En clase de regulación ambiental siempre cuento que, si los derechos de propiedad sobre los bienes están bien definidos, la asignación de recursos será óptima, independientemente de cómo se repartan los derechos. Esta es una de las lecturas del famoso teorema de Coase. Así, si alguien invade los derechos de otro, siempre le podrá denunciar ante los tribunales y exigir compensaciones, internalizando por tanto los posibles costes ambientales. Vamos, que no haría falta ningún tipo de regulación ambiental, sólo un sistema legal suficientemente fuerte. El problema es que, como bien dice Krugman, esto no pasa casi nunca: ni con los vertidos de petróleo, ni con el riesgo de accidente de la nuclear…Yo, sinceramente, nunca he entendido bien la socialización del riesgo en estos casos…
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