Me ha gustado mucho esta explicación de Aleix Calveras de la doctrina Friedman, una doctrina que yo he explicado bastantes veces y que siempre me ha resultado muy interesante y parcialmente válida (a pesar de sus evidentes limitaciones). Calveras explica su aplicación correcta y sus inconvenientes, aunque a mí no me convence su explicación del segundo problema, ya que da por sentado que la única respuesta de las empresas es la compensación de daños, no evitarlos directamente.
En todo caso, concluye reinterpretando correctamente esta doctrina: la responsabilidad social de la empresa es maximizar el bienestar (no la rentabilidad exclusivamente) de los accionistas, pero no arreglar el mundo por ellos mismos, ni mucho menos sustituir a una correcta regulación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario