Jim Hamilton, por ejemplo, estima que los factores de la demanda (representados por cosas como el precio del cobre o los tipos de interés) han causado un 44% del cambio en los precios.
Arthur Berman (gracias a Gonzalo por la pista) se centra más en el impacto de los precios en el desarrollo del shale (o tight) oil americano, y en las perspectivas a futuro.
En este sentido, el papel del shale oil es interesante: este petróleo no puede ser refinado fácilmente en EEUU, por lo que realmente no está afectando mucho a los precios de las gasolinas. Y por eso hay mucho interés en exportarlo (para lo que viene muy bien el Keystone XL). Lutz Kilian (a quien tuvimos en el workshop de Economics hace tres años) explica bien todo esto y algunas cosas más. Por ejemplo, que como los derivados del petróleo se exportan e importan sin problemas, esto afecta a los precios globales de gasolinas y diesel:al no bajar necesariamente tanto los precios en EEUU, tampoco lo harán en el resto. Y a resultas de ello, tampoco serán tan grandes los beneficios para las economías. De hecho, Kilian acaba diciendo que cree que el shale influye poco en los precios globales de petróleo, y que la culpa es sobre todo de la demanda:
It may seem that the rapid decline in the global price of oil after mid-2014 may be attributable to sharp increases in US shale oil production, providing direct evidence of the impact of the US shale oil revolution on oil prices after all. Although shale oil is not being exported, it replaces US crude oil imports, reducing the demand for oil in global markets, as do US exports of refined products. Some observers have gone as far as suggesting that shale oil may have become a victim of its own success in that it caused a sharp drop in global oil prices. There is no credible support for this interpretation. Similar price declines also occurred in other industrial commodity markets at the same time, suggesting that the cause of the oil price decline has not been specific to the oil sector, but that it mainly reflects a weakening global economy in Asia as well as Europe, possibly amplified by the decision of many oil producers to preserve oil revenues by increasing oil production in response to falling oil prices. This view is also consistent with the comparatively small magnitude of US shale oil production on a global scale.Arezki y Blanchard, en cambio, atribuyen a la demanda sólo un 20-35% de la responsabilidad, y dicen que ha sido más bien el hecho de que Arabia Saudí haya dejado de controlar su producción lo que ha creado el proceso. Y también atribuyen a la oferta la responsabilidad de la vuelta a un precio superior.
Basándose en su diagnóstico también hacen simulaciones del impacto de esta evolución en las economías, tanto importadoras como exportadoras de petróleo. Precisamente, para la zona Euro es para la que estiman menores impactos sobre el PIB, inferiores al 0,2% (algo a lo que contribuye también la depreciación del euro).
Uno de los puntos de discusión es el punto de nivelación del shale oil. Berman lo pone en 85$, mientras que Arezki y Blanchard hablan de 60$ citando a analistas de la industria (véase lo que dice Berman de estas estimaciones).
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