jueves, 29 de agosto de 2013

La política energética de Polonia: muy negra

Y mientras aquí nos quejamos de no tener política energética, ni con reforma ni sin ella, en Polonia se preparan para publicar su estrategia energética a 2050. El componente fundamental: el lignito. Cambio climático, contaminación atmosférica (el lignito suele tener mucho más SO2 que otros carbones, lo que hace que se disparen sus costes externos)...Espero que a nadie se le ocurra titular esta estrategia como "sostenible"...

miércoles, 28 de agosto de 2013

La experiencia del Tesla Model S

Una experiencia de conducción del Tesla, trufada con reflexiones sobre el futuro del coche eléctrico. Si es verdad lo que dicen los de Tesla, el futuro pinta muy bien.

Nueva revista de medio ambiente

ENSIA. Con muy buena pinta, tanto visual como de contenidos:
Ensia is a magazine and event series showcasing environmental solutions in action. Powered by the Institute on the Environment at the University of Minnesota, we connect people who can change the world with the ideas and inspiration they need to do so.

Obama también quiere rankings universitarios

Pero no con los parámetros de Shanghai o THE, sino con otros que le parecen más relevantes: coste, tasas de graduación y de empleo, salarios con los que salen, alumnos de renta baja que estudian allí...Y además, va a ligar las ayudas estatales a la posición en estos rankings. Una decisión muy sensata, porque lo cierto es que el resto de los rankings miden cosas más indirectas, como el prestigio o el nivel de la investigación, pero no la utilidad directa para los alumnos.

“All the things we’re measuring are important for students choosing a college,” a senior administration official said. “It’s important to us that colleges offer good value for their tuition dollars, and that higher education offer families a degree of security so students aren’t left with debt they can’t pay back.”

Por supuesto, este ranking también tendrá problemas, porque sólo estará evaluando una parte de la situación, y eso si es capaz de hacerlo bien, porque hay cosas difíciles de medir. Pero en todo caso no parece una mala inspiración para los sistemas de financiación de las universidades públicas españolas...

martes, 27 de agosto de 2013

¿Hay que subsidiar a la universidad?

Un paper interesante, por lo controvertido al menos:
Higher education is subsidized worldwide, although with pronounced differences in levels of subsidization. While public funds account for about 90% of universities’ budgets in Scandinavian countries, the share of public funds in Great Britain and the US is less that 30%. Subsidization is typically justified by two arguments: It is said to be necessary to enable children from poorer family backgrounds to join universities. The other argument holds that higher education is accompanied by positive externalities. Without subsidization, so the story reads, there would be an underinvestment in higher education. This paper shortly reviews theoretical arguments, as well as empirical evidence on externalities. It is found that evidence on positive externalities is quite limited. What is more, evidence on negative externalities of higher education has been mainly ignored so far. If potential losses due to negative externalities are taken into account, there may be much more reason to suppress higher education than there is reason to subsidize it. We conclude that subsidization can be reasonable in special cases at best. We present a simple model of optimal subsidization for those cases; and evaluate existing subsidization regimes in the U.S., Australia, and Germany. We demonstrate that any of these regimes has severe shortcomings, even if positive externalities are assumed to exist. While the Australian regime of income contingent loans is relatively best, it still offers many opportunities for improvement. We offer some guidance on potential improvements.

lunes, 26 de agosto de 2013

Gestión Activa de la Demanda, según la FSR

Y otro informe del proyecto THINK, esta vez sobre gestión activa de la demanda. Para los que habéis seguido desde aquí los avances del proyecto ADDRESS, nada radicalmente nuevo en sus recomendaciones. De hecho, a veces resulta chocante que desde la EU se financien proyectos tan similares en sus puntos de partida y conclusiones, sin que se les obligue a colaborar para no duplicar esfuerzos.

La regulación de la distribución, según la FSR y Lynne Kiesling

Uno de los informes recientes del proyecto THINK: cómo regular la distribución eléctrica. Publicado apenas un par de meses antes de nuestra reforma eléctrica, se ve que nuestros reformadores no tuvieron tiempo de leerlo, porque básicamente lo que dice es lo contrario de lo que propone el anteproyecto de ley:
-  que hay que diseñar un buen sistema de regulación por incentivos para la distribución
- y que hay que calcular bien las tarifas

Y para rematar, algo que suena casi chistoso:
Accordingly, we see neither the need nor a solid justification for an EU-wide comprehensive harmonization of the regulation of DSOs, although we recommend setting clear minimum requirements in a few key regulatory aspects, as well as the publication of EU guidelines to spread, encourage, and monitor good regulatory practices in some of the critical areas that have been identified in our report
Vamos, que lo que tiene que hacer Europa es tratar de evitar las chapuzas de los reguladores nacionales.

Y, en una propuesta parcialmente alternativa, una entrada reciente de Lynne Kiesling con sus ideas, siempre interesantes, sobre el mismo tema: cómo regular la distribución para que permita la innovación.

lunes, 12 de agosto de 2013

El metano del Ártico

Uno de los mecanismos potenciales de realimentación más potentes del cambio climático es la liberación del metano almacenado en el permafrost. Estos días ha surgido un debate alrededor de un comentario publicado en Nature sobre la posible aceleración de este proceso, que, la verdad, preocupa. Revkin resume el estado de la discusión, concluyendo que la cosa no parece tan cercana como dicen.

sábado, 10 de agosto de 2013

Malos tiempos para la innovación en España

No es que no lo supiéramos ya, pero por si acaso, aquí está la certificación de COTEC:
Tanto la opinión de los expertos, consultados a principios de este año, como los datos recogidos en el Informe evidencian el deterioro de la mayoría de los indicadores y apuntan a su empeoramiento futuro. La evolución más preocupante es la reducción del gasto corriente en I+D empresarial, que demuestra que la crisis ya está destruyendo la escasa capacidad investigadora de las empresas españolas. Entre los pocos aspectos positivos cabe destacar la mejora de las exportaciones de bienes de equipo y la reducción del fracaso escolar.

viernes, 9 de agosto de 2013

¿Hace falta una ANECA?

Me señala Antonio Sáenz de Miera esta columna de su buen amigo Paco Laporta sobre la ANECA y su ausencia de utilidad. Creo que todos, o muchos, compartimos con él algunas de sus preocupaciones: la elevada burocracia del organismo, su falta de coherencia (un buen ejemplo es su distinto criterio, expresado en cuestión de meses, a la hora de convalidar trabajos fin de grado realizados en el extranjero), el poco sentido de que sea un órgano político...Pero no me atrevo, la verdad, a decir si la ANECA es inútil o no. Sería más inútil en un país en que la universidad fuera autónoma y también responsable de sus cuentas: en ese caso, sería el prestigio de la institución aval suficiente para sus programas de estudio o calidad de sus profesores.

Sin embargo, eso no quiere decir que no haya incluso en estos países una entidad acreditadora, tanto de la calidad profesional de los estudios (como ABET para ingeniería) como de la calidad educativa de los centros. Por ejemplo, Harvard pasa como cualquier otro una acreditación de NEASC, necesaria entre otras cosas para obtener fondos federales. Sí, el alcance no es el mismo de la ANECA, y la gestión es privada, pero la filosofía es similar. Y es que la acreditación, como en cualquier otro negocio, no está reñida con la libertad, sino que sirve para dar información a los consumidores. Por tanto, creo que es falso el argumento de ANECA vs. libertad universitaria.

Otra cuestión es el caso español.  En un sistema como el nuestro con universidades soportadas con fondos públicos, en muchos casos con una gobernanza más que deficiente, sin rendición de cuentas ni responsabilidad, ¿de verdad que nos atrevemos a dejarlas sin fiscalizar, por ese falso conflicto entre libertad universitaria y acreditación? Yo, sinceramente, no lo haría. Por eso yo diría que ANECA sí, pero bien gestionada.

Innovación solar

Un par de noticias interesantes:

- un nuevo material fotovoltaico que puede tener futuro como competidor (o complemento) del silicio
- y la última convocatoria de ARPA-E, el programa FOCUS:
The FOCUS program is looking for projects that research and develop solar technologies beyond current photovoltaic and concentrated solar power models. Research will specifically confront the persistent and most inhibiting performance weakness of existing solar technologies and a major obstacle for improving solar cost competitiveness: providing consistent energy supply when the sun is not shining.

De la economía de la felicidad y la buena vida

Un par de libros curiosos que he leído esta semana, y que creo que se merecen una reseña en el blog: Happiness, de Richard Layard, y How much is enough, de Robert y Edward Skidelsky.

Digo que son curiosos porque, aunque escritos con unos cuantos años de diferencia (2004 vs 2012), cuentan con elementos muy similares pero a la vez buscan el antagonismo (bueno, los segundos con el primero, claro).

El elemento similar fundamental es su objetivo: los dos defienden que hay que abandonar el crecimiento (o PIB) como objetivo económico y sustituirlo por alcanzar algo para lo que, aunque usan palabras distintas, cuando lo explican viene a ser muy parecido: la buena vida, o la vida feliz.

Más similaridades: los principios en los que debe basarse esta vida son muy parecidos. Layard los llama los Big Seven: relaciones familiares, situación financiera, trabajo, comunidad y amigos, salud, libertad personal, y valores personales. Los bienes básicos de los Skidelsky son: la salud, la seguridad, el respeto, la autonomía, la armonía con la naturaleza, la amistad y el ocio. De hecho, los dos referencian a Sen o Nussbaum (aunque curiosamente se olvidan de Maslow). También proponen políticas parecidas para alcanzar esta felicidad en lugar de el crecimiento: impuestos al trabajo, desincentivar los anuncios (para reducir el consumo innecesario), reducción del desempleo...

Lo curioso, como decía, es que los Skidelsky buscan el antagonismo, repartiendo mandobles a Layard y al resto de los economistas y filósofos sospechosos de liberales (Rawls, Sen, Nussbaum). Su argumento principal: que la buena vida no es una cuestión económica (como defiende Layard, que se basa en el más puro utilitarismo de Bentham, aunque explicado de forma tal que yo me podría considerar utilitarista), sino un asunto moral. Sus apoyos por tanto están mucho más en el ámbito de la filosofía (sobre todo aristotélica, claro), citando también con frecuencia a la doctrina social de la Iglesia católica.

Los dos libros son interesantes de leer, pero también tienen unos cuantos problemas, uno de mayor calado y otros menores. El de mayor entidad es que cualquier planteamiento de este tipo, en el que se pretende que el objetivo a perseguir por los gobiernos sea una combinación de bienes más o menos virtuosos, se encuentra fácilmente en las fronteras del paternalismo. Aunque en general seguro que todos estamos de acuerdo en gran parte con los principios para la vida virtuosa, lo difícil llega cuando hay que concretarlos, y sobre todo, cuando hay que darles distintas prioridades y recursos (algo que los Skidelsky por ejemplo niegan por principio). Entiéndaseme bien, coincido totalmente con la crítica del crecimiento por sí mismo, y con el propósito de buscar la vida virtuosa (aquí por ejemplo lo defendía ya públicamente el año pasado). Lo que no tengo claro es que los sistemas que proponen ellos para lograrlo sean los mejores, porque en última instancia dependen de alguien que decide qué es lo que nos conviene. Y si ese alguien no es muy fiable, pues mal vamos...me ahorro aquí el chiste fácil sobre la virtud de nuestros políticos contemporáneos, sobre todo en España.

Y luego, pues también los dos tienen puntos cuestionables, sobre todo el de Layard, que trata de ser muy cuantitativo en un tema en que es muy difícil serlo, y que interpreta a veces de forma poco rigurosa e interesada distintos estudios sobre la felicidad. Los Skidelsky tampoco argumentan demasiado bien algunas de sus propuestas, pero, al volar a distinta altura, pueden ahorrarse algunos obstáculos.

En fin, que como decía: dos lecturas interesantes, con un propósito loable, y una línea de investigación que seguro da para mucho.

ADD: Una versión folk de estos libros que acabo de leer hoy por curiosidad.