Creo que los análisis coste-beneficio no pueden responder las cuestiones políticas asociadas al interés o no de desarrollar la energía nuclear...Esto se debe a que estas cuestiones son fundamentalmente éticas....Por lo tanto, creo que debe ser el Parlamento el que adopte una decisión clara y explícita sobre el tema. La mejor manera de hacerlo sería después de una discusión nacional al nivel adecuado de seriedad y detalle que la naturaleza del problema requiere.¿De dónde creéis que lo he sacado?¿De GTPES?¿Del discurso de Zapatero?¿De la prospectiva a 2030? Lo cierto es que es una postura muy similar a la de Ignacio Pérez Arriaga...
Bueno, pues lo curioso es que esto lo escribió Kneese en 1973, en su famoso artículo "The Faustian bargain". Parece que no hemos avanzado mucho desde entonces...
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