lunes, 23 de marzo de 2015

Gestión eficiente del agua

En España, cuando uno habla de mercados de agua, se le tiran encima. Igual que con la contaminación, se dice que el agua es un derecho básico y que no se puede comerciar con él, que es la base para mantener la agricultura, etc., etc. Y los derechos básicos están muy bien, si realmente lo son. Cuando nos extralimitamos en incluir cosas dentro de los derechos básicos acabamos gestionándolos de la peor forma posible.

Eso es lo que parece estar pasando en California con el agua: por culpa de considerarlo un derecho básico, con un precio terriblemente subsidiado, no hay forma de que allí sean eficientes en el uso del agua, y de que puedan aprovechar todas las ganancias que tendría un uso eficiente regulado (aunque sea en parte) por el mercado.

Por supuesto, y por si hay alguien que tenga alguna duda, no estoy diciendo que el mercado sea la solución definitiva. Para empezar, porque el mercado garantiza la eficiencia, pero no la equidad. Y por tanto el mercado debe estar vigilado para evitar perjuicios excesivos para algunos. Y, para continuar, porque los mercados suelen tener fallos que hay que corregir. Pero me sorprendería que no pudiéramos conseguir mejoras evidentes introduciendo ciertas señales de precio en la gestión. Y esto seguro que se puede aplicar también a España.


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