martes, 24 de marzo de 2009

El Papa y los preservativos

La verdad es que, cuando uno lee cosas como éstas, se queda algo sorprendido:

“la distribución de preservativos no soluciona el problema del SIDA, incluso lo agrava” Benedicto XVI.

Pero entonces un buen científico lo que hace es tratar de contrastarlo. Pere Estupinya hace eso, y encuentra que un estudio del Poverty Lab de MIT demuestra que sí solucionan el problema. Lo malo es que se para ahí. Y esto es lo que me parece interesante señalar, porque creo que nos interesa a todos y nos pasa a muchos. Cuando buscamos referencias, tendemos a seleccionar las que confirman nuestra hipótesis, pero no las que la rechazan. En este caso, tenemos a Easterly, que también ofrece alguna referencia en sentido contrario. Leyendo todas estos papers no está nada claro que la distribución masiva de preservativos de por sí solucione el problema del SIDA, y que hacen falta más cosas (información, etc.). Lo que sí parece estar claro es que, desde luego, no lo agrava…si se hace de la forma adecuada. Mi conclusión fundamental es que la ciencia, como en tantas otras cosas, tiene un papel evidente que jugar, y en este caso ya lo está jugando. Ahora lo que toca es hacerle el caso correspondiente.

NOTA: Más interesante que esta entrada son los comentarios que van a continuación (que por cierto son los más abundantes de todo el blog, creo).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy alumno de la escuela, estoy suscrito a su blog y hoy no he podido resistirme a comentar.

Recordemos aquel artículo de "The Lancet" que proponía el A-B-C como estrategia para la prevención del SIDA, cuyas letras respondían a: Abstinence - Be Faithful - Condom y por ese orden... La Iglesia propone algo similar, pero mucho más profundo. La Iglesia propone humanizar la sexualidad y "humanizar" con todo su significado. Es decir, entender la sexualidad como algo que no somete al hombre sino que está sometido a él y que debe ser ordenado. Partiendo de esa base, hay que dejar claro que si esta conducta fuese la norma, el SIDA no sería una pandemia.

¿Por qué dice el Papa que el preservativo no soluciona este problema e incluso lo agrava? Yo creo, que es evidente que el preservativo no ha contribuido a solucionar el problema, al contrario. El caso de muchos países africanos que han puesto sus esperanzas en el preservativo, de la misma manera que el gobierno español con el póntelo, pónselo, han visto como la tasa de prevalencia del SIDA no ha dejado de aumentar. Y esto se estudia en facultades de Medicina, históricamente se ha comprobado que la promoción de métodos profilácticos como el preservativo, han conllevado un aumento del número de contagios de enfermedades venéreas, pues el mensaje que se envía es: preservativo = sexo seguro, con lo cual, aumenta la promiscuidad y, por tanto, los contagios, pues el preservativo no es infalible.

Creo que el caso de Uganda frente a sus países vecinos es clarificador y muestra claramente como la educación sexual según lo que propone la Iglesia gana la batalla al SIDA y por el contrario, las campañas basadas únicamente en el preservativo conducen a un aumento de los contagios.

Perdón por la extensión... Un saludo.

Alvaro Lopez-Peña dijo...

Una experiencia personal que me apetece compartir: tuve la oportunidad de acompañar a varios miembros de una ONG médica española a realizar una encuesta de hábitos en el campo de la salud maternoinfantil en Cacuaco, desafortunado municipio construido sobre un vertedero a las afueras de Luanda (recientemente visitada por el Papa). Una de las preguntas era: ¿Usas la camisinha? (portugués de condón, bonito nombre sin duda). La respuesta más dada era: no, la Iglesia no lo aprueba. Teniendo en cuenta que no es un resultado fácilmente extrapolable a todo áfrica subsahariana (donde hay paises de mayoría musulmana, entre otras razones), ésto hizo que se me pusieran los pelos de punta al oir las "oportunas" declaraciones. Y más en el marco de un viaje al continente que más nuevos creyentes aporta a la fe católica.

Pedro Linares dijo...

Mira que me daba miedo meterme en este tema...pero creo que es la entrada con más comentarios...Gracias a los dos por vuestras reflexiones. Sólo una aclaración para David: yo creo que tenemos que tener cuidado al analizar las consecuencias de distintas políticas, y ése era mi mensaje principal en la entrada. Efectivamente, posiblemente el uso masivo del condón genere una especie de "efecto rebote", o una consecuencia inesperada. Pero, igual que la distribución masiva de condones posiblemente no reduce las tasas de SIDA, quizá tampoco su prohibición lo haga (y de hecho así se ha visto también en otros estudios). Yo me atrevería a decir que la solución posiblemente sólo esté en una acción conjunta: uso de condones, información, y humanización de la sexualidad tal como tú comentas. Quitar uno de los elementos hace que los otros dos no funcionen, o den lugar a consecuencias inesperadas, sobre todo en un entorno "second-best" en el cual no puedes pretender alcanzar el éxito total en todas tus políticas.

Anónimo dijo...

Creo que habría que tener en cuenta cuál es la misión de la Iglesia y puede que para ello haya que tener fe y buena voluntad, algo de lo que carecen los medios de comunicación que juzgan habitualmente lo que la Iglesia propone.

Si me permitís, intentaré poner un ejemplo por si aclara un poco lo que quiero decir. Imaginemos una madre, una buena madre, que quiere con todo su corazón a su hijo. Su hijo como muchos, sale de noche y puede que haga cosas que su madre desconozca. Es un hecho que existe consumo de drogas en el mundo de la noche. Su madre está preocupada por ello... ¿qué debe hacer? ¿Advertir a su hijo del peligro de las drogas, de lo innecesarias que son, del daño que le harán, de vivir plenamente sin drogas? o por el contrario debe decirle, espera hijo mío, yo iré y compraré cocaína de la buena para ti, ya que si la quieres probar al menos que no te pasen algo malo.

Intentemos, por favor, quedarnos con el fondo del ejemplo... Es que una buena madre, nunca haría lo segundo, una buena madre le diría a su hijo lo que es bueno para él y no facilitaría sus conductas dañinas.

Por tanto, creo que la misión de la Iglesia es formar las conciencias y no poner medios para conductas que considera perjudiciales para el hombre. Creo que si se mira con esta óptica, cambia radicalmente.

Como conclusión diría, la Iglesia propone la verdadera solución al problema, solución que de llevarse a cabo acabaría con el SIDA... sin embargo, no todo el mundo acepta ese planteamiento, pues aquellos que no lo aceptan son libres de poner los medios que consideren necesarios, pero que no pongan en la Iglesia la responsabilidad de facilitarles medios para algo que consideran perjudicial, ¿no?

No sé si me he explicado... Comprendo que el comentario pasa de un plano científico a un plano religioso, creo que para entender el espíritu de las propuestas de la Iglesia es necesario conocer de dónde nacen.

En cualquier caso, siempre me alegra leer este blog, creo que es muy interesante y creo que el planteamiento ha sido respetuoso y abierto al diálogo, por mí ánimo a seguir tocando temas controvertidos.