En EEUU se ha montado un follón por la invitación de Notre Dame a Obama para hablar en su fin de curso: básicamente, el argumento es que no se puede honrar a nadie que defienda públicamente cuestiones en contra de la moral de la Iglesia (en este caso, el aborto y la manipulación de células madre). La verdad es que es un tema complejo, pero es interesante reflexionar sobre él. ¿Qué hubiera pasado en Comillas? ¿Invitaríamos a Zapatero a hablar, o a algún ministro del PSOE? (Creo que ya hemos hecho lo segundo alguna vez). A mi por una parte me parece que es efectivamente difícil mantener una posición pública en un sentido y honrar a alguien que está en contra; por otra, es un homenaje a la libertad de expresión y la tolerancia, algo que creo que está en la esencia de la Universidad. Además, creo que en este caso se complica porque Obama es el presidente de todos los estadounidenses, y entiendo que eso debe suponer algo de diferencia…En todo caso, y quizá entendiendo como razonable la crítica a la intervención de Obama, la pregunta que me surge es: ¿Por qué ahora y no con Bush? Porque Bush defendía la pena de muerte:
Yanikoski adds, too, that there has not been consistency in how the document is applied. “There have been other presidents who have spoken at the University of Notre Dame and at other Catholic universities who have been equally opposed to other moral teachings of the Catholic church [aside from issues surrounding abortion] and yet were never criticized by the bishops in terms of them speaking at the commencement." (To take just one example, George W. Bush was a staunch supporter of the death penalty; he spoke about the role of faith-based organizations in fighting poverty at Notre Dame's commencement in 2001.)
Y otros presidentes han defendido la guerra, ya puestos…
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