domingo, 19 de febrero de 2012

Un par de reflexiones sobre el EROI (Tasa de retorno energético)

Clemente ha publicado recientemente dos entradas interesantes sobre el consumo de recursos, una sobre petróleo y el EROI (la energía gastada para extraerlo), y otra sobre agua virtual. Las dos muy recomendables, aunque yo tengo un pequeño problema con la del petróleo: a veces se da a entender que, en ocasiones, el EROI/TRE puede estar por debajo de 1, cuando la economía lo permite. El mensaje subliminal es que los mercados se equivocan en ocasiones y esto está causando ineficiencias en el balance energético.
Como bien sabéis, yo comparto la idea de que los mercados se equivocan muchas veces. Pero justo en este caso me parece difícil verlo. Si alguien paga por la energía un determinado precio, ¿cómo va a ser capaz de producir menos energía, sabiendo que ingresará menos que lo que paga? Creo que sólo hay dos posibles respuestas:
- una, que la energía que produce es más "valiosa", es decir, que tiene más utilidad. Por ejemplo, si produces petróleo a partir de carbón, podría ser que el EROI fuera negativo. Pero aún así seguiría teniendo sentido, no porque los mercados se equivoquen, sino porque el valor de la energía de petróleo es mayor que la del carbón;
- dos, que los que se equivoquen no sean los mercados, sino los gobiernos. Un ejemplo de esto es cuando la energía utilizada se subsidia, o la producida también. El primer caso sería el de muchos gobiernos que "regalan" la energía, el segundo sería el de los gobiernos que dan primas a la energía producida (típicamente renovables, pero no sólo).

1 comentario:

César Lanza dijo...

El dato que se da para España correspondería en su totalidad a un consumo de 108.550 Mm3/año (2005) que es solo ligeramente inferior a la disponibilidad media total de agua con que cuenta el país. Según se recoge en la publicación Water Policy in Spain editada hace un par de años por Alberto Garrido (UPM) y Ramón Llamas (UCM), la disponibilidad media de agua en España se sitúa en 111.186 Mm3/año, casi el mismo valor que arroja el cáculo de Hoekstr y Mekonnen sobre la huella hídrica. Si la realidad fuera así nuestros ríos llegarían prácticamente secos a sus desembocaduras o bien estaríamos agotando a una velocidad de vértigo las reservas de los embalses (53.405 Mm3) y la capacidad de los acuíferos (39.892 Mm3) de nuestro solar patrio. Sorprende que una inconsistencia tan significativa encuentre reflejo en estudios cuyo valor científico debería ser más acorde con la difusión que reciben en los medios incluso especializados y el uso que de ellos se hace (posiblemente sin mucha verificación) por parte de la comunidad ecologista y otros grupos de interés.