lunes, 18 de abril de 2016

Nuevo estudio de ACA sobre pobreza energética

Y, como no todo podía ser tan relajado un lunes :), vamos con temas más serios.

Aún no lo he leído (hay que pedir que te lo manden por correo, y todavía no me ha llegado). Pero me alegra saber que este nuevo informe incorpora alguno de los indicadores que propusimos en el informe de Economics for Energy, a los que suman otros también interesantes como son los de naturaleza subjetiva (la capacidad de mantener una temperatura adecuada). También añaden estudios interesantes sobre el gasto por persona y m2 en función de distintos niveles de renta. Claramente bienvenido el mejor conocimiento de la problemática sobre el tema.

Un buen momento además para publicarlo, porque así quizá tenga más relevancia en la próxima campaña electoral. Recordemos que este tema está razonablemente tratado en los programas electorales de los partidos de la oposición (la propuesta de Ciudadanos es casi clavada a la que hacíamos nosotros en nuestro informe), pero no en el del partido en el gobierno. Ojalá consigamos que cambien las cosas, y que cambie la regulación para ayudar a los que verdaderamente lo necesitan (aunque eso no siempre sea fácil, tal como nos muestra el ejemplo inglés, sorprendente por otra parte dado el tiempo que llevan ellos preocupados por el problema).

En este sentido, también es un buen momento para hablar del tema ahora que el Constitucional ha rechazado las leyes autonómicas. A este respecto he de decir que entiendo los argumentos del Tribunal, y también, aunque sea contradictorio, los de los que no los comparten. El que este problema sea muy serio, y que el gobierno no esté haciendo lo que debe (comparto la idea de que esto es inaceptable), no tiene por qué hacer que las comunidades autónomas lo solucionen con el dinero de los demás (que, no nos engañemos, no es el de las empresas, sino el de los consumidores de electricidad o gas). De hecho, la sentencia no dice que no puedan ayudar a los consumidores vulnerables, lo que dice es que lo hagan con su dinero. Y lo siento, pero yo ahí le doy la razón.


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