Me recomendó este libro Carlos Mataix, y la verdad es que está muy bien. El único problema es que lo leí hace tiempo, y se me han traspapelado las notas...con lo que la reseña va a ser muy escueta.
Es una lectura amena, y se aprende mucho, no sólo de los problemas en sí mismos que plantea, sino sobre todo quizá, de la actitud que hace falta para encararlos y tratar de resolverlos. Una actitud basada, precisamente, en no tener objetivos grandilocuentes, sino en ir poquito a poquito, y en no querer resolver los problemas (esa actitud tan masculina) sino en querer entenderlos. Ese creo que es el mensaje principal, más allá de cómo arreglan problemas que a veces son bastante específicos. Por ejemplo, y afortunadamente, creo que algunas de las situaciones a las que se enfrentan en el Reino Unido no las tenemos igual de graves en España, quizá por la mayor fuerza de nuestras relaciones familiares. Pero tenemos otros para los que este enfoque comunitario sería muy, muy interesante.
Aunque precisamente ese es el único pero que le pongo a lo que plantea Cottam: ¿cómo de escalable es esto? Esa al fin y al cabo es la pregunta fundamental de los enfoques locales, bottom-up...¿Realmente podemos transformar nuestro sistema de bienestar con estos enfoques micro? Ojalá, pero no lo tengo tan claro...algo que nos llevaría a pensar cómo incorporar al menos alguno de los elementos que propone Cottam en intervenciones a mayor escala.
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