El otro día citaba una columna de Thaler sobre cómo la prohibición puede matar la innovación. Y lo de las bombillas incandescentes es un buen ejemplo: ¿qué es mejor, prohibir su uso, o fijar un estándar (o algún otro tipo de incentivo económico) genérico, de forma que estimule la innovación y pueda permitir su supervivencia, siempre que cumplan con este estándar o respondan a estos incentivos? Una prohibición total posiblemente impediría cosas como las que están pasando…
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