Aunque como bien dice mi amigo Santi, lo primero de todo sería tener claro qué narices es exactamente la felicidad o el bienestar, también es cierto que el bienestar está en el origen de todas o casi todas las regulaciones públicas, y por tanto resulta de interés tanto conocer cómo funciona, y ver cómo incorporarla la regulación. El Boston Globe tiene un buen artículo resumen sobre el tema.
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