Uno de los papers más utilizados (también por mí, por supuesto) para presentar estimaciones de costes de cambio climático es el de Tol de 2009 en el Journal of Economic Perspectives. Bueno, pues parece que tenía errores, y Tol ha sacado una rectificación (que a su vez también tenía errores, ya corregidos), que afecta fundamentalmente a los "beneficios" que se obtendrían para incrementos pequeños de temperatura, y que ahora desaparecerían.
En cualquier caso, y aunque ahora los resultados puedan parecer más sensatos (Andrew Gelman sigue dudando de ello), siempre hay que tener mucho cuidado con estas estimaciones, por una cuestión fundamental que la corrección sigue sin tratar: el peso implícito que se da a los distintos países. Efectivamente, en todas estas valoraciones se suman daños producidos en distintos países que, al tener distintos niveles de vida, son difíciles de sumar. Porque claro, la utilidad no es lineal, y no es lo mismo un daño producido a gente rica que otro producido a gente pobre. Tampoco son iguales las capacidades de adaptación frente a estos daños.
Conclusión: a pesar de las correcciones, manéjense siempre con cuidado estas cifras, y téngase siempre en cuenta que el paradigma utilitarista (al que estas estimaciones ni siquiera llegan, se quedan antes) no es el único ni posiblemente el mejor para tratar un problema que básicamente es de distribución de los recursos, como es el del cambio climático.
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