Eso dice el último informe de la EPA, comentado aquí por los del MIT Tech Review. ¿La razón fundamental? El aumento del gas natural y la bajada del carbón. De hecho, es de esperar que el carbón siga disminuyendo aún más, porque, a pesar de que su precio en el mercado internacional va a seguir bajando, la regulación ambiental en EEUU va a endurecerse más, apoyándose en la reciente sentencia del Tribunal Supremo que autoriza a la EPA para regular las emisiones que generan contaminación a nivel regional.
Quizá a esto también ayude el reciente informe publicado sobre los efectos del cambio climático que se están experimentando ya en EEUU, y que podría poner a la opinión pública más a favor de las políticas anti-carboneras. Y también un renovado impulso a una mejor manera de extraer el shale gas.
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