Si se puede, utilícese el mercado. Eso es lo que explica estupendamente este editorial del Boston Globe. Para poner en contexto: ha habido un problema allí con el suministro de agua, que ha dejado sin agua potable a mucha gente. Y el gobierno regional la ha tomado con los que han subido el precio del agua mineral. Como bien dice el artículo, incorrectamente.
Sólo un pero: el efecto distributivo. Al ser el agua un bien básico, los más perjudicados por los altos precios serán los más pobres. Pero esto tiene una solución: que el gobierno pase un cheque a estos más pobres para compensarles. Cualquier otra opción: controlar los precios, imponer un racionamiento, etc. tiene muchos más problemas, y para todos.
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