Los que leéis este blog sabéis que soy bastante crítico con el enfoque habitual de la responsabilidad social corporativa, generalmente poco más que "greenwashing". Por eso es una alegría ver cómo parece que las cosas van cambiando, y que incluso gente poco sospechosa de ser anticapi, como BCG, reflexiona de forma razonable sobre el papel de la empresa en la sociedad y su concepto de "impacto social total", muy parecido, por otra parte, a cosas que la doctrina social de la Iglesia lleva diciendo mucho tiempo sobre la legitimidad de la empresa en relación con el bien común.
ADD: McKinsey parece que también se apunta al carro, aunque sólo sea en la parte medioambiental.
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