Una de las prácticas docentes que más me han gustado siempre de ICAI es el examen transversal: el examen es el mismo para todos los alumnos, y los profesores lo corrigen por partes, pero cada uno corrige a todos los alumnos. Es, creo, una forma de asegurar que, independientemente del profesor que se haya tenido, la evaluación sea homogénea.
Y, la verdad, me sigue sorprendiendo que en muchos otros sitios se siga con la (en mi opinión, mala) práctica de que cada profesor corrige sólo a su grupo. A veces los profesores se coordinan razonablemente y las consecuencias no son tan relevantes. Pero a veces pasan cosas como la que recientemente he conocido (sucedió el curso pasado) en una asignatura del grado de Biología de la U. Autónoma:
Nótese que los alumnos se distribuyen de forma absolutamente aleatoria en el primer año (por orden alfabético) entre los dos turnos de mañana y tarde. ¿Alguien me puede explicar posibles variables que expliquen estas diferencias tan apabullantes entre las notas obtenidas por un turno y otro? A mí sólo se me ocurre una...
No entro por supuesto en qué evaluación es más correcta, si la del turno de mañana o la del de tarde. Pero lo que sí es cierto es que estas diferencias en la evaluación tienen consecuencias muy serias sobre la posibilidad de obtener becas de estudios, becas de investigación en el futuro, acceso a Másteres...Sería interesante seguir a estos alumnos en el tiempo y ver en qué medida la suerte que hayan tenido en la asignación de turno, y las consecuencias en términos de notas, les lleva a distintos futuros profesionales.
Conclusión: me reafirmo cada vez más en la conveniencia de realizar exámenes y correcciones transversales, que aseguren que tanto el conocimiento adquirido como la evaluación son homogéneos para todos los alumnos.
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