Para algunos, claro...Como bien dicen en el artículo, algunos de estas oportunidades de negocio son buenas para todos, mientras que otras son más puramente especulativas. En todo caso, incluso las buenas recuerdan la gran pregunta que siempre está ahí, y cada vez más: si los costes de la adaptación van bajando, ¿qué hacemos con la mitigación?
La respuesta no es tan fácil: aunque parezca que sea simplemente reducir el esfuerzo en mitigación, hay que recordar que la capacidad de adaptarse es muy desigual, y que los países pobres tienen muchos menos recursos para ello. Si no hay un fondo de adaptación que se ocupe de esta importante desigualdad, el concentrar los esfuerzos en la adaptación podría resultar en una transferencia de fondos aún mayor a los países ricos (a su vez, los causantes del problema del cambio climático).
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