martes, 30 de abril de 2019

Estado de la pequeña nuclear modular

En ocasiones he dicho que, de cara a 2050, la única tecnología de generación eléctrica que no contemplamos, pero que podría dar una sorpresa, sería una nuclear modular, inherentemente segura, y sin residuos radiactivos de alta actividad. Dan Yurman repasa el estado esta tecnología, y hace algunas preguntas clave.  Por lo que veo, ninguna cubre por ahora el tercer requisito...y esto hace difícil que la opinión pública se vuelva favorable.

lunes, 29 de abril de 2019

El Open Access y sus consecuencias sobre los centros más pobres

Malas, claro. Aunque peor para centros pobres en países ricos (en los que se obliga a publicar en OA) que en los países pobres en los que, creo yo, nadie está obligado a publicar en OA, lo cierto es que el paso a este modelo es perjudicial para todos ellos porque tienen menos recursos. Lo que pasa es que las soluciones propuestas en el artículo tampoco arreglan mucho: un vale para los revisores crea un sesgo evidente sobre quienes publican (los que tienen los vales) y los que no, independientemente de la calidad del trabajo. Hay que seguir buscando soluciones para permitir la publicación científica a su coste real, pero que a la vez pueda de alguna forma subvencionar el coste para los que no lo tienen. ¿Quizá la publicidad pueda ayudar?

viernes, 26 de abril de 2019

Factfulness, de Rosling

Muchos ya conoceréis al tristemente y tempranamente difunto Hans Rosling por sus espectaculares e inspiradoras charlas TED. Este libro suyo, publicado de forma póstuma, puede parecer al principio simplemente (aunque no sea nada simple) una charla TED de las suyas ampliada. Y sólo por eso ya valdría la pena: el libro sigue el esquema de Rosling en el que primero nos muestra lo equivocados que solemos estar respecto al estado del mundo, para luego convencernos de que, aunque estamos mal en muchas cosas, el mundo va mejor (salvo en cambio climático y desigualdad, como ya decimos muchos, y en su conexión, defendiendo hablar de emisiones de CO2 per cápita, por ejemplo).

Así, vamos aprendiendo cómo hemos mejorado en educación infantil o especialmente de niñas, en renta per cápita (haciendo que el mundo no se divida en países desarrollados y en desarrollo, sino realmente en 4 categorías, para lo que recomiendo mirar la web que ha desarrollado), en reducir la pobreza extrema, en esperanza de vida, en muertes por desastres naturales, en tasas de vacunación, en el número de especies amenazadas, o en acceso a la electricidad. Y, sobre todo, en la tendencia más bella según Rosling, en la reducción de la violencia y el mantenimiento de la paz global, que es la que ha permitido todo lo demás. Y todo esto no sólo para felicitarnos por ello, sino para entender qué tenemos que hacer para que siga mejorando. Por ejemplo:
The data shows that half the increase in child survival in the world happens because the mothers can read and write. More children now survive because they don’t get ill in the first place. Trained midwives assist their moders during pregnancy and delivery. Nurses immunize them. They have enough food, their parents keep them warm and clean, people around them wash their hands, and their mothers can read the instructions of that jar of pills. So if your are investing to improve health on Level 1 or 2 [countries], you should put it into primary schools, nurse education, and vaccinations. Big impressive-looking hospitals can wait.
Pero, en mi opinión, el libro es muchísimo más. Con la excusa de los datos, Rosling nos convence no sólo de la importancia de conocer bien el mundo a través de datos objetivos. Sobre todo, nos habla de la importancia de la humildad, de la curiosidad, del pensamiento crítico (lo que implica no fiarse necesariamente de expertos o periodistas), y por supuesto, del elemento humano detrás de todos los números:
I don’t love numbers. I am a huge, huge fan of data, but I don’t love it. It has its limits. I love data only when it helps me to understand the reality behind the numbers, i.e., people’s lives. In my research, I have needed the data to test my hypotheses, by the hypotheses themselves often emerged from talking to, listening to, and observing people. Though we absolutely need numbers to understand the world, we should be highly skeptical about conclusions derived purely from number crunching.
The world cannot be understood without numbers. But the world cannot be understood with numbers alone.
Para ello, Rosling nos va presentando las cuestiones no por temas, sino por sesgos que nos impiden entender mejor la realidad: el sesgo de intentar dividir todo en dos categorías polarizadas; el de prestar más atención a las noticias negativas, o a lo que nos da más miedo (aunque no sea necesariamente lo que más peligro supone en realidad):

Por ejemplo, el terror a la contaminación química que Rosling asocia a no poder usar DDT a pesar de sus beneficios en algunos casos (Rosling lo considera una de las formas más rápidas y baratas de salvar vidas frente a la malaria en campos de refugiados); o la energía nuclear; o la campaña anti-vacunación, sobre la que su opinión es demoledora, a la vez que un estupendo resumen de su forma de pensar (y de su humor):
I love critical thinking and I admire skepticism, but only within a framework that respects the evidence. So if you are skeptical about the measles vaccination, I ask you to do two things. First, make sure you know what it looks like when a child dies from measles. Most children who catch measles recover, but there is still no cure and even with the best modern medicine, one or two in every thousand will die of it. Second, ask yourself, “What kind of evidence would convince me to change my mind?” If the answer is “no evidence could ever change my mind about vaccination” then you are putting yourself outside evidence-based rationality, outside the very critical thinking that first brought you to this point. In that case, to be consistent in your skepticism about science, next time you have an operation please ask your surgeon not to bother washing her hands.
Chemophobia also means that every six months there will be a “new scientific finding” about a synthetic chemical found in regular food in very low quantities that, if you ate a cargo ship or two of it every day for three years, could kill you. At this point, highly educated people put on their worried faces and discuss it over a glass of red wine. The zero-death toll seems to be of no interest in these discussions. The level of fear seems to be entirely driven by the “chemical” nature of the invisible substance.
Y es que el miedo es muy peligroso:
Fear can be useful, but only if it is directed at the right things….Paying too much attention to what is frightening rather than what is dangerous creates a tragic drainage of energy in the wrong directions…It makes whole populations focus on earthquakes and crashing planes and invisible substances when millions are dying from diarrhea and seafloors are becoming underwater deserts.
Más sesgos: el de proyectar las tendencias pasadas como líneas rectas; el de no poner los números en contexto, abusando de los absolutos; el de generalizar excesivamente; el de confundir el cambio lento con el destino inmovilista;
Roughly half a billion people in Africa today are stuck in extreme poverty. If it is their destiny to stay that way, then there must be something unique about this particular group of poor people compared with the billions across the world, including in Africa, who have already escaped extreme poverty. I don’t think there is.
y esto aplica también a los valores, por supuesto:
The macho values that are found today in many Asian and African countries, these are not Asian values, or African values. They are not Muslim values. They are not Eastern values. They are patriarchal values like those found in Sweden only 60 years ago, and with social and economic progress they will vanish, just as they did in Sweden. They are not unchangeable.
Una recomendación muy buena de Rosling para contrastar el cambio lento pero imparable, que yo por ejemplo apliqué cuando quise saber más sobre horarios en España antes de la guerra: hablad con vuestros abuelos.

Otro sesgo: el de utilizar un único punto de vista, el de querer buscar culpables concretos en vez de causas sistémicas, para lo que usa como punto de partida una experiencia real de una de sus clases en la que discutía con sus alumnos acerca de la culpa del comportamiento de las farmacéuticas, y sobre a quién habría que abofetear (concluyendo que a su abuela)...absolutamente insuperable. Más ejemplos: la defensa del mercado por el mercado; o la defensa de la igualdad por la igualdad. Yo añadiría: el usar el cambio climático como excusa para cambiar la sociedad (véase más abajo)…Sí, todo esto ahorra tiempo…pero impide conocer bien la realidad; o, finalmente, el sesgo de confundir lo urgente con lo importante.

Los sesgos no son nuevos, aunque utiliza nombres distintos de los que ya conocemos de Kahneman por ejemplo. Pero eso no hace que la lectura resulte menos interesante, sobre todo porque además Rosling, poniendo la humildad en práctica, nos va contando historias personales en las que él mismo ha caído en todos ellos. Rosling no tiene miedo en mostrarnos nuestras limitaciones a través de las suyas, para que así aprendamos mejor, y para que aprendamos también luchar contra la frustración, como la que produce el hecho de que el miedo nos lleve a lograr algo como la convención de Chicago, que logró un procedimiento para reducir los accidentes de avión (que causan un número ínfimo de muertes al año), y en cambio eso mismo haga que no seamos capaces de ver las 330.000 muertes al año de niños a causa de la diarrea.

Rosling nos advierte también contra la exageración (tan habitual cuando hay una agenda particular por detrás que no se para en la evidencia), ilustrándolo con el caso del cambio climático y su discusión con Al Gore (algo que me recuerda a una discusión sobre la delgada línea entre investigación académica y advocacy):
Climate change is too important for that….Exaggeration undermines the credibility of well-founded data: in this case, data showing that climate change is real, that it is largely caused by greenhouse gases from human activities such as burning fossil fuels, and that taking swift and broad action now would be cheaper than waiting until costly and unacceptable climate change happened. Exaggeration, onece discovered, makes people tune out altogether….Picking only the worst-case scenario…would fall far outside Gampinder’s mission to help people understand the basic facts. I would be using our credibility to make a call to action.
My best understanding is that the link between climate change and migration is very, very weak. The concept of climate refugees is mostly a deliberate exaggeration, designed to turn fear of refugees into fear of climate change, and so build a much wider base of public support for lowering CO2 emissions.
When I say this to climate activists they often tell me that invoking fear and urgency with exaggerated or unsupported claims is justified because it is the only way to get people to act on future risks. They have convinced themselves that the end justifies the means. And I agree that it might work in the short term. But. Crying wolf too many times puts at risk the credibility and reputation of serious climate scientists and the entiere movement. With a problem as big as climate change, we cannot let that happen.
Rosling concluye así el libro:
I have found fighting ignorance and spreading a fact-based worldview to be a sometimes frustrating but utimately inspiring a joyful way to spend my life. I have found it useful and meaningful to learn about the world as it really is. I have found it deeply rewarding to try to spread that knowledge to other people. And I have found it exciting to finally start to understand why spreading that knowledge and changing people’s worldviews have been so damn hard.
Qué conclusión más inspiradora, al menos para mí: esa debería ser la misión de cualquier investigador, creo yo: hablar desde la evidencia y la objetividad, y tratar de convencer a los demás de que esta, y no la demagogia o la ideología ciega, es la vía para resolver nuestros problemas. Quizá por eso nos enorgullece tanto a los que hacemos el Observatorio BP de Energía y Sostenibilidad que el otro día en la presentación los comentaristas nos felicitaran por el esfuerzo de objetividad y continuidad que llevamos haciendo muchos años…

En resumen: Lectura absolutamente recomendada, y como digo no por los datos en si mismos (que se pueden consultar mejor en su web). Si además leéis esto en estos días, quizá se os venga a la cabeza lo mismo que a mi: en estos tiempos de campañas electorales tan deprimentes, y de desinformación o manipulación informativa galopante, ojalá hubiera periodistas o políticos como Rosling, preocupados por trabajar desde los datos objetivos, y por arreglar el mundo de verdad. A esos sí que les leería, y les votaría…

jueves, 25 de abril de 2019

Los chimpancés saben competir mejor

Colin Camerer, uno de los gurús de neuroeconomics (todavía recuerdo el seminario al que tuve la suerte de asistir cuando estaba en Harvard) plantea distintos modelos de comportamiento y los modelos mentales asociados, y compara nuestra forma de razonar con la de los chimpancés (que saben competir mejor, aunque eso no siempre es bueno). El video es muy corto, seguramente demasiado, pero da mucho en que pensar.

martes, 23 de abril de 2019

Consejos para jóvenes (y no tan jóvenes) científicos

E.O. Wilson ofrece sus consejos para disfrutar de la investigación científica. Muchos buenos y sensatos consejos.

Pero lo que más me ha gustado es su énfasis en la necesidad de utilizar la imaginación, la intuición para conectar ideas y conceptos. Y aquí creo que una estupenda referencia puede ser cómo planteó su investigación Adela Conchado, algo que describe muy bien en el Anexo de su tesis, un anexo que debería ser de obligada lectura para cualquiera que se inicia en la investigación (y que además es muy cortito).

lunes, 22 de abril de 2019

La vuelta de la educación privada

The Economist acaba de publicar este informe especial sobre la educación privada, un fenómeno creciente y fácilmente explicable en un mundo en el que la acreditación educativa (y en especial universitaria) se valora cada vez más, no siempre asociada a la calidad real de la educación; y en el que los recursos necesarios y el consenso social para dar educación pública de calidad no siempre están ahí, por mucho que debieran ser absolutamente prioritarios. Aunque fundamentalmente centrado en la educación primaria y secundaria, muchas lecciones son fácilmente extrapolables a la universidad.

Curioso en todo caso pensar cómo algo que comenzó en muchos países (como España) como una iniciativa privada, y se extendió bajo iniciativa pública, ahora vuelve al comienzo, pero con un matiz: la privada 1.0 era sin ánimo de lucro, la 2.0 claramente no...

viernes, 12 de abril de 2019

Hello World, de Hannah Fry

La semana pasada hablaba de un libro perfectamente prescindible. Hoy reseño un libro que podría parecer similar, pero que afortunadamente aporta la suficiente inteligencia y sentido común como para aportar valor real al que lo lee.

Hannah Fry, con ese sentido del humor tan británico, analiza cómo los algoritmos nos ayudan (o no) a tomar decisiones en el ámbito de la información, la justicia, la medicina, los coches, el crimen, y el arte. Además hay dos capítulos más generales, uno que introduce la cuestión sobre todo en términos del poder que concedemos a los algoritmos, y otro final de conclusión y propuestas. Todos están muy bien escritos, y mediante ejemplos muy bien elegidos, consiguen que el lector entienda perfectamente cuáles son las ventajas e inconvenientes del uso de algoritmos, e incluso pone a su alcance entender las distintas técnicas de inteligencia artificial y aprendizaje automático. 

Eso sí, este no es un libro para expertos: para alguien familiarizado con el tema no dice nada nuevo. Pero sí es un estupendo libro para gente a la que le dan miedo los algoritimos, o para aquellos que confían en ellos ciegamente. Porque de lo que está lleno el libro, aparte de explicaciones claras, es de sentido común y sensatez. El capítulo sobre vehículos autónomos me parece excelente, una reflexión muy equilibrada y sin nada del bullshit habitual en todo lo que se refiere a ellos.

Fry no defiende el uso indiscriminado de los algoritmos, pero tampoco es negativa (como algún otro libro anterior): plantea fórmulas constructivas de colaboración entre seres humanos y máquinas. Su punto de partida, que comparto, es que ninguna solución puede ser perfecta. Cuando criticamos a los algoritmos por injustos o por cometer errores, es importante recordar cuál es la alternativa: humanos injustos y que cometen errores.
The choice isn't between a flawed algorithm and some imaginary perfect system. The only fair comparison to make is between the algorithm and what we'd be left with in its absence MIO: A flawed human.

Well designed and properly regulated algorithms can help get rid of systematic bias and random error.
 Así que lo mejor es aprovechar lo mejor de los dos:
Imagine that, rather than exclusively focusing our attention on designing our algorithms to adhere to some impossible standard of perfect fairness, we instead designed them to facilitate redress when they inevitably erred; that we put as much time and effort into ensuring that automatic systems were as easy to challenge as they are to implement. Perhaps the answer is to build algorithms to be contestable from the ground up. Imagine that we designed them to support humans in their decisions, rather than instruct them. To be transparent about why they came to a particular decision, rather than just inform us of the result.
In my view, the best algorithms are the ones that take the human into account at every stage. The ones that recognize our habit of over-trusting the output of a machine, while embracing their own flaws and wearing their uncertainty proudly front and centre.
This is the future I'm hoping for. One where the arrogant, dictatorial algorithms that fill many of these pages are a thing of the past. One where we stop seeing machines as objective masters and start treating them as we would any other source of power. By questioning their decisions; scrutinizing their motives; acknowledging our emotions; demanding to know who stands to benefit; holding them accountable for their mistakes and refusing to become complacent. I think this is the key to a future where the net overall effect of algorithms is a positive force for society. And it's only right that it's a job that rests squarely on our shoulders. Because one thing is for sure. In the age of the algorithm, humans have never been more important.





Y para terminar, por criticar algo :). El capítulo sobre arte me parece bastante más flojo, no habla casi de algoritmos, salvo al final. Y además, no estoy totalmente de acuerdo en su opinión de que los algoritmos no pueden crear arte verdadero, porque creo que tiene un concepto demasiado idealizado de lo que es arte y lo que no (o mejor, de lo que llamamos arte y lo que no). Básicamente porque, si sólo llamamos arte a lo que proponen Tolstoi y Hofstadter (el resultado de una experiencia vital intensa) entonces creo que no habría casi artistas :)

Eso sí,  ese mismo capítulo usa una cita de Twain que me encanta, otra versión del "no hay nada nuevo bajo el sol":
There is no such thing as a new idea. It is impossible. We simply take a lot of old ideas and put them into a sort of mental kaleidoscope. We give them a turn and they make new and curious combinations. We keep on turning and making new combinations indefinitely; but they are the same old pieces of colored glass that have been in use through all the ages.

jueves, 11 de abril de 2019

Observatorio BP de Energía y Sostenibilidad 2018

Hoy presentamos el Observatorio anual de la Cátedra BP, aquí tenéis la nota de prensa. El informe completo estará disponible tras la presentación en nuestra web.


El carbón vuelve a empeorar los indicadores de sostenibilidad del sector energético español

  • El consumo de energía primaria y final en España vuelve a aumentar en 2017 por encima del PIB.
  • Disminuye la intensidad energética primaria, aunque seguimos por encima de la media UE-15.
  • La factura energética española volvió a aumentar, por el aumento de demanda, y el ascenso de los precios finales de la energía.
  • Las emisiones de CO2 y otros contaminantes aumentaron por el mayor uso del carbón, a su vez resultado en parte del mal año hidráulico.
  • La demanda de transporte de pasajeros se redujo, pero aumentó mucho el transporte de mercancías. Este sector sigue siendo el principal sector en términos de consumo de energía y de emisiones de CO2.
Madrid, 11 de abril de 2018 – La Cátedra BP, resultado del acuerdo entre la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE y BP España, ha presentado esta mañana las conclusiones del Informe 2018[1] del Observatorio de Energía y Sostenibilidad.

El Informe 2018 del Observatorio de Energía y Sostenibilidad en España señala que en 2017 el sector energético español consumió 6,3 exajulios (EJ) de energía primaria y emitió, una vez descontadas las exportaciones, 300 millones de toneladas (Mt) de CO2, generando un valor añadido (sin descontar los costes externos) de 48.380 millones de euros (correspondiente aproximadamente a un 3,7% del PIB).

La Cátedra BP concluye que el año 2017 el sistema energético español ha empeorado en todos los indicadores de sostenibilidad energética. Sigue aumentando la demanda de energía (un 3,2% en energía primaria y un 1,4% en energía final), la intensidad energética se reduce, pero seguimos por encima de la media de nuestro entorno, y aumentan la factura energética y las emisiones de CO2.

De nuevo, además, esta evolución viene condicionada por elementos no gestionables, como el ciclo hidrológico o los precios internacionales de los combustibles. Igual que el año pasado la mejora se debía a la meteorología, este año demuestra que no podemos confiar en ella para solucionar nuestros problemas. En un escenario de largo plazo, parece poco razonable fiar la sostenibilidad del sector energético de las precipitaciones, más aún en el caso español, que se enfrenta a un importante riesgo de bajada de las precipitaciones debido al cambio climático.


Así, en ausencia de lluvias, aumentó el uso del carbón un 22%, del gas un 9%, y del petróleo y sus derivados un 3%. Todo esto llevó a una reducción de la cuota de energías renovables, hasta un 10% de la energía primaria, y del 33% de la producción eléctrica; y a un aumento de las emisiones de CO2 (un 4%) y de la intensidad de carbono (un 3,2%) del sector energético, en un contexto en el que debemos reducirlas para cumplir nuestros compromisos con Europa y con el Acuerdo de París.

El sector del transporte, que sigue siendo el principal emisor y consumidor de energía de la economía española, mostró mejoras en el transporte privado por carretera, que se redujo un 3,7%, pero a cambio siguió aumentando el transporte por avión (un 2,8%) y por tren (3,2%). Además, el transporte de mercancías aumentó casi un 8%.

También es preocupante el aumento de la factura energética, no sólo debida al aumento de la demanda. El repunte de los precios internacionales de los combustibles en 2017 supuso un aumento del 53% de los gastos en energía primaria con respecto a 2016, con las consecuencias negativas correspondientes en la competitividad de la industria y la renta de los hogares. El único sector que mantuvo su competitividad fue el refino, que de hecho aumentó su valor añadido en un 6% gracias a las exportaciones. La única solución a este respecto, más allá de mejoras en la fiscalidad que pueden ser únicamente transferencias, es la promoción del ahorro energético, y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles cuyos precios y volatilidad están también fuera de nuestro control.

Hay que recordar además que este gasto energético no incluye los costes externos debidos a la contaminación o la congestión. Cuando se incorporan los costes externos de la contaminación, el valor añadido del sector energético español se reduce más de un 47%. Estos costes externos, de hecho, aumentaron un 6% con respecto al año anterior.

Retos del actual modelo energético español
Desde el punto de vista de la sostenibilidad, el modelo energético español continúa presentando importantes desafíos respecto a las emisiones de CO2, la eficiencia energética, la dependencia energética exterior o al impacto medioambiental. El borrador de Plan Nacional de Energía y Clima publicado en 2019 establece objetivos muy ambiciosos para enfrentarse a estos desafíos, y es una iniciativa muy bienvenida, junto con el Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, o la Estrategia de Transición Justa o de Pobreza Energética.

Sin embargo, creemos que la ambición de los objetivos debe combinarse con la minimización de los costes para el consumidor, con una batería potente de medidas de ahorro y eficiencia energética que cambie nuestra tendencia en este aspecto, y con el despliegue de una estrategia ambiciosa de innovación energética, como elementos también fundamentales para la sostenibilidad. También consideramos fundamental contar con un consenso lo más amplio posible sobre los objetivos y medidas a plantear. A este respecto, el Informe de la Comisión de Expertos, publicado en 2018, demostró que es posible alcanzar un consenso amplio en muchos temas, y puede ser por tanto un buen punto de partida.

Por ejemplo, desde la Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad consideramos que la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética debería incluir algunos elementos muy relevantes y que no se han considerado aún en su borrador: un precio para el CO2 estable y creciente, en el marco de una reforma fiscal verde; un diseño apropiado de los mercados energéticos; una estrategia de innovación energética en un contexto global; y un comité de supervisión independiente que garantice la visión de largo plazo.

Esperamos que todos los partidos políticos, en la nueva legislatura, sean capaces de superar el cortoplacismo y demagogia electoral, y puedan alcanzar el necesario consenso en torno a estos elementos, formulando una política de Estado asumida por todos en materia de energía y clima que asegure la consecución de un modelo energético sostenible lo antes posible.


[1] El informe 2018 referente a 2017 se publica en abril de 2019, que es cuando se dispone de los datos oficiales correspondientes a 2017.



miércoles, 10 de abril de 2019

Más implicaciones del futuro del transporte

Un punto de vista curioso, que yo no había leído hasta ahora, sobre los vehículos autónomos: el contrato social sobre la autoridad de los conductores de autobús, y sin el que, según la autora, no funcionaría el transporte público. Aunque por supuesto comparto la opinión de que la tecnología no es siempre buena, en este caso creo que se pasa tres pueblos. Y si no, que se lo digan a los de Lille, que lleva teniendo un metro sin conductor desde hace décadas...

The Economist nos cuenta los planes de China para una movilidad eléctrica, autónoma y compartida. Largo, pero muy recomendable lectura, y muy amenazante también para una industria automovilística europea quejosa y poco proactiva por la transición. Y por supuesto incluyen autobuses sin conductor :).

Y Lucas Davis y James Sallee se preguntan por las consecuencias fiscales (regresivas, además) de la reducción de recaudación del impuesto de hidrocarburos que supondría una mayor penetración del vehículo eléctrico. Y claro, rescatan la idea del impuesto por kilometraje que por ejemplo ya ha comentado Xavier en alguna ocasión, y lo analizan en un contexto second-best (más real por lo tanto).

martes, 9 de abril de 2019

Turnitin y el control del plagio

Esto que comentan en este artículo me resulta muy familiar, por un caso que tuvimos reciente en la universidad: un trabajo de Turnitin sale con un nivel de coincidencia muy alto, e inmediatamente surge la cuestión: ¿es plagio?¿hay que sancionar al alumno? ¿O es más bien que el sujeto no sabe cómo citar adecuadamente trabajos previos, incluso suyos?

Estoy totalmente de acuerdo pues con las autoras en que no podemos usar Turnitin como herramienta automática, y que además, tenemos que tener cuidado con no dar la sensación a los alumnos de que lo importante es que Turnitin no les delate (algo que de hecho pasa si lo que copian no está subido a la web, o cuando lo traducen aunque sea literalmente...). Lo importante, como siempre, es que aprendan. Y en este caso, que aprendan a escribir de forma original y correcta. Delegar esta responsabilidad en Turnitin o similares es un desastre.

lunes, 8 de abril de 2019

Cambio climático, geoingeniería y ciudades

En MIT TR se preguntan por qué, a pesar de los avances de las renovables, seguimos sin reducir nuestras emisiones. La respuesta: el carbón sigue mandando, y el gas crece, para satisfacer nuestra creciente demanda de energía. Y las renovables, a nivel global, lo único que hacen es sustituir a la nuclear, una tecnología que en TR siempre han defendido, igual que hacen en el artículo, que concluye, como no podría ser de otra forma, en que hay que aumentar la nuclear o al menos no retirarla :).

Una de las opciones frente a esto es la que defiende, o al menos estudiarla, David Keith, uno de los líderes mundiales en geoingeniería. En este artículo plantea claramente (y creo que honestamente) ventajas e inconvenientes.

Y finalmente, el ejemplo de Copenhague en la lucha contra el cambio climático, con sus problemas. Interesante, aunque hay que recordar, como bien dicen en el artículo, que esta es una ciudad pequeña, rica, y en la que sus habitantes se preocupan por el cambio climático. Por tanto, no directamente trasladable a muchas otras, en las que cambiar comportamientos no será tan sencillo.

viernes, 5 de abril de 2019

El sentido de la vida, desde la cocina

Otra versión del "Be water, my friend", o del castellano "Si la vida te da limones...haz limonada". Lo importante es aceptar lo que viene, incluso a uno mismo.

Originals, de Adam Grant

El otro día me prestó Gonzalo uno de los libros que tenía en mi lista de lectura: Originals, de Grant. Un libro ampliamente recomendado en muchos entornos, top de los best-sellers del NYTimes...y con un autor interesante de escuchar en sus podcasts y charlas TED. Todo prometía pues...pero el libro, sinceramente, no vale la pena. Con decir que no he tenido ni siquiera la tentación de tomar una sola nota...

El libro supuestamente va de cómo crear nuevas ideas, de qué caracteriza a los "originales", a los que innovan y rompen el estatus quo. Y para ello va analizando distintos casos, eso sí, bien hilados, y descritos de forma amena, aunque al final predecible, porque usa siempre el mismo esquema, el mismo que usan actualmente multitud de autores y protagonistas de TED, y que al final acaba incluso aburriendo un poco. Para cada caso, que se corresponde con distintos elementos del carácter innovador, o de las técnicas para vender las ideas innovadoras, trata de generar una teoría, por supuesto basada en múltiples experimientos psicológicos (de esos que ya dan un poco de repelús por lo manidos y por lo sospechosos de baja replicación), que explicaría por qué el caso en cuestión es un referente. Lo malo es que, sinceramente, las teorías propuestas son difíciles de creer, y más bien todo se queda generalmente en anécdotas curiosas, pero casi nunca en lecciones sólidas.

El libro se lee muy rápido, eso sí. Y no es como otros, que me ponen de mal humor. Creo que este es simplemente prescindible. Para lo mismo me quedo con alguno de Malcom Gladwell, que me parece algo más divertido en manera de contar las cosas.

jueves, 4 de abril de 2019

El coste social del CO2, según Pindyck

Robert Pindyck revisa las estimaciones del coste social del CO2, en un paper que seguramente pase a sustituir el artículo de Tol que utilizaba hasta ahora (aunque utiliza una metodología distinta, y el de Tol sigue incluyendo una gráfica muy útil sobre distribución de los daños). El abstract:
An estimate of the social cost of carbon (SCC) is crucial to climate policy. But how should we estimate the SCC? A common approach uses an integrated assessment model (IAM) to simulate time paths for the atmospheric CO2 concentration, its impact on temperature, and resulting reductions in GDP. I have argued that IAMs have deficiencies that make them poorly suited for this job, but what is the alternative? I present an approach to estimating an average SCC, which I argue can be a useful guide for policy. I rely on a survey of experts to elicit opinions regarding (1) probabilities of alternative economic outcomes of climate change, but not the causes of those outcomes; and (2) the reduction in emissions required to avert an extreme outcome, i.e., a large climate-induced reduction in GDP. The average SCC is the ratio of the present value of lost GDP from an extreme outcome to the total emission reduction needed to avert that outcome. I discuss the survey instrument, explain how experts were identified, and present results. I obtain SCC estimates of $200/mt or higher, but the variation across experts is large. Trimming outliers and focusing on experts who expressed a high degree of confidence in their answers yields lower SCCs, $80 to $100/mt, but still well above the IAM-based estimates used by the U.S. government.
 Cuestiones interesantes no recogidas en el resumen:

- Lo que más determina el valor del coste social es la posibilidad de un evento catastrófico, pero esto se debe a un supuesto de Pindyck: en cuanto aplica una tasa de descuento mayor del 1%, Pindyck considera que los daños "más probables" no son significativos. Estas valoraciones, por lo que entiendo, no tienen en cuenta efectos distributivos, ni creo que recogen de forma adecuada los daños en países en desarrollo, aunque Pindyck aclara que su estimación trata de ser global. De hecho, se puede ver cómo los expertos que dan mayores valores son precisamente los que vienen de regiones en desarrollo.
- Los expertos en clima dan estimaciones mucho mayores que los economistas (300 vs 170). Aquí surge la pregunta de...¿a quién deberíamos hacer más caso?

Aquí está el paper en versión abierta, interesante leerlo completo.

lunes, 1 de abril de 2019

Teoría monetaria moderna

Tenía curiosidad, desde que lo leí en algunas reseñas del Green New Deal, por saber qué era esto de la Teoría Monetaria Moderna. Y parece que es básicamente una vuelta al Keynesianismo. ¿Es más válida esta teoría que la mainstream? Pues eso sólo se puede saber con evidencia, tal como bien apuntan en The Economist. Lo malo es que eso es muy complicado.