Parece que la Casa Blanca quiere revisar el proceso de análisis coste-beneficio al que están sujetas todas las leyes estadounidenses. En mi opinión, en buena dirección, el ACB tradicional suele presentar problemas, que ahora se pretenden solucionar con:
- incorporar la “irracionalidad” de los consumidores al responder a las políticas
- usar una tasa de descuento más baja, lo que está más que demostrado que es lo correcto cuando las políticas son de largo plazo
- e introducir criterios de equidad en la evaluación
Todas estas cosas (sobre todo la primera y la tercera) son difíciles, pero factibles. Y claramente van en la dirección de adoptar políticas no sólo más eficientes, sino también más sostenibles. En todo caso, y como bien se dice, lo importante es racionalizar bien todo este proceso, para que no se convierta en una excusa para aceptar cualquier cosa.
PS: Es curioso estar discutiendo de estas cosas en un país en el que ni siquiera se evalúa el coste-beneficio básico de las políticas….
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