jueves, 13 de octubre de 2016

El capital social: tan importante y tan difícil de medir

En la definición de sostenibilidad que manejamos, el capital social es una fuente de bienestar, igual que el capital económico o el natural, y por tanto un desarrollo sostenible requiere que el capital social supere un umbral mínimo, y que, si se reduce, sea a costa de otros elementos de bienestar.

Pero medir el capital social es probablemente la parte más complicada de un análisis de sostenibilidad. Para empezar, porque no es tan fácil identificar qué es realmente capital social. En un paper reciente, Hamilton et al proponen utilizar evaluaciones subjetivas del bienestar para medir el impacto del capital social, y más específicamente, de la confianza, en el bienestar.
Social Capital, Trust and Well-being in the evaluation of wealth
This paper combines theory with data from different domains to provide an empirical analysis of the scale and variability of social capital as wealth. The analysis is used to argue, given what has been learned from the literature on social capital, that the welfare returns to investing in trust could be substantial. Using data from 132 nations covered by the Gallup World Poll, the paper presents a range of estimates of the wealth-equivalent values of social trust. Such values are usually not included in national or global accounts of income and wealth. In the light of the estimated importance of social trust as a component of wealth and well-being, the paper concludes with some policy options for how social trust might be better built and sustained.
Definen el capital social como “redes, junto con normas, valores y supuestos comunes que facilitan la cooperación dentro o entre grupos”. Y también aclaran que el capital social puede aumentar, pero también disminuir, el bienestar.

Sus estimaciones, que consideran como un límite inferior, evalúan la contribución de la confianza social a la riqueza global, y encuentran que, como media, supone un 20% de la riqueza (aunque cambia mucho en función del país). Esto les lleva, por otra parte, a defender la necesidad de promover el capital social, por sus grandes efectos en el bienestar.

Vale la pena leer el artículo entero. Y complementarlo con este más antiguo, pero más completo, de Dasgupta.

2 comentarios:

Vintage Rocker dijo...

Hhmmmm... ¿es el capital social igual a la razón dominante? ¿o es la existencia de una razón dominante comúnmente aceptada sólo una parte del capital social? ¿es la capacidad de generar mayor capital social (y a través de él de explicar una mayor parte de la productividad total de los factores, siendo entonces parte del "resto de Solow (Solow residual)" susceptible de incluirse en un modelo de desarrollo, dejando entonces menos por explicar mediante el desarrollo tecnológico? ¿cuánto incremento de capital social hace falta entonces para compensar la caída en TFP de la desaceleración de dicho desarrollo? el poco crecimiento de al TFP en los últimos años sería entonces compatible con un mantenimiento del progreso tecnológico, compensado en parte por la destrucción de capital social ocurrida en la mayoría de las economías occidentales...

Preguntas, preguntas...

Pedro Linares dijo...

Muchas preguntas interesantes, sí...Tal como digo en la entrada, el capital social puede incluir a la razón dominante, pero hay mucho más que eso, no es igual. Tampoco creo que el capital social pueda explicar la TFP, aunque seguro que contribuye algo, el capital social es muy difícil de traducir a algo tan economicista como es el PIB (que es de donde viene la TFP), el capital social contribuye al bienestar, algo que no coincide ni mucho menos con el PIB.