jueves, 20 de julio de 2017

Sobre la justicia en las organizaciones

Una entrada larga, y en dos partes (como no podía ser menos) de Santi sobre la justicia en las organizaciones, muy interesante. Eso sí, seguramente será porque a mí esto de filosofar no se me da demasiado bien, pero no entiendo por qué despacha tan rápidamente la justicia distributiva (quizá por esa definición tan restrictiva que hace de ella, y que le lleva a un callejón sin salida). Por supuesto que el mercado no vale para distribuir, salvo que uno sea de los que ganan siempre, de hecho no sé por qué le dedica tanto espacio a algo que no da para mucho....pero es que yo creo que la justicia procedimental que defiende como alternativa también tiene limitaciones, más allá de plantear reglas generales...Por otra parte, y en mi opinión, su defensa de la justicia procedimental de Kant y de los posteriores contractualismos creo que cae en otra trampa circular. Si la justicia distributiva no vale porque, lo de "a cada cual según su necesidad" sólo generaría engaños, dada la naturaleza humana, ¿cómo pretender que todos seamos buenos? ¿No es incoherente con lo anterior? Y eso sin hablar de los límites que tiene el contractualismo: nos da la regla general, pero luego deja a nuestro albedrío (sí, el de esos que tratan de aprovecharse hinchando sus necesidades) el aplicarla de manera justa...En fin, que habrá que esperar a la tercera entrega...y mientras, con un poco de suerte, a lo mejor puedo discutirlo con el autor con una (o varias) buenas cervezas.

2 comentarios:

Fernando Leanme dijo...

Muy interesante ver la perspectiva arraigada en un intelectual europeo, que vive inmerso en una comunidad izquierdista. Yo por mi parte tuve que sufrir los horrores del comunismo castrista, viví en Rusia y pude ver lo que sucedió de cerca, y ahora veo los horrores que Nicolás Maduro y Raúl Castro hacen en Venezuela. Podemos decir que desde que me escape de Cuba a los 14 años he estado contemplando como destruir todo lo que tiene que ver con el marxismo, y oponerme a sus horrores. Como no soy filósofo ni tan siquiera he leído el tal Hegel, solo puedo decir que debemos apoyar todo lo que fortalezca un sistema judicial justo, rápido, y muy transparente, y un sistema político que no permita a nadie, potr muy bueno que sea, mantenerse en el poder.

Vintage Rocker dijo...

¿Qué vive inmerso en una comunidad izquierdista? Joder, Fernando, se ve que no conoces a mis hermanos :-)

Bueno, tampoco soy un intelectual, pero te sorprendería lo mucho que compartimos de desconfianza de las utopías de izquierdas (y de derechas, la edad le vuelve a uno cínico). Aunque yo sí me haya leído los tres tomos del Capital, el Grundrisse, el Manifiesto, la Ideología Alemana, el 18 brumario y casi todo Hegel solo para poderme ciscar en su madre con conocimiento de causa.

Por si sirve para entretenerte (no creo, reconozco ser un escritor plúmbeo como pocos) te dejo un viejo post con mis recetas económicas, lleno hasta los topes de anatemas para cualquier progresista que se precie (máxima libertad de empresa, nada de impuestos a la actividad económica, una cantidad única de impuestos a pagar con independencia de lo que se gane -eso sí, la tierra no se puede enajenar a perpetuidad): http://purebarbell.blogspot.com.es/2016/01/good-stewards-of-earth-anarcho.html

Un abrazo