Más allá de la competición deportiva, las Olimpiadas de París han sido también una prueba de cómo el transporte público puede funcionar bien, si se ponen los recursos necesarios (y también si desaparecen unos cuantos usuarios, claro 😏). El reto para Los Ángeles, una ciudad diseñada para el coche, es mucho mayor, claro. Y luego, claro, está el verdadero reto: extrapolar unas condiciones particulares al día a día.
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