Una de las noticias más seguidas estas Navidades ha sido la de que el Papa Francisco prepara una encíclica sobre cambio climático. Andy Revkin resume todo lo que se ha hablado alrededor de esto, citando también un par de artículos muy interesantes.
En The Guardian dicen que esto va a generar enfrentamiento dentro de la Iglesia (de hecho, el artículo de Lucie-Smith es crítico incluso con la necesidad de una encíclica sobre el tema). Yo en cambio prefiero verlo como una forma de hacer ver que el cambio climático no es un asunto ideológico, y que esa asociación entre católicos-partidos de derechas-escepticismo frente al cambio climático no tiene absolutamente ningún sentido.
Y también, por supuesto, como una manera de potenciar la lucha contra el cambio climático, al introducir explícitamente los valores religiosos, que a tanta gente mueven por encima de otras cosas, en la discusión.
Ojalá que Francisco consiga romper estas barreras artificiales que se han creado.
PS: Por cierto, que los jesuitas ya plantearon su posición sobre esto hace ya tiempo.
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