Uno de los aspectos más tristes en mi opinión del problema del cambio climático es cómo se ha convertido en un tema ideológico, casi en una religión. Se cree (o no) en la existencia del problema (cuando esto no es una cuestión de fe), y además según la ideología política.
Vicente López-Ibor señala también este problema, y la necesidad que tiene la política energética americana de despolarizarse para enfrentarse a los retos que le esperan.
Otra opción, que nos explican bien en Vox, es buscar enfoques para solucionarlo que puedan ser aceptables (o incluso deseables) para el bando conservador. Por cierto, interesante leer cómo allí algunos del bando conservador defienden la reforma fiscal verde, algo que nuestro gobierno no parece compartir...
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