Hace tiempo hablaba de incentivos vs normas sociales, y ya adelantaba que la cosa es compleja. Tim Harford nos ofrece otra alternativa, que de hecho responde bastante a las ideas de Simon (y Schwartz) de que optimizar es difícil, y además no produce felicidad. Lo que hay que hacer, según el estudio que presenta Harford, es fijar objetivos (alcanzables) y además asegurarnos de que los que los alcancen se queden satisfechos por ello.
La clave, en todo caso, es el paréntesis: ¿qué es lo alcanzable? En esto de los ahorros de combustible parece razonable pensar que todos podían hacerlo. Pero, ¿y cuando depende de la capacidad de cada uno, y esa capacidad no está uniformemente distribuida? Entonces, para ser coherente con esta teoría, habría que fijar objetivos distintos para cada uno…en el fondo esto es lo que se hace en muchas empresas todos los años, pero ahí sí que va asociado a un bonus...
ADD: Catherine Wolfram comenta el mismo estudio, esta vez desde el punto de vista de la eficiencia energética.
1 comentario:
Me parece más sencillo utilizar un impuesto, y devolverle la plata a los contribuyentes con un cheque a fin de año.
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