Fowlie et al se ponen a cuantificar el efecto de los costes ocultos (búsqueda de información, gestiones, etc.) en las actuaciones de eficiencia energética. Y los resultados son bastante desalentadores. Para un programa gratuito, sólo un 2% de los hogares solicitaron la financiación. Y cuando les daban información y les ayudaban a preparar los documentos, esto sólo subía hasta un 15%. Y de ellos, sólo un 1% (o un 5% de los "animados") ejecutaban realmente la obra de aislamiento.
Esto lleva a los investigadores a decir que los costes ocultos son seguramente prohibitivos, y que siguen siendo muy altos por mucho que se ayude a los hogares. Esto no quiere decir por supuesto que sean el único problema, como se puede ver en sus resultados. Incluso aunque elimináramos por completo estos costes todavía seguirían existiendo muchas otras barreras, también documentadas, y que hacen de la eficiencia energética un campo verdaderamente complejo.
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