viernes, 3 de octubre de 2008
El valor personal del tiempo de transporte
Esto es como lo del famoso problema del ascensor que siempre cuento en clase de Investigación Operativa: cuando la gente protestaba porque los ascensores tardaban demasiado en llegar, la mejor solución no fue mejorar el ajuste del sistema de control, sino poner un espejo para que la gente se entretuviera. Lo que se comenta en el artículo es interesante, porque introduce elementos de comportamiento en la decisión entre modos de transporte, algo fundamental si se quieren diseñar políticas de transporte sostenibles: quizá no baste con cambiar la relación monetaria, sino también otros elementos de decisión. O, visto de otra forma, a lo mejor no hace falta tocar el dinero... Lo que me lleva a una conclusión que me persigue últimamente: si quieres que la gente cambie su comportamiento, dale incentivos para ello. Pero eso no significa que los incentivos deban ser todos económicos...
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