Ayer estuvimos dando una vuelta por La noche en blanco, en Madrid. Una iniciativa la mar de curiosa, la verdad: multitud de espectáculos, salas de arte, museos, etc. abiertos hasta las 3 de la mañana, y el centro cortado a los coches. Un gran ambiente, a pesar del frío.
Pero lo que me resultó verdaderamente curioso es ver las colas que se montaban en sitios como la Biblioteca Nacional (donde habíamos pensado ir, y donde rápidamente decidimos volvernos a casa). A la Biblioteca Nacional se puede entrar gratis todos los días. Y sin embargo, ayer había una cola de al menos 2h. Igual en el Sorolla, o en el Reina Sofía (que es gratis todos los sábados por la tarde). Y la pregunta que me surge es...pero, ¿es que esta gente no tiene nada que hacer?¿es que somos borregos?¿Por qué esta noche estamos dispuestos a aguantar 2 horas de cola por ver algo que se puede ver igual de gratis y sin cola cualquier otro día?
Entiendo que, desde un punto de vista racional, el aguantar este tipo de cola tiene costes: el frío, el aburrimiento (aunque según mi suegra igual que hay gente a la que le gusta ir a sufrir al cine, a lo mejor a esta gente le gusta sufrir en la cola...yo no lo compro), y sobre todo, el coste de oportunidad; y beneficios: el ver la exposición en cuestión. En principio un análisis simple podría resultar en que los beneficios son mayores que los costes y por tanto vale la pena aguantar la cola. Pero es que, si todos los demás días la cola es inexistente, eso supone que el coste de oportunidad es casi infinito, así que realmente no hay manera de hacer rentable la decisión. Pero entonces, ¿por qué lo hacemos?
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