Para los que no tengáis ganas de leer el informe completo :), aquí os paso un resumen, primero más corto:
- El consumo de energía final en España sigue disminuyendo, debido fundamentalmente a la reducción de la actividad económica.
- Pero aumentan las emisiones de contaminantes, la intensidad energética, la dependencia exterior, y la factura energética.
- Sigue aumentando el uso del carbón, a pesar de su cuestionable sostenibilidad.
- Las energías renovables continúaron creciendo en términos absolutos, aunque su porcentaje de participación sigue bajando con respecto a años anteriores.
- La demanda de transporte sigue bajando, aunque continúa siendo el principal sector en términos de consumo de energía y emisiones de contaminantes.
Y ahora algo más largo:
El Informe 2013 del Observatorio de Energía y Sostenibilidad en España señala que en 2012 el sector energético español consumió 6,33 EJ de energía primaria y emitió 258 Mt de CO2, generando un valor añadido de 32.300 millones de euros (correspondiente a un 3% del PIB).La Cátedra BP concluye que la sostenibilidad del sector energético español ha empeorado, destacando entre los principales motivos el aumento de las emisiones de CO2 y de otros contaminantes, la dependencia energética del exterior y la reducción del valor añadido generado por el sector. También ha aumentado la intensidad energética, los precios, y el gasto total en energía.
Las emisiones de CO2 asociadas al consumo de energía primaria aumentaron el 6% en 2012, mientras que el nivel de dependencia exterior llegó hasta el 86%, debido al aumento en el uso del carbón, importado en su mayoría y también a la mayor importación de petróleo.
La participación de las energías renovables en el sistema se mantiene estable, situándose en 2011 en un 10% sobre energía primaria y un 31% sobre energía eléctrica. Entre 2011 y 2012 los precios finales de la energía en España aumentaron en un 10% para los consumidores domésticos y un 7% para los industriales, y en mayor medida que para la Unión Europea.
El valor añadido generado por el sector sigue reduciéndose, en parte por un aumento del gasto en energía primaria, y en parte por el aumento de los costes externos del sector. Para resumir: este año desgraciadamente no hay ningún indicador de sostenibilidad del sistema energético español que muestre una evolución favorable.
Otra de las principales conclusiones es que, a pesar de que la movilidad de pasajeros sigue disminuyendo, el transporte sigue siendo el sector que más energía consume, un 24%, y el que más emisiones de CO2 causa, un 24%. Por tanto, este sector sigue siendo prioritario en cuanto al diseño de políticas sostenibles.
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