Y sobre todo, hace una reflexión muy interesante sobre el cambio climático.
- Anil Seth, sobre el misterio de la conciencia. De nuevo, no cuenta nada nuevo, pero lo cuenta muy bien, y como me gusta a mí, plantea muchas más preguntas que respuestas.
Y me encanta el final del segundo, en el que Chris anuncia la siguiente entrevista con Elif Shafak. Atención a la cita, insuperable.
Faith is way too important to leave to the religious; and patriotism is way too important to leave to the nationalists; just like the tech world is way too important to leave to tech monopolies; and politics is way too important to leave to politicians. In all these fields we can become more engaged citizens.
lunes, 21 de octubre de 2019
El nuevo peaje en Nueva York: otro ejemplo más para Madrid o Barcelona
El otro día, en el resumen de nuestro último foro, señalaba cómo los peajes parecen ser una de las mejores formas de controlar la congestión y la contaminación en las ciudades, y además recaudando dinero para financiar mejor el transporte público. Nueva York va a implantarlo justo de esa forma. Y nosotros seguimos con soluciones muy inferiores...
viernes, 18 de octubre de 2019
Buenas prácticas de movilidad en las universidades
Cuando calculamos la huella de carbono de la universidad, el aspecto más preocupante (aunque no incluido habitualmente) era la huella de la movilidad de los alumnos, y en menor medida, de los profesores. Por eso, una verdadera estrategia de sostenibilidad debería tratar esta cuestión. En esta web que me envía Manel Ferri se recopilan buenas prácticas de movilidad en universidades.
jueves, 17 de octubre de 2019
La sabiduría de Alain Bertaud
Un gusto escuchar a este hombre, lleno de sabiduría, sentido común, y también de humor, hablar sobre urbanismo, un tema absolutamente central para enfrentarnos a los retos del transporte.
miércoles, 16 de octubre de 2019
Los riesgos de las finanzas sostenibles
Buena reflexión sobre el riesgo de que esto a veces se convierta en greenwashing o marketing oportunista y acabe generando rechazo.
as financial institutions rush to profit from the ESG trend, there is a clear danger that they will oversell the ethical and commercial benefits of such investments. And as investors see gaps between what is being promised and delivered, they may start to become disillusioned. It would be a shame if a movement with genuine potential to change the world were stopped in its tracks by old-fashioned misselling.
martes, 15 de octubre de 2019
Nobel de Economía merecido para Banerjee, Duflo y Kremer
Merecidísimo en mi opinión. No sólo por el tema al que se dedican, estupendo por parte del comité el reconocer la lucha contra la pobreza como un tema fundamental, sino por hacerlo mediante métodos experimentales que también constituyen una innovación de gran interés (a pesar de las críticas de Deaton y Cartwright), y que ellos, en mi opinión, utilizan con mucha honestidad.
ADD: Deirdre McCloskey tampoco está muy contenta con este Nobel...aunque, sinceramente, a mí no me convence, primero porque su argumento no es contra los investigadores premiados, sino por el mal uso de otros de la herramienta; segundo, porque su segundo argumento es precisamente lo que trata de evitar el enfoque de Banerjee et al, la discusión exclusivamente basada en los argumentos y no en las evidencias, algo de lo que desgraciadamente la disciplina de la economía del desarrollo está demasiado cargada (recuérdense las discusiones Sachs - Easterly - Collier); tercero, porque decir que estos experimentos no son éticos, y que lo que es ético es plantear políticas basadas sólo en la ocurrencia de algunos, y no en la evidencia, me parece que no tiene mucha defensa. El comentario de Kevin Bryan me parece muchísimo más útil.
ADD: Deirdre McCloskey tampoco está muy contenta con este Nobel...aunque, sinceramente, a mí no me convence, primero porque su argumento no es contra los investigadores premiados, sino por el mal uso de otros de la herramienta; segundo, porque su segundo argumento es precisamente lo que trata de evitar el enfoque de Banerjee et al, la discusión exclusivamente basada en los argumentos y no en las evidencias, algo de lo que desgraciadamente la disciplina de la economía del desarrollo está demasiado cargada (recuérdense las discusiones Sachs - Easterly - Collier); tercero, porque decir que estos experimentos no son éticos, y que lo que es ético es plantear políticas basadas sólo en la ocurrencia de algunos, y no en la evidencia, me parece que no tiene mucha defensa. El comentario de Kevin Bryan me parece muchísimo más útil.
lunes, 14 de octubre de 2019
Cómo cerrar el carbón sin traumas
Este tema ya lo tratamos en una jornada hace tiempo, ahora hay un nuevo paper que también ofrece enseñanzas interesantes, sobre todo justo en estos días en que la cuestión vuelve a cobrar protagonismo en España. A ver si somos capaces de aprender de la evidencia...
viernes, 11 de octubre de 2019
Cambio climático: wishful thinking vs realidad
De acuerdo, Vaclav Smil puede ser que sea algo pesimista al repetir que las transiciones energéticas llevan su tiempo....pero Rockstrom et al creo que pecan de lo contrario. En este Roadmap afirman que es posible reducir en un 50% las emisiones a nivel global para 2030. Y, sinceramente, habiendo hecho números para España, a mí me parece imposible. No es que las medidas que proponen estén mal, ni mucho menos. Todas tienen mucho sentido. Lo que dudo es que seamos capaces de llevarlas al nivel requerido en 10 años. Y sí, ahora hay un cierto impulso...pero más mediático que real.
Por ejemplo, en España subiremos del 40% al 80% las renovables en el sector eléctrico (uno de las acciones menos complicadas). ¿Serán capaces los demás del subir del 5 al 80% en el mismo período? En España reduciremos nuestras emisiones un 30% de 2020 a 2030. ¿Será el resto capaz de reducir un 50% en el mismo período? Incluso aunque fuera factible técnicamente (que no es lo mismo que decir que las tecnologías u opciones están disponibles), ¿cuál sería el coste de todo esto? Mi impresión es que mayor que los costes de no actuar, incluso aunque estos últimos estén algo hinchados.
Sinceramente, nunca he tenido claro si este tipo de informes basados en el "wishful thinking", cuyo beneficio claro es la inspiración que ofrecen, no tienen un coste mayor en términos de pérdida de credibilidad.
Por ejemplo, en España subiremos del 40% al 80% las renovables en el sector eléctrico (uno de las acciones menos complicadas). ¿Serán capaces los demás del subir del 5 al 80% en el mismo período? En España reduciremos nuestras emisiones un 30% de 2020 a 2030. ¿Será el resto capaz de reducir un 50% en el mismo período? Incluso aunque fuera factible técnicamente (que no es lo mismo que decir que las tecnologías u opciones están disponibles), ¿cuál sería el coste de todo esto? Mi impresión es que mayor que los costes de no actuar, incluso aunque estos últimos estén algo hinchados.
Sinceramente, nunca he tenido claro si este tipo de informes basados en el "wishful thinking", cuyo beneficio claro es la inspiración que ofrecen, no tienen un coste mayor en términos de pérdida de credibilidad.
jueves, 10 de octubre de 2019
La Comisión Europea quiere reformar la imposición energética
Nada sorprendente, claro, a la vista de la situación actual:
The EDT lays down rules for the taxation of energy products used as motor or heating fuels and for electricity. Today’s report shows that while it initially made a positive contribution to the internal market, current rules do not contribute to the new EU regulatory framework and policy objectives in the area of climate and energy, where technology, national tax rates and energy markets have all evolved considerably over the past 15 years. For example, no link exists between the minimum tax rates of fuels and their energy content and CO2 emissions.
miércoles, 9 de octubre de 2019
martes, 8 de octubre de 2019
Un resumen de por qué el AVE no es rentable socialmente
Aunque generalmente he ido blogueando los análisis que iban publicando en Nada es Gratis, aquí va un resumen muy clarito de la muy baja rentabilidad social del AVE. Alucinante lo de que la inversión en capital público en España haya tenido un impacto negativo sobre el crecimiento económico...
Cómo reducir las emisiones del transporte marítimo
Un buen resumen de los problemas del transporte marítimo para reducir emisiones, y de las alternativas y sus ventajas e inconvenientes. Particularmente interesante la vía del amoníaco, que elimina las restricciones que plantean otros combustibles sintéticos basados en CO2.
lunes, 7 de octubre de 2019
Los límites del precio al CO2
Un gusto leer cómo incluso los economistas más ortodoxos como Borenstein se van convenciendo de que el precio al CO2 es un elemento importante, pero que no puede ser el único, para reducir las emisiones. Entre otras cosas, porque incluso lo que menciona él como ventaja principal, el incentivo a sustituir tecnologías, tiene un límite.
viernes, 4 de octubre de 2019
La influencia de los tipos de interés en las renovables
La verdad es que las conclusiones de este reciente paper no parecen demasiado revolucionarias: dado que la estructura de costes de las renovables es la que es, con la mayor parte enterrada en costes fijos, los tipos de interés son fundamentales para su rentabilidad. Pues claro! Precisamente esa ha sido una de las razones del éxito de las FIT: que permitían lograr financiaciones muy ventajosas, y por tanto, reducir el coste.
Lo curioso es que, cuando nos hemos puesto a investigar sobre el impacto de los tipos de interés en la instalación de renovables en distintas partes del mundo (en breve contaré más en detalle el estudio), no hemos sido capaces de encontrar ninguna relación. Una posible explicación es que, al requerir subsidios, el extracoste de un tipo de interés alto se internalizaba en el subsidio, y por tanto se apantallaba la inversión. Esto, evidentemente, cambiaría si las renovables tuvieran que desarrollarse sin ningún tipo de subsidio, porque ahí el tipo de interés sí afecta a la rentabilidad.
Lo que no me convence es la novedad de la solución propuesta: una política que compensa las variaciones del tipo de interés. Esto es lo que ya han hecho otras políticas previas. Además, la gran pregunta es cómo, y si realmente hace falta, proteger a las renovables en el mercado. Porque, al fin y al cabo, este impacto de los tipos de interés no es nuevo, es de hecho la razón de que los ciclos combinados tuvieran tanto éxito frente a otras tecnologías fósiles (al tener un coste de inversión bajo estaban protegidos). Y hasta ahora no he visto razones para intervenir por un problema de tipos de interés. ¿No bastaría, una vez lograda la competitividad, asegurarse de que las fósiles pagan un precio suficiente por el CO2, y dejar al mercado funcionar?
Lo curioso es que, cuando nos hemos puesto a investigar sobre el impacto de los tipos de interés en la instalación de renovables en distintas partes del mundo (en breve contaré más en detalle el estudio), no hemos sido capaces de encontrar ninguna relación. Una posible explicación es que, al requerir subsidios, el extracoste de un tipo de interés alto se internalizaba en el subsidio, y por tanto se apantallaba la inversión. Esto, evidentemente, cambiaría si las renovables tuvieran que desarrollarse sin ningún tipo de subsidio, porque ahí el tipo de interés sí afecta a la rentabilidad.
Lo que no me convence es la novedad de la solución propuesta: una política que compensa las variaciones del tipo de interés. Esto es lo que ya han hecho otras políticas previas. Además, la gran pregunta es cómo, y si realmente hace falta, proteger a las renovables en el mercado. Porque, al fin y al cabo, este impacto de los tipos de interés no es nuevo, es de hecho la razón de que los ciclos combinados tuvieran tanto éxito frente a otras tecnologías fósiles (al tener un coste de inversión bajo estaban protegidos). Y hasta ahora no he visto razones para intervenir por un problema de tipos de interés. ¿No bastaría, una vez lograda la competitividad, asegurarse de que las fósiles pagan un precio suficiente por el CO2, y dejar al mercado funcionar?
jueves, 3 de octubre de 2019
Emisiones a lo largo de la vida de los vehículos eléctricos
El otro día, en una charla que dí para un evento de innovación organizado por SENER, me preguntaron acerca de las emisiones de ciclo de vida de los vehículos eléctricos en comparación con los vehículos de combustión. Mi respuesta, muy rápida dado el tiempo disponible, fue que, si bien el tener en cuenta el ciclo de vida puede aumentar un 20% las emisiones de los vehículos eléctricos, la clave es el mix eléctrico: si este es mayoritariamente renovable, no hay color. Y a este respecto lo importante no es el mix actual, cuando no hay apenas vehículos eléctricos, sino el que habrá cuando estos tengan una cuota significativa del mercado.
Y, en la transición, ¿qué hacemos? Pues habrá que tener en cuenta la velocidad de rotación del parque, y el avance de la descarbonización en el sector eléctrico. También, tal como nos indican en este estudio de MIT, el uso que se hace del vehículo y la localización geográfica. Eso sí, hablando del artículo, el título y la conclusión me parece bastante sesgada: si uno ve los resultados, la conclusión es que los vehículos ligeros aportan muy poquito con respecto a los convencionales, y que en cambio lo que más interesa en casi todos los casos en los que los eléctricos no son ya claros ganadores es apostar por los híbridos...
Y, en la transición, ¿qué hacemos? Pues habrá que tener en cuenta la velocidad de rotación del parque, y el avance de la descarbonización en el sector eléctrico. También, tal como nos indican en este estudio de MIT, el uso que se hace del vehículo y la localización geográfica. Eso sí, hablando del artículo, el título y la conclusión me parece bastante sesgada: si uno ve los resultados, la conclusión es que los vehículos ligeros aportan muy poquito con respecto a los convencionales, y que en cambio lo que más interesa en casi todos los casos en los que los eléctricos no son ya claros ganadores es apostar por los híbridos...
miércoles, 2 de octubre de 2019
martes, 1 de octubre de 2019
Las limitaciones de los estándares
Lucas Davis ilustra muy bien las limitaciones de los estándares para lograr reducciones eficientes en el uso de la energía o en nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Muy clarito todo, muy bien planteado....lo malo es que no dedica el mismo esfuerzo a explicar las limitaciones de los precios y de los instrumentos informativos. Porque si lo hiciera, quizá no sería tan drástico en sus conclusiones...y es que, efectivamente, los estándares son en general muy poco eficientes...pero lo que él propone puede ser muy poco efectivo.
lunes, 30 de septiembre de 2019
La confusión entre ciencia normativa y positiva
No tengo claro si el error es del periodista o de los autores, para eso habrá que esperar a leer el paper...Pero el caso es que, a partir de una investigación que confirma algo que ya sabíamos, que la gente toma decisiones basándose en la diferencia de valor entre las alternativas, y no tanto en su valor real, esta es la conclusión que sacan:
They demonstrated that optimal decisions must be based not on the true value of the possible choices but on the difference in value between them. The results, which you can read all about in the journal Nature Neuroscience, show that this decision-making strategy maximises the amount of reward received.Y esto, en mi opinión, es un error: lo que debería decir el paper, y la noticia, no es que haya que tomar decisiones así, porque aunque eso aumenta la satisfacción en el cerebro, no es necesariamente la mejor estrategia. Es cierto que, de alguna forma, la diferencia recoge el coste de oportunidad, y este coste es relevante. Pero también es cierto que tenerlo demasiado en cuenta conduce a la parálisis y a la insatisfacción, como siempre nos cuenta Barry Schwartz. Además, esta estrategia nos lleva a dedicar demasiado tiempo a decisiones en las que las diferencias son muy pequeñas, cuando lo racional sería precisamente todo lo contrario: tirar una moneda y listo.
viernes, 27 de septiembre de 2019
A glorious accident, de Kaizer
Este libro, ya antiguo, y que además leí hace ya tiempo (pero que no había podido reseñar aún) transcribe un conjunto de entrevistas emitidas en TV en 1993 (y disponibles en Youtube).
Sin embargo, y a pesar de la edad, que se nota en algunas partes, es un gusto de libro, básicamente porque da acceso al pensamiento de varias mentes brillantes que se prestan a dar su visión sobre algunas preguntas “incontestables”, y que, desde luego, darían para varios miles de libros. Los expertos son Oliver Sacks, Daniel Dennett, Stephen Jay Gould, Freeman Dyson, Rupert Sheldrake, Stephen Toulmin. Unos más que otros, por supuesto, y también con distintos niveles de credibilidad. En todo caso, aquí tenemos la oportunidad de disfrutar de una versión condensada de su pensamiento y sus inquietudes, y, por supuesto, de que aparezcan muchas más preguntas que respuestas, algo que, en mi opinión, también tiene mucho valor.
Todo viene de una idea algo peregrina de Kaizer, como él mismo explica:
En cambio, Stephen Jay Gould es mucho más provocador, con un par de ideas interesantes sobre la libre voluntad. La primera me recuerda a algo que comentaba Santi hace poco en el blog, y es que la clave es cómo definimos la libre voluntad en términos prácticos.
Sin embargo, y a pesar de la edad, que se nota en algunas partes, es un gusto de libro, básicamente porque da acceso al pensamiento de varias mentes brillantes que se prestan a dar su visión sobre algunas preguntas “incontestables”, y que, desde luego, darían para varios miles de libros. Los expertos son Oliver Sacks, Daniel Dennett, Stephen Jay Gould, Freeman Dyson, Rupert Sheldrake, Stephen Toulmin. Unos más que otros, por supuesto, y también con distintos niveles de credibilidad. En todo caso, aquí tenemos la oportunidad de disfrutar de una versión condensada de su pensamiento y sus inquietudes, y, por supuesto, de que aparezcan muchas más preguntas que respuestas, algo que, en mi opinión, también tiene mucho valor.
Todo viene de una idea algo peregrina de Kaizer, como él mismo explica:
One languid summer night, I wrote down some questions on the back of an old hotel bill, for no reason except to kill a little time. Why do some bamboos flower only once every 120 years, and how do they count the passing of the years? Why do we call grass green? How can someone love Rilke and Beethoven with all his heart, and at the same time butcher people as methodically as if he were stamping forms? How does a homing pigeon, released hundred of miles from its loft, find its way back to those few square inches? Was the appearance of our consciousness in an insignificant group of monkeys swinging through the trees intentional, pure chance, or an accident? Will there really be a time when we can download our consciousness in a computer and achieve immortality? Why is it that, to quote my beloved Immanuel Kant, at one and the same time our existence can seem as majestic as it seems ridiculous?Oliver Sacks es el primero en intervenir, y su discusión sobre la analogía entre el cerebro y el ordenador es muy interesante, aunque creo que se ha quedado anticuada, porque él se quedó en un concepto de computación en el que las redes neuronales todavía existían al nivel actual.
p22. I am now convinced there is no computer in my head, that natural intelligence is not like artificial intelligence, and tha thinking is not like computation. We do not have hardware and software in the usual sense, nor do we have a memory store, or information processing in the mechanical sense. Our brain is altogether more of a biological nature, in some ways much more powerful than computation, in other ways less powerful.
A robot seems to have a repertoire that it cannot leave, whereas creatures seem to be above all nonprogrammatic, to change the experience and deal with events.Pero esto no significa que todo lo que dice haya que descartarlo. Tiene reflexiones muy interesantes sobre la conciencia:
p23. I am worried about the reduction of thought to algorithms. An algorithm is a mechanical procedure to solve a problem. I think one should ask: Is human thought, or for that matter animal thought, algorithmic?
I do think that our consciousness and for that matter the responses of many animals, at least higher animals, depend on constructing a scene or a scenario. I think this scene may consist of, if not an infinite, at least a very large number of details, arranged in some sort of organic and dramatic unity, and also a sort of resilience, so that things can be slightly wrong or slightly distorted.
I cannot in my mind isolate movement from consciousness.O sobre la dificultad de replicar el cerebro particular de una persona (incluso con redes neuronales)
Even in genetically identical people, various epigenetic influences such as cell migration and cell death ensure that by the time of birth every nervous system is unique. It would not be possible, given such diversity of nervous systems, to run algorithms and programs. The hardware is too variable to allow computation. In a computer any variation is an error, but in life variation is of the essence.
Basically the nervous system is individual from the start, continues to be individual, and becomes more and more richly individuated throughout the life of the person or the animal. So the tormenting dichotomy between the computer and the person doesn’t arise, because your brain is molded by your experience even as it molds your experience.A continuación interviene Daniel Dennett, cuyas ideas no me llaman demasiado la atención, la verdad. No tomé ni una sola nota de su parte, quizá porque me parece casi todo wishful thinking.
En cambio, Stephen Jay Gould es mucho más provocador, con un par de ideas interesantes sobre la libre voluntad. La primera me recuerda a algo que comentaba Santi hace poco en el blog, y es que la clave es cómo definimos la libre voluntad en términos prácticos.
p103. “I may not be the master of my own destiny, but my sense of integration probably reflects a biological truth”. We are so complex as to be unpredictable; that what we call free will covers a great range, and that’s why we do have free will, in the traditional sense of freedom.La segunda idea me parece interesante porque me recuerda bastante a Sen:
Someone who’s terribly poor and who lives in a ghetto without any means of existence has little free willFreeman Dyson tiene unos planteamientos que me parecen muy sensatos, aunque a veces quizá demasiado optimista sobre el avance de la ciencia:
There are no unanswerable questions. But it all depends on how long a time scale you’re thinking of.Sobre inteligencia artificial hace una reflexión muy interesante:
(p129) It’s likely there will be a merger. So that we will have neural circuitry doing the jobs that neural circuitry does well, and electronic circuitry doing the jobs that electronic circuitry does well. Very likely the two will be linked together, so you will not be able to tell in the end whether a robot is alive or not…Whether you consider it to be alive is a matter of definition….so that the question whether we will have conscious machines is in a way meaningless, because it’s the question of what you call a machine.Rupert Sheldrake, en cambio, no sé muy bien qué pinta en el libro (creo que Kaizer tampoco lo tiene muy claro). No entiendo cómo se puede poner una idea tan estrambótica como la de la “morphic resonance” junto a las demás: No, la gente no tiene más fácil resolver algo porque ya se haya resuelto antes…Simplemente nos indica que hay problemas que sabemos resolver mejor que otros, o acciones a las que estamos más determinados por nuestras estructuras mentales. Y eso que el hombre no parece falto de sentido común en otras cosas:
p152. The creation of new forms and patterns, new species, new ideas is one of the ultimate problems. I don’t think that science can address it, because science confines itself to the study of regularities and repetitions.El que más me gustó de todos fue Stephen Toulmin:
p191. It’s a curious kind of narcisism to think that every individual creates his own mind and personality from scratch in his own lifetime. There’s none of this sense that we are the inheritors and transmitters of traditions, that our world is shaped for us by the things we grow up into, and which we internalize and make our own.
p192. Wittgenstein showed that things people took as self-evident were based on all kinds of unjustified assumptions
Kaizer: We have plenty of beautiful answers, but formulating the most beautiful question is what it’s all about.
p203. The world is predictable within limits. But the limits begin to appear larger and larger.Y el libro concluye con una mesa redonda que tuvo que ser apasionante en directo, y en la que Gould le da un par de tortas a Teilhard de Chardin:
p231. Take TdC, who had his momentary run of popularity. It was basic old-fashioned mysticism put into such an incomprehensible motion that the history of life was the inexorable progressive increase of spirit over matter, which will eventually culminate in the union of that growing of spirit with God. It’s something he called the omega point. That’s a kind of evolutionary theory that’s much more acceptable to people who want to see the history of life and the universe as progressive. Darwinism is indeed challenging.Y Sacks, sin saberlo, también se la da a Harari (o a Dennett):
p268. I do think that we are, if you want, the sum of the processes and activities in us, but I also think these are not only uniquely marked by our experiences and values but uniquely coded. And I therefore think it would be difficult or impossible to transfer the information to another brain or download it to a machine. It is not information in that sense. It’s a unique organization of incredible complexity, which sort of dies with you.En resumen, un libro que da gusto leer, incluso aunque no estés de acuerdo con mucho de lo que se dice.
jueves, 26 de septiembre de 2019
Ferreira, sobre los límites al crecimiento
Una explicación muy clarita a la Simon de por qué, según él, el hecho de tener un planeta finito no implica necesariamente un crecimiento económico limitado. Y sin recurrir a la exploración espacial. Añadido mío: si en lugar de hablar de crecimiento hablamos de desarrollo, los límites se amplían más aún.
miércoles, 25 de septiembre de 2019
El papel de la actividad económica en la evolución de las emisiones de CO2 en España
Mi entrada de hoy en el blog de Economics.
martes, 24 de septiembre de 2019
Los métodos activos de enseñanza son mejores...pero los alumnos no los quieren
Algo que he podido comprobar con la experiencia: a muchos alumnos, al menos en primera instancia, no les gusta que les hagas trabajar en clase, y prepararse la materia en casa, y participar más, aunque eso suponga que van a aprender más. Hace falta mucho esfuerzo para convencerles de que esto va en su beneficio, y para evitar que acaben preguntando si no hay apuntes para poder empollarse y quitarse la asignatura de encima.
Eso sí, no comparto la conclusión de Tabarrok de que la solución es cargarse las encuestas a los alumnos. Mi experiencia es que los alumnos no son idiotas, y aunque es cierto que a veces evalúan demasiado positivamente a gente con la que no aprenden, no evalúan peor a los que les ayudan a aprender. Otra cosa es que, por supuesto, haya todavía mucho potencial de mejora en estas encuestas. Por ejemplo, y como siempre decía Julián Barquín, habría que repetirles la encuesta al final de los estudios, para que tengan una mejor perspectiva de lo que aprendieron realmente y lo que no.
Creo que la solución pasa más por hacerles ver con frecuencia cómo esta estrategia va en su beneficio (por ejemplo, con pruebas en las que ven su mejora); por diseñar los exámenes para que realmente discriminen a los que han aprendido de los que se han metido una empollada; y sobre todo, a nivel social, por desincentivar a los empollones frente a los que de verdad saben, algo que en España no hemos sido capaces sino todo lo contrario, con todas nuestras oposiciones, énfasis en la memorización, carreras de Medicina o bachilleratos tradicionales, etc. Porque, respecto a esto último, no vale decir que vamos a cambiar por ejemplo los métodos de enseñanza en los colegios o institutos si luego estos chavales se estrellan al enfrentarse a estudios universitarios o pruebas "tradicionales" (por no decir arcaicos). Esto de hecho demostraría la inteligencia de los alumnos cuando lo único que quieren es aprobar: es lo que vale en la sociedad...
Eso sí, no comparto la conclusión de Tabarrok de que la solución es cargarse las encuestas a los alumnos. Mi experiencia es que los alumnos no son idiotas, y aunque es cierto que a veces evalúan demasiado positivamente a gente con la que no aprenden, no evalúan peor a los que les ayudan a aprender. Otra cosa es que, por supuesto, haya todavía mucho potencial de mejora en estas encuestas. Por ejemplo, y como siempre decía Julián Barquín, habría que repetirles la encuesta al final de los estudios, para que tengan una mejor perspectiva de lo que aprendieron realmente y lo que no.
Creo que la solución pasa más por hacerles ver con frecuencia cómo esta estrategia va en su beneficio (por ejemplo, con pruebas en las que ven su mejora); por diseñar los exámenes para que realmente discriminen a los que han aprendido de los que se han metido una empollada; y sobre todo, a nivel social, por desincentivar a los empollones frente a los que de verdad saben, algo que en España no hemos sido capaces sino todo lo contrario, con todas nuestras oposiciones, énfasis en la memorización, carreras de Medicina o bachilleratos tradicionales, etc. Porque, respecto a esto último, no vale decir que vamos a cambiar por ejemplo los métodos de enseñanza en los colegios o institutos si luego estos chavales se estrellan al enfrentarse a estudios universitarios o pruebas "tradicionales" (por no decir arcaicos). Esto de hecho demostraría la inteligencia de los alumnos cuando lo único que quieren es aprobar: es lo que vale en la sociedad...
lunes, 23 de septiembre de 2019
La Comisión Global para acabar con la Pobreza Energética
Recientemente creada, la Comisión tiene como objetivo el mismo que Ignacio nos confesaba tener desde hace ya unos años: dar energía a todos los que no la tienen.
Por eso, y aunque otra gente aparece con cargos más vistosos en esta comisión, no creo estar muy equivocado si pienso que esto es otro producto más de la mente incansable de Ignacio...
Por eso, y aunque otra gente aparece con cargos más vistosos en esta comisión, no creo estar muy equivocado si pienso que esto es otro producto más de la mente incansable de Ignacio...
viernes, 20 de septiembre de 2019
La nueva metodología de tarifas eléctricas: un paso adelante…pero todavía queda camino
Mi entrada de hoy en el blog de Economics.
jueves, 19 de septiembre de 2019
La tensión entre honestidad y liderazgo
Estupenda conversación entre David Deppner y Russ Roberts acerca de los límites de la absolutamente necesaria honestidad y la humildad cuando lo que se demanda del líder/médico/padre/etc. es certeza.
El trozo que más me ha hecho pensar es uno en el que comentan cómo la sociedad selecciona negativamente a los CEOs o políticos, premiando la arrogancia frente a la humildad, en algunos casos incluso premiando a los psicópatas con el poder que tanto ansían. Algo a tener siempre en cuenta cuando escucha la admiración de algunos por los "capitanes de la industria" o los "políticos triunfadores". Como creo que ya he comentado en alguna otra ocasión, sería mucho mejor si seleccionáramos a nuestros políticos de forma aleatoria, como hacían los griegos...o si, como los jesuitas, se escogiera a los líderes precisamente de entre los que no quieren serlo.
El trozo que más me ha hecho pensar es uno en el que comentan cómo la sociedad selecciona negativamente a los CEOs o políticos, premiando la arrogancia frente a la humildad, en algunos casos incluso premiando a los psicópatas con el poder que tanto ansían. Algo a tener siempre en cuenta cuando escucha la admiración de algunos por los "capitanes de la industria" o los "políticos triunfadores". Como creo que ya he comentado en alguna otra ocasión, sería mucho mejor si seleccionáramos a nuestros políticos de forma aleatoria, como hacían los griegos...o si, como los jesuitas, se escogiera a los líderes precisamente de entre los que no quieren serlo.
miércoles, 18 de septiembre de 2019
Algunas consecuencias no inmediatas de los coches autónomos
Para reflexionar:
- Cómo coordinar vehículos y peatones
- Cómo coordinar vehículos autónomos y convencionales
- Qué hacer para no perder ingresos públicos
- Cómo coordinar vehículos y peatones
- Cómo coordinar vehículos autónomos y convencionales
- Qué hacer para no perder ingresos públicos
martes, 17 de septiembre de 2019
Uber no reduce la congestión
Ni Uber, ni ningún servicio similar, claro. Y esto no debería sorprendernos: este tipo de empresas han conseguido abaratar el coste de los desplazamientos (no sólo en términos monetarios, sino también de comodidad), por lo que es normal que hayan supuesto un aumento de la demanda de movilidad, una captura de cuota desde el transporte público, y consecuentemente, más congestión en las ciudades, y más contaminación asociada. Como bien dicen en el artículo hace falta más investigación, y quizá las condiciones en EEUU no sean exactamente iguales para España, pero:
What numbers were available have painted an increasingly unflattering picture. Studies from U.C. Davis, the University of Kentucky, DePaul University, and independent researchers in Boston, San Francisco, and New York City have offered evidence that mobility apps contribute to VMT, congestion, and the decline of public transit ridership.Claramente las respuestas a la movilidad sostenible no pueden venir por estos modelos de negocio...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)