Me pasa Luis González-Blanch esta estupenda entrada de José Ignacio Goirigolzarri, muy en la línea (creo) de mi entrada del otro día. Me ha gustado especialmente leer estos párrafos, paralelos al argumento que siempre hace Joaquín Nieto sobre la necesidad de subir la tarifa eléctrica:
-
España tiene un sistema universitario que subvenciona las matrículas en un 90%. Es decir, un alumno paga unos 800 euros como media para un coste que está en torno a 8.000. Y esa matrícula es independiente de los resultados que consiga. Es básicamente igual para un alumno que finaliza su carrera de 4 años en 4 cursos, en 6, o en 8. Los ciudadanos financiamos esta -llamémosla– falta de entusiasmo.
- Lo anterior es socialmente poco equitativo por al menos dos motivos:
- Porque mientras subvencionamos con generosidad los estudios universitarios –con independencia de los resultados- somos de los países con menores niveles de becas (un 0,09% vs 0,25% en la OCDE). Solo la traslación del incremento de tarifas de los “repetidores” hacia los becarios (en función de su nivel social) representaría una extraordinaria mejora de nuestra distribución de recursos.
- No debemos olvidar, además, que financiar a los universitarios a través de “tarifas planas” no es financiar a los más necesitados del país. Solo el 10% de los hijos de las personas sin estudios universitarios llegan a la Universidad, mientras que lo hacen el 60% de los hijos de los Universitarios.
En el fondo, es lo que yo defiendo que debemos hacer en las universidades (privadas y también públicas): subir las tasas para que reflejen los costes reales, pero a la vez subir mucho más las becas para permitir que accedan a la universidad los que de verdad lo merecen.
El caso es que cada vez más gente escribe cosas interesantes sobre este tema, lo que podría indicar una esperanza de solución, pero desgraciadamente, me temo que el pacto sobre la educación va por el mismo camino que el de la energía…
Y, aunque no sea de universidad, también tiene relación esta noticia de El País: como bien dice mi amigo Francisco Javier Rubio, lo que no se evalúa se devalúa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario