Finalmente, A123 se declaró en quiebra. Parte de la razón es que el mercado de coches eléctricos no despega (la pescadilla que se muerde la cola, y quizá también que sus ventajas no terminan de estar claras), y parte, según los de MIT TR, que la tecnología no era lo suficientemente competitiva.
Pero los de Innovation Files tratan de verlo en positivo, y de hecho siguen viendo futuro para este negocio cuando se considera en conjunto, y razones para seguir invirtiendo en innovación. Como ya decía Harford, el fracaso es un componente esencial de la innovación.
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