Los primeros capítulos, quizá también porque son temas de los que más me interesan, me encantaron: Creatividad, Colaboración, Espacio de trabajo...luego ya hay capítulos más especulativos. El de improvisación, o el de ganar, por ejemplo, no tienen la misma sólida argumentación que otros, ni las mismas claras conclusiones. Están mucho más basados en conjeturas o anécdotas por tanto creo que hay que tomárselo con más ligereza.
El capítulo sobre incentivos es razonable: se esfuerza en demostrarnos que a veces los incentivos no funcionan. Claro, cuando lo que se incentiva no es el fin, sino un medio no necesariamente relacionado...eso sí, termina mucho mejor de lo que empieza, proponiendo una alternativa muy interesante que permite evitar el jugar con el sistema: evaluar con la misma ambigüedad que tiene la realidad:
As the philosopher Jeremy Bentham put it in 1830, when pondering civil service exams, the deliberate ambiguity as to what might be asked had the effect of “impossibilizing the knowledge” of how to game the examination. The only response to having one’s knowledge of the test “impossibilized”: work hard and try to be good at everything.
Instead, we should be defining many rules of thumb, and deliberately leaving it ambiguous as to which will be used in any given situation.
Al final, cuando habla sobre la vida en general (y la gestión del tiempo) el libro recupera su nivel brillante, y más cuando cierra todos los temas abiertos. La moraleja: la vida es un lío. Y los líos nos resultan incómodos, nos sacan de nuestra zona de comfort...por eso tratamos de eliminarlos. Pero las buenas soluciones, las adaptadas a la realidad, sólo salen de adaptarse a los líos y trabajar con ellos.
But much as we might wish otherwise, life takes place in real time. Life cannot be controlled. Life itself is messy. And it isn’t just high school seniors who like to fool themselves about that. From Marco “Rubot” Rubio’s strange repetitive glitch, to the schwerfällig British generals outmaneuvered by Erwin Rommel, to the managers who try to tie performance down to a reductive target, we are always reaching for tidy answers, only to find that they’re of little use when the questions get messy.
Real creativity, excitement, and humanity lie in the messy parts of life, not the tidy ones.
Resumen: muy, muy recomendable. Primero, porque se lee "in a breeze", como dicen los anglosajones, y disfrutando. Y segundo, muchos capítulos son verdaderamente interesantes.
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