lunes, 13 de marzo de 2017

Luchando contra el cambio climático, sin mencionarlo

Hay una historia antigua que siempre cuento, la de unas ciudades de Kansas que consiguieron reducir sus emisiones no apelando al cambio climático (en el que ninguno creía por razones ideológicas), sino a sus valores religiosos de austeridad y cuidado de los demás. Ahora en este artículo nos cuentan cómo esta práctica de apelar a valores cercanos (como la necesidad de tener agua o aire limpio) es muy poderosa para luchar contra el cambio climático sin tener que nombrarlo. De hecho, y dada la polarización ideológica que ha tomado este asunto (una de las primeras entradas de este blog ya advertía contra ello, y la cosa se ha acentuado más), quizá incluso sea más eficaz...

1 comentario:

Fernando Leanme dijo...

Ciudado porque te pueden volver la torta y Greenpeace recogerá dinero para prohibir turbinas eólicas porque matan pájaros y se ven feas.

Yo prefiero algo más práctico: imagínense que Arabia Saudí se mete en una guerra con Irán, los emiratos se le unen, Iraq toma el lado iraní por ser chiítas....Netanyahu decide invadir Siria porque Assad es amigo de Irán, y Trump les tira bombas atómicas a todos para que dejen de pelear....