"College rankings aren't dangerous or misguided so long as they are used prudently, safely and appropriately," former George Washington University President Stephen Joel Trachtenberg told The Atlantic in 2011. "They shed some light: they are interesting, entertaining, useful sources of gossip, and helpful for puffing but they shouldn't inform the decision about where a student decides to matriculate, at least not definitively."Su conclusión es que los rankings son inútiles. Pero hombre, ¿es que no han leído el comentario? Que algo de utilidad sí tienen: aportan información al que tiene que tomar la decisión, y permiten separar el grano de la paja. Nada más, pero nada menos.
Y claro, su propuesta de actuación me parece ridícula: que las universidades no envíen información. Esto me recuerda a la postura de algunas universidades españolas: mejor no enviar información, y mejor tratar de que nadie la envíe, no sea que salgamos mal en la foto. No, la solución pasa por otra alternativa: que se envíe la información, y que se audite. Así se evitan los chanchullos, y se sigue facilitando información útil (y más fiable, de paso) a los estudiantes.
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