Xiral nos cuenta
aquí
el acuerdo para el sector del carbón. La exposición de motivos (del acuerdo, no
de Xiral) no tiene desperdicio:
Se pretende mantener una fuente de energía autóctona que
contribuya a garantizar el suministro eléctrico y reducir la dependencia
energética.
Como decía el otro día en
una mesa redonda,
¿para qué sirve reducir la dependencia energética? Usar el carbón reduce la
dependencia, pero a un coste alto, y no necesariamente reduce la
vulnerabilidad. Así que de garantía de suministro, poco.
Asimismo, dados los efectos contaminantes de la generación
mediante carbón, se pretende potenciar la utilización de tecnologías que
mejoren el rendimiento medioambiental del carbón y permitan reducciones
significativas en las emisiones de CO2.
Interesante, pero para esto hace falta mucho dinero: proyectos
de CCS y desulfuración. De nuevo, ¿de verdad compensa pagar todo esto por
seguir manteniendo el carbón nacional? Me reitero en lo que ya
dije hace tiempo: una cosa es la política social para mantener rentas y facilitar la transición en una región que ha sido muy dependiente del carbón, y otra, el utilizar la política energética para esto, que no tiene ningún sentido. Si se quiere sostener a estas regiones, me parece perfectamente lícito hacerlo, pero sin alterar ni el modelo energético ni la cuestión medioambiental, ya que lo único que hace es elevar el coste de las medidas.
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