martes, 23 de octubre de 2018

La brecha de género en STEM, buenos empleos, meritocracia, y ayuda al desarrollo

Alex Tabarrok nos cuenta un paper que explicaría la brecha de género en los estudios STEM a partir de la ventaja comparativa de los niños en estas disciplinas. Parece plausible, desde luego. Luego lo complementa con este otro.

Aunque supongo que no todos tenéis acceso, me ha gustado este artículo del FT en el que, entre otras cosas, se dice que no es bueno pensar en el personal como un coste. Más bien hay que interpretarlo como un recurso, y cuanto más capaz, mejor. Muy aplicable a universidades, por ejemplo... También me ha gustado la opción profesional de esta chica: 60% academia, 40% actividades extracurriculares.

Una muy buena reflexión sobre los límites de la meritocracia.

Lant Pritchett (comentado por Bryan Caplan) nos dice que, para sacar a la gente de la pobreza, es mucho más efectivo quitar las barreras a la inmigración, o incluso acelerar el desarrollo de estos países, que cualquier programa de ayuda directa, por muy efectivo que sea. Yo creo que esto evidentemente tiene muchos matices, porque la inmigración es una vía que muchos no estaríamos dispuestos a emprender, perdiendo nuestras raíces...y porque el desarrollo acelerado o la globalización puede generar mucha desigualdad, quizá reduciendo la pobreza en término medio (en el caso de la globalización, con dudas) pero creando mucho left-behind (escúchese al siempre sabio Dani Rodrik). En todo caso, el artículo de Pritchett, provocador aunque deprimento, vale la pena. Esto está muy relacionado con este podcast que escuché recientemente de Anand Giridharadas, demoledor contra el buenismo de los filántropos.


1 comentario:

Mario Castro dijo...

Creo que este es un ejemplo de mala econometría. Los datos PISA son bastante pobres en general (no muestran estratificación por ingresos familiares ni siquiera desviaciones típicas). Viendo la figura 2, la variabilidad es de +-1 punto, no sé como de grande es comparado con la desviación estándar de cada país, pero apuesto a que es comparable (en toda mi vida de profesor, la desviación típica en la nota suele ser de 2 puntos aproximadamente, que es justo comparable a ese rango).

Por otro lado, los rankings son funciones "escalón" que amplifican el ruido.

Para poder continuar con los argumentos de Tabarrok, habría que mirar este tipo de cosas. Al final, se generan hipótesis (lo cual es bueno) pero se dejan a medias. La clase social (en sentido de ingresos familiares) sueles ser el factor número 1 en casi todos los estudios de rendimiento académico. Sin esa información, es difícil saber si las mujeres simplemente no trabajan, o aceptan trabajos temporales por dedicarse a tiempo parcial a la familia, etc...