Una de las líneas tecnológicas que se está poniendo de moda: usar la electricidad para producir hidrógeno o combustibles líquidos. La cosa evidentemente tiene algunas ventajas, al extender los usos de la electricidad, sobre todo al sector transporte. Pero también plantea muchas dudas: ¿cuál es el rendimiento energético de esta operación? El que se use energía renovable no quiere decir mucho, porque las instalaciones renovables también necesitan energía para construirse. Y, la principal: ¿tiene esto sentido en el momento en que el almacenamiento se abarate? Porque entonces ya no habrá que transformar la electricidad...
En fin, tema interesante a seguir.
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