Según unos investigadores de la Universidad de Melbourne, sí. Pero lo siento, yo no soy capaz de ver en sus números más que lo que ya hemos comentado otras veces: se equivocaron. Y en mi opinión, por no tener en cuenta la innovación. Pero bueno, eso es otra historia...
Cuando aciertan, es de casualidad: por ejemplo, el crecimiento de la población sí lo clavan, pero equivocándose (mucho) en la tasa de mortalidad, y también (poco) en la tasa de natalidad. La producción de comida ha aumentado mucho más de lo que ellos preveían, igual que la terciarización de la economía. La contaminación ha aumentado menos de lo previsto (y eso que ellos no contaban con los gases de efecto invernadero, que han crecido mucho más de lo esperado en 1972).
Con todos estos cambios, la historia que contaban ya no tiene mucho sentido. Y eso por mucho que se esfuercen los autores del artículo, que no entiendo cómo, primero, se empeñan en decir que sí, que los datos coinciden con las previsiones, segundo, usan pruebas circunstanciales (como la crisis) para defender su argumento, y tercero, terminan lavándose las manos diciendo que, en realidad, lo malo llegará en 2030.
¿Puede ser que sí tengan razón a largo plazo?¿Hay razones para preocuparse? Pues sí, claro...pero eso por otras razones, no por las que ellos usan. Sus pruebas no terminan de indicarlo. Si es que, como dice Harford, predecir el futuro no es tan fácil (aunque da pistas para hacerlo mejor)....
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