miércoles, 11 de julio de 2018

Buenos préstamos universitarios

Antonio Cabrales et al nos proponen una buena forma de resolver el subsidio implícito hacia las rentas altas que ahora mismo suponen las bajas tasas universitarias. De hecho, el sistema es incluso mejor que las becas basadas en la necesidad, ya que permite que el estado recupere parte del beneficio de los que lo consiguen. La gracia en todo caso, para mí, está en el mínimo exento, que es la clave de la justicia de este sistema, y es el que puede permitir que la gente se anime a solicitar estos préstamos. Porque, si no, hay muchas resistencias y miedos: a que a los estudiantes no les vaya bien, y por tanto no consigan culminar esos estudios que darían lugar a mejor renta; a no poder devolver el préstamo y entramparse para siempre...

Lo único que no tengo claro es si el análisis recoge a los que ahora no van a la universidad, por el coste (incluso tan bajo como en España) pero que podrían incorporarse al sistema al hacerse más accesible...

ADD: El País recoge algunas críticas, aunque no me parece que ninguna sea demasiado válida.

1 comentario:

Fernando Leanme dijo...

El sistema existente definitivamente necesita cambios, sin embargo a veces las soluciones no mejoran las cosas.

Un sistema que entrega plata incondicionalmente puede dar resultados terribles. Por ejemplo, digamos que alguien recibe un préstamo para estudiar filosofía, literatura, o música...ese tipo de educación no lleva a un trabajo bien remunerado para la mayoría. Entonces los impuestos se utilizan para que individuos reciban una educación que no pagará de vuelta lo que se gasta la sociedad.

No sé cuál es la solución exacta, pero lo que sí sé es que un sistema educacional no debe buscar ni la igualdad, ni la justicia social, ni ninguna de esas ideas de la izquierda que tienden a destruir economías y causar pobreza. El sistema educacional debe orientarse a tener graduados que sean útiles, y como factor secundario a promover la movilidad social (o sea que gente de menos medios logren mejorar sus vidas, y si es posible llegar a ser millonarios sin ponerse a vender drogas o ser políticos corruptos).

Entonces debemos considerar casos típicos...digamos que tienes un estudiante graduado de bachillerato de una familia pobre, que se las ha arreglado para tener notas bastante buenas....yo a ese individuo le daría un año de clases de refuerzo antes de meterlo en una universidad, le daría una beca, y una ayuda adicional, siempre y cuando tenga notas por encima de la media de la clase. En cuanto al resto de los estudiantes, creo que se puede subsidiar un poco la educación, y prestar algo cn un interés equivalente al de los bonos del estado, pero solamente si mantienen buenas notas, no usan drogas ni toman ni fuman, y lo que estudian tiene utilidad. O sea no es razonable subsidiar estudios para gente que nunca podrá pagar el préstamo, ni cobrar impuestos para que se lo gasten de fiesta.