Con esto del Nobel a Ostrom se ha generado un debate bastante falso en la web, del que este artículo de Tierney es un buen exponente. La cuestión es que mucha gente está aprovechando las ideas de Ostrom, perfectamente razonables, para defender que esto de la tragedia de los comunes es una tontería, y que no hace falta regulación de los bienes comunes. Lo cual es evidentemente otra tontería: es cierto que hay ocasiones en que la gente es capaz de organizarse por su cuenta, y también es cierto que hay veces que la propiedad privada es peor que la comunal, pero hay otras en que no, y por tanto hace falta imponer cierto grado de regulación. El caso de las pesquerías es un buen ejemplo: si bien hay casos en que los pescadores se organizan entre ellos para conservar el recurso (los pescadores de langostas de Maine), otras veces, como la pesquería del bacalao, la cosa no es tan fácil…generalmente todo depende del número de agentes involucrados, cuando la cuestión se limita al ámbito local suele funcionar, cuando lo supera (como la pesca en aguas profundas, o el cambio climático) es difícil conseguir una autorregulación eficiente.
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