Reflexiones interesantes, que de hecho van más allá y llegan a la responsabilidad de las empresas respecto al medio ambiente (y respecto a más cosas).
Como decía hace tiempo, el introducir el elemento religioso (sea el que sea) es no sólo esencial para entender cómo pensamos y actuamos los seres humanos, sino también para tratar de movernos a la acción. El que las iglesias se posicionen por tanto frente a tantos problemas medioambientales y sociales no es sólo conveniente, sino necesario. El otro día Checa me hablaba de esta iniciativa igualmente interesante y potencialmente muy poderosa.
La clave, por supuesto, es hacerlo desde posiciones abiertas e inclusivas, no excluyentes para otras religiones o para los que no creen. Hay que aprovechar que en el terreno medioambiental esto es más fácil que en otras cuestiones sociales más controvertidas.
2 comentarios:
Muchas gracias por la entrada, Pedro. No puedo estar más de acuerdo.
Por cierto, ya que mencionaste a la REPAM, ayer jueves 19 de marzo se presentó por primera vez como Red Eclesial Panamazónica ante la CIDH para denunciar la vulneración de derechos de campesinos e indígenas por parte de esas industrias extractivas. Poco a poco, y aunando la voz de muchos, se van dando pasos.
Publicar un comentario