Un ejemplo curioso de algunos de los problemas para lograr la eficiencia en la asignación de recursos: la aparente falta de racionalidad de los consumidores. En este caso, podemos conjeturar que los costes de transacción, la falta de información, la racionalidad acotada o cosas similares están haciendo que la gente contrate menos el bono social de lo que deberían. Algo parecido pensaba cuando hoy he visto un anuncio de una compañía eléctrica en el ascensor para animarnos a cambiar de suministrador de gas y electricidad…llevo un mes pensando que debo hacerlo, y todavía no he tenido tiempo…
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