Una oda a la (necesaria) conexión entre investigación académica y el ayudar a los demás. Esta es una de las cosas que más me gustaron de cuando estuve en la Kennedy, esa visión global, esas ganas de cambiar el mundo para mejor, que aunque presente, todavía es mucho más reducida en la universidad española.
Pero ahora se trata de arreglarlo, y para eso entre otras cosas se ha creado hace un mes en Comillas la Cátedra de Refugiados, para tratar de establecer ese vínculo. A ver si lo conseguimos.
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