El otro día hablaba con Clemente Álvarez de que un diseño de tarifas como el actual puede ser regresivo, al beneficiar a aquellos que pueden invertir en eficiencia, autoconsumo o coches eléctricos. Justo estos días Severin Borenstein nos recuerda que, desgraciadamente, en California también, y con un argumentario muy similar al que se escucha aquí. No dice nada nuevo, pero lo explica muy bien. Pero ya se sabe, mal de muchos...
Y es que, como he dicho también muchas veces, no tengo ningún problema con la subvención del autoconsumo: puede tener ventajas (dependiendo de la localización y de otras circunstancias) que pueden justificar el apoyo. Lo que no deberíamos hacer es dejar que ese apoyo lo paguen los segmentos más desfavorecidos. Exactamente igual que propone Borenstein.
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