El País sigue con su serie sobre educación, y ahora analiza las ventajas de tener una carrera universitaria. A mí el artículo me parece un buen ejemplo para reflexionar sobre la eficiencia del sistema universitario español. No se trata sólo de que el universitario tenga menor tasa de paro o que gane algo más que el resto, eso es lo normal: un empresario, si puede, siempre contratará a alguien mejor formado. La cuestión clave es si lo que aporta el universitario a la economía (y por lo que se le paga) compensa el gasto realizado para formarle. Si la sociedad gasta recursos (incluyendo el coste de oportunidad de que el universitario no trabaje durante su formación) y luego no los recupera, las cosas no funcionan bien.
2 comentarios:
Creo que primero habría que definir el concepto de rentabilidad y sus criterios. ¿es algo solamente monetario? ¿o la sociedad tambien avanza en otros campos (que son los que realmente crean nuevas civilizaciones) que no son puramente economicistas y mercantiles?
Es que tal y como lo planteas, me da la sensacion de que hemos vuelto a principios del s.XX con una version del Taylorismo y Fordismo...
un abrazo
Creo que es un comentario muy apropiado: cuando terminé de escribir la entrada pensé que efectivamente podía resultar ambigua. Aclaro que cuando hablo de la rentabilidad, no sólo me refiero a términos "mercantiles", sino a la rentabilidad social en general: hay que valorar otro tipo de ventajas para la sociedad de tener a su gente más educada y formada. Pero en todo caso sigue haciendo falta realizar el análisis, no vale decir que cuanto más mejor, cueste lo que cueste.
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