En el último número de Energías Renovables hay una columna de Javier García Breva (que habitualmente me gusta como escribe) que me parece es un ejemplo de los problemas de querer vender la moto en exceso. Son, en mi humilde opinión, columnas como esta las que dan combustible a los enemigos de las renovables, que tienen así razones válidas para atacar a los mensajeros, aun cuando no las tengan para atacar el fondo del asunto. Es lo mismo que he dicho alguna vez acerca de Gore y demás mensajeros del cambio climático, cuando se dejan llevar por el entusiasmo y pierden el rigor.
También me parece que indica uno de los problemas de nuestra política energética: el ir donde está el dinero (energías renovables) en vez de donde está la efectividad energética y ambiental (ahorro energético)
Dice García Breva:
Las ER son el sector empresarial más dinámico, por creación de nuevas empresas y empleos, innovador, al introducir nuevas tecnologías en los procesos productivos, y en el que la productividad por trabajador es más alta.
En el campo energético posiblemente sí. Pero, ¿en el resto de la economía?¿Qué decimos de la biotecnología, o de otros sectores altamente innovadores? Recordemos que los recursos económicos son los que son, limitados. Y eso implica que si subvencionamos las renovables estamos dejando de poner dinero en otros sectores de la economía que pueden ser al menos igual de interesantes. No digo que lo debamos hacer, digo que debemos estudiarlo. Y que afirmaciones tan categóricas como esta deben estar más justificadas.
También hay que tener cuidado con lo de la productividad: si la productividad por trabajador es la más alta, eso se debería traducir en los salarios más altos. Y por tanto, en que, para una cantidad de dinero dada, el número de empleos creados es menor. ¿No decimos que el sector es el que más empleo crea por unidad de valor añadido? Esto es incompatible con lo otro.
Si hoy todas las fuentes de energía internalizaran sus costes, las renovables serían competitivas. Por ello, son el sector mejor situado para cambiar la especialización productiva de nuestro modelo de crecimiento.
No veo la relación entre la competitividad de las renovables y el cambio de modelo de crecimiento, el cambio del modelo no depende tanto de la energía que lo alimente, sino de las actividades económicas que se llevan a cabo, que por supuesto incluirá a las renovables, pero no únicamente (ver mi comentario anterior).
Las ER son la tecnología que más emisiones de CO2 ha evitado y la más eficaz para cumplir nuestros compromisos de reducción de emisiones. Son la tecnología más eficaz para reducir nuestra dependencia de las importaciones de gas y petróleo;
No estoy de acuerdo. Lo que más emisiones evita es el ahorro (sea a resultas de la crisis o no, véase la evolución reciente de nuestras emisiones de CO2). Y además evitar emisiones de CO2 con renovables es mucho más caro que con ahorro. Por eso, no es cierto que las renovables sean las tecnologías más eficaces para reducir emisiones y reducir dependencia.
por eso mejoran la renta nacional, reduciendo el déficit comercial, y la renta disponible ya que el consumo de hidrocarburos, por importaciones energéticas y emisiones de CO2, cuestan a los ciudadanos españoles veinte veces más que el coste de las primas de las renovables.
Otro tema recurrente, comparar las primas con las importaciones de petróleo: si una fuente de energía es más cara que otra (aunque sea porque no se están internalizando externalidades), la renta disminuye si se usa esa fuente más cara. Si usamos de usar petróleo, ese dinero lo gastaremos en la fuente energética alternativa. Por tanto, no hay que comparar primas con importaciones. En todo caso, habría que comparar coste total de las renovables con las importaciones.
Otra cosa es el componente “nacional” de la renta, por el hecho de que unas fuentes sean autóctonas y otras importadas. El usar menos petróleo lo único que hará será trasladar parte de esas rentas del extranjero al territorio nacional (aumentando la renta disponible nacional). Pero esto sólo vale si las renovables dejan aquí todas sus rentas, lo que, en un mundo globalizado, ni tiene por qué ser cierto, ni tiene por qué ser bueno (aquí ya entraríamos en las ventajas del comercio internacional, que es otra guerra).
Las ER son la única fuente autóctona, limpia e ilimitada que posee España y por ello, el mejor instrumento para afrontar la lucha contra el cambio climático y las futuras crisis de suministro.
Como ya he dicho antes: depende de cómo definamos fuente de energía, pero yo creo que el mejor instrumento es el ahorro.
Tras leer esto puede parecer que estoy en contra de las renovables. Los que me conocen saben que no hay nada menos cierto. De lo que estoy en contra, como decía antes, es de defender las renovables con argumentos cuando menos discutibles, porque eso lo único que hace es ponérselo más fácil a sus enemigos.
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