Mi “jefe”, el Papa Benedicto XVI, acaba de publicar una encíclica en la que trata entre otras cosas del desarrollo humano, de la utilización e interpretación de la tecnología, y de la economía, o del medio ambiente, sobre energía y eficiencia, etc. Algunos dirán que la Iglesia no debe meterse en estos líos…yo creo que, efectivamente, hay algunas cuestiones en las que la Iglesia posiblemente no deba tener un papel importante (en las relacionadas con la eficiencia, básicamente porque creo que la eficiencia siempre es buena), pero hay otras en las que tiene un papel claro, al igual que otras organizaciones sociales: la equidad, la justicia, los valores detrás de nuestras decisiones, y la manera de entender todo ello en nuestros sistemas económicos y tecnológicos. Incluso, entendida como justicia distributiva, la sostenibilidad. Por supuesto, algunos puntos controvertidos, y en general pocos elementos novedosos, pero en todo caso es interesante leerla.
Y aquí están las críticas de Tyler Cowen y Bill Easterly, también muy interesantes de leer.
ADDENDUM: Los comentarios del NYTimes.
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